¿Cómo puede ayudar la mediación en vuestro proceso de separación o divorcio?
La mediación supone toda una nueva perspectiva a la hora de afrontar los conflictos y problemas entre dos partes con posiciones enfrentadas. Se trata de una técnica a través de la cual una tercera persona, neutral e imparcial, trata de interceder entre ambas, de tal forma que pueda promoverse la consecución de acuerdos del interés de las dos.
Uno de los ámbitos donde la misma podría dar lugar a resultados más satisfactorios es el de las crisis matrimoniales y los conflictos familiares, bien sea por la intención de la pareja de separarse o divorciarse, bien se trate de decidir cuestiones sobre la custodia de hijos comunes.
¿Cómo se desarrollaría dicha mediación?
En los ámbitos citados, ésta podría venir ejercida bien por un abogado, bien por un Psicólogo. En todo caso, será indispensable que ambas partes tengan la suficiente madurez y predisposición para tratar de alcanzar civilizadamente acuerdos que luego les vincularán de forma ineludible.
De este modo, aquellas situaciones en las que entre ambos existiera un mayor grado de conflicto serán totalmente incompatibles con esta fórmula de resolución de disputas (por ejemplo, si alguno de los dos cónyuges hubiera sido infiel y ese fuera el detonante de la ruptura matrimonial).
Debes pensar en este proceso como una transacción. No podrás obtener todo lo que deseas en cada uno de los aspectos, sino que el resultado deberá ser satisfactorio en términos globales para ambos.
En todo caso, con una adecuada colaboración será posible para ambos lograr un acuerdo que permita evitar una ardua disputa ante los Tribunales, más costosa tanto en tiempo como en dinero.
El proceso de mediación se desarrollará a través de varias reuniones en las que el mediador tomará contacto sobre los conflictos que pudieran existir entre vosotros. Se trataría de elaborar una serie de puntos sobre los que sea preciso alcanzar acuerdos, centrándose posteriormente en los mismos.
Una vez alcanzados los acuerdos, estos podrían ponerse en un Convenio que se llevaría ante el Juez para su ratificación, a partir de la cual los acuerdos tendrían plena vigencia y eficacia entre los dos.
Preguntas frecuentes durante la misma
Pese a que cada disputa es única, es posible señalar diversas cuestiones que se repiten con cierta frecuencia en este tipo de procesos negociadores: ¿Cómo se dividirán las propiedades comunes? ¿Quién se quedará con los niños? ¿Qué sucederá con nuestras deudas? ¿Cómo decidimos quién permanecerá en la vivienda común? ¿Cómo podría vivir con unos ingresos reducidos?
Ten presente que sobre todos estos puntos, y el resto que pudieran plantearse, el mediador no podrá establecer resolución alguna. Alcanzar acuerdos dependerá únicamente de vosotros. Simplemente os asesorará y tratará de que éstos se produzcan, pero sin vuestra colaboración ello resultará imposible.
Begoña Cuenca Alcaine
www.aa-divorcios.com
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