Resplandeciente Shanghai
Shanghai. Es difícil imaginar cómo este humilde pueblo de pescadores de la desembocadura del río Yangzte ha llegado a convertirse en la ciudad más grande de China y la octava más grande del mundo. Y se ha convertido también en el orgullo de China por otras muchas razones: ser una ciudad inmensa y progresista con un pasado soberbio y esplendoroso. Es un epicentro para el arte y la cultura al igual que para el comercio. Además, esta cosmopolita ciudad tiene mucho que ofrecer a los turistas curiosos y se ha convertido en un destino muy elegido entre los viajeros de Oriente. Para los que desconocen esta ciudad, ¿por qué no adoptar un enfoque cronológico de lugares de interés para saborear bien la historia de Shanghai?
Primera parte: Época Imperial - Dinastía Ming (1368-1644 dC.)
En el área de Puxi (al oeste del río), visite Yuyuan, un jardín privado de estilo tradicional Ming construido en 1559 y abierto al público en 1961. En él encontrará jardines de piedra, claustros, pabellones, corredores, estanques y muchos rincones pintorescos.
Segunda parte: los años treinta
Visite el Bund (Wai Tan), cuyas calles están dominadas por la arquitectura europea. Esta zona era el distrito comercial y financiero de Shanghai y en ella se ubicaban los edificios gubernamentales y las empresas extranjeras. Recorra la Concesión Francesa, un barrio lleno de casas shikumen, edificios art-deco, cafeterías y comercios. El pasado hedonista de la ciudad se pone de manifiesto en la gran cantidad de edificios de estilo colonial. Si quiere saber de verdad lo que es ir de compras en Shanghai, nada mejor que la Nanjing Road.
Tercera parte: siglo XXI
Atraviese el río Huangpu hasta llegar a Pudong y encontrará el Wall Street de China. Si quiere disfrutar de una espectacular vista de la ciudad desde arriba, suba a la Torre de la Perla de Oriente, uno de los edificios más altos del mundo.
Hay una extensa oferta hotelera en Shanghai, así como un interminable abanico de opciones culinarias, desde la riquísima comida de los puestos de la calle de Wujiang Road hasta los selectos y caros restaurantes de Xintiandi.
En China se celebran muchas fiestas tradicionales y, si es de los que prefieren llegar al corazón de la cultura china, podría ser muy buena idea planear su viaje de forma que coincida con alguno de estos eventos. Sin embargo, evite la Fiesta de la Primavera (Año Nuevo Chino), que se celebra en febrero, ya que la mayoría de los sitios cierran. Para más información, visite la página web oficial de Shanghai.
Galina Kalinina
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