LAS EMOCIONES COMO ELEMENTO NECESARIO EN UN LIDERAZGO CERTERO.
El País demanda –apresuradamente– la formación de personas capaces de crear empresas que generen suficiente ocupación para sus habitantes, Industria –que guiada por aquellas–produzca bienes y servicios en gran volumen y de calidad, que garanticen los satisfactores esperados por la población. Sin duda esa tarea de generar en gran escala para apuntalar la estabilidad nacional, dependerá de gente preparada que cuente con conocimientos apropiados para tomar decisiones que aseguren el cumplimiento de las exigencias –cada día mayores– de esta nación en desarrollo.
Comisión Federal de Electricidad, es una de las –pocas y bien estructuradas– Organizaciones que prometen compromiso sólido en el desarrollo que esperan los Mexicanos, se encuentra en constante crecimiento, generando nuevas fuentes de trabajo y produciendo –mundialmente sea dicho– uno de los servicios más importantes. En CFE urgen líderes conocedores de las necesidades que apremian para sostener un crecimiento globalizado, acorde a las demandas y a la relevancia que reviste ubicarse en un mercado rentable y competitivo. Además de conocer perfectamente los menesteres –y lo que de ellos se deriva– que nos ocupa, es indispensable saber conducir y aprovechar –hacia los logros trazados a través de las estrategias establecidas– las potencialidades y recursos de la Organización, principalmente, decidir la forma y el tacto, para dirigir –su mayor fortaleza– la gente hacia el desarrollo de las actividades y que esto rinda los frutos aguardados, es aquí donde se hace patente la presencia de un liderazgo adecuado que otorgue la confianza y flexibilidad para motivar al capital humano. Para tal propósito, en CFE estamos convencidos de ejercer un liderazgo providencial que tenga presente –en todo momento– la participación de su gente, un liderazgo que provea, que establezca la comunicación en ambos sentidos, que transmita claramente sus ideas, que logre –a través del convencimiento– que su gente atienda, que sea capaz de conducir su grupo de trabajo en total armonía, entre otras muchas características que debe reunir, pero sobre todo un líder empático. Un líder que no sólo decida el quehacer, sino que desarrolle habilidades que favorezcan la estabilidad emocional del grupo, un líder que sea capaz de escudriñar los sentimientos y emociones de su gente, que descubra –por interés filantrópico– los puntos coyunturales de su gente y decida como ayudar, un líder que crezca y haga crecer a sus colaboradores, un líder que entienda e identifique las emociones que vibran en su gente para que ellos se desenvuelvan en confianza, sintiéndose necesarios y no manipulados, un líder que toque las fibras sensibles de su gente para conocer la realidad y atender las tareas de manera agradable, un líder que genere en su gente autoconfianza, autocontrol, persistencia, empatía en sus relaciones, un líder que ilusione a su gente para atender los compromisos mutuos y de la Organización y que se aleje de la exigencia de cumplir metas fuera de los alcances personales e institucionales. Un líder que conozca plenamente los beneficios y maneje hábilmente la Inteligencia Emocional, que busque en ella –más frecuentemente y no sólo en el raciocino– la forma de atender su proceso de liderazgo en el amplio campo –de oportunidades y alternativas– que le ofrece el saber controlar y modular las emociones en una relación intrapersonal e interpersonal.CFE está preparada y trabaja en este campo tan importante y potencial de la gente, con capacitación inducida, ha generado un cambio centrado en el manejo humano de las emociones, está consciente que éstas, están presentes en todo acto en un nivel –por demás superior– de lo que el raciocinio se involucra y, que resultados sorprendentes se han logrado y se esperan, al hermanar la empatía a la relación laboral.
UNIDAD MORELOSEQUIPO: 44INTEGRANTES: Fernando León ValeroSandra Juárez MartínezClaudia Vergara MartínezJesús Trujillo Salazar. Pablo Luís Enrique Pérez Barrera
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