10 factores que influyen en el éxito de una creación web

Hoy en día, la disciplina de la creación web está infravalorada e infrautilizada. Tal vez sea por este mundo cada vez más alocado y acelerado en el que vivimos, pero el caso es que cada vez abundan más las webs que simplemente buscan ofrecer la mayor cantidad de información y servicios posible, descuidando otros factores que también son muy importantes, como la usabilidad, la estética, etc. Como resultado, se está perdiendo ese valor añadido que hace que navegar por internet sea una experiencia más agradable, volviéndola en su lugar una experiencia cada vez más estresante y robotizada.

Hay una serie de factores se deberían tener muy en cuenta a la hora de elaborar un proyecto de creación web:

1. Un nombre para la web apropiado: Si el ámbito de actuación de la web se centra en España, conviene optar por un dominio .es. Los números en el dominio hay que evitarlos y si contiene guiones es mejor que no haya más de uno y que sea de tipo normal (guión medio ‘-‘). El dominio tiene que ser claro, conciso y fácil de recordar.

2. Los contenidos claros: Los contenidos de la web deben estar redactados en un lenguaje los más claro y conciso posible, adaptado a un gran abanico de usuarios. Si es preciso presentar mucha información, lo mejor es distribuirla en varias páginas y facilitar el acceso a la misma a través de una estructura de menús clara.

3. Unos menús de navegación prácticos: Los menús que permiten a los usuarios de la web acceder a todos los contenidos de la misma deben estar en una posición cómoda y bien visible, ser rápidos e intuitivos de usar y seguir una estructura lo más sencilla y clara posible. Si la web tiene páginas extensas que requieren un desplazamiento de la barra de scroll considerable, se debe prever un acceso a las principales opciones de la web en el pie de página.

4. Casar el estilo y colores de la web con la imagen corporativa:  Si la web es para una empresa o negocio que ya cuenta con una imagen corporativa (logotipos, colores, etc.), los estilos y colores de la web deberán casar con dicha imagen corporativa.

5. Elegir los estilos adecuados sin sobrecargar el diseño: Según la finalidad de la web, quedarán bien unos estilos u otros. Por ejemplo si la web es para un restaurante de carácter rústico, quedarán bien unos estilos clásicos para el fondo y la interfaz. En cambio, si la web es para un negocio relacionado con las últimas tecnologías, quedarán bien estilos futuristas o minimalistas por ejemplo.

6. Elegir los colores adecuados: Dependiendo del contexto y de la finalidad de la web, los colores que se utilizarán en la composición serán diferentes. No es lo mismo diseñar una web para una empresa de limpieza, que diseñar una web para un bufete de abogados o una herboristería, por ejemplo. En el primer caso quedarían mejor el blanco y colores fríos y claros, ya que se asocian a la pureza, al frescor y al agua. En el segundo quedarían mejor colores oscuros como el azul marino o el negro, que se asocian con información, seguridad, distinción y clase. Y en el caso de la herboristería ya se adivina que son los tonos verdes los que deberían dominar la composición. Esto no quita que se pueda jugar con otros colores para dar contraste y valor al conjunto, pero siempre en su justa medida, por ejemplo introduciéndolos en una cabecera para la web llamativa.

7. Cuidar la legibilidad del texto: El texto es lo más importante de la web. Es fundamental que su legibilidad sea máxima. Lo mejor es optar por un tipo de letra lo más sencillo posible, como por ejemplo Arial o Times New Roman, a un tamaño adecuado y en color blanco o negro según sea el fondo de la web. El fondo detrás del texto conviene que contraste al máximo con el texto y que sea un color plano, un degradado suave o una imagen o textura lo más velada posible.

8. Dar un correcto tratamiento al fondo de la web: Detrás de la interfaz y contenidos de la web tenemos el fondo de la misma. El fondo de la web es algo que aporta valor añadido al aspecto gráfico del conjunto. No obstante no hay que darle más importancia de la debida, ya que un fondo demasiado visible, sobrecargado o de un color muy intenso, puede distraer la atención de lo realmente importante, que son los contenidos de la web. En infinidad de webs el fondo es inexistente o bien afecta negativamente a la estética de la web, no obstante con un tratamiento adecuado, como por ejemplo una bonita textura, una imagen de fondo o un degradado, se puede incrementar mucho el valor estético del conjunto.

9. La importancia de la cabecera: La cabecera de la web es lo primero que se muestra, preside la web y alberga el nombre del negocio o entidad que se desea promocionar. Debe ser por tanto lo más destacado del conjunto y será necesario utilizar unos colores y unos gráficos que contrasten con el resto.

10. Evitar música de fondo y efectos sonoros: Muchas webs traen música de fondo o efectos sonoros que suenan cuando se interactúa con los contenidos. Aunque la música o los sonidos sean agradables, esto es algo que la mayoría de internautas rechaza y que obliga casi siempre a acceder a los controles de sonido para ajustar el volumen. Lo mejor es evitar la música y el sonido para evitar molestias a los usuarios, salvo para aquellos contenidos de la web que lo requieran.

SBetoret

SBetoret, profesional del diseño gráfico y web, consultor SEO y responsable del proyecto SB creación web.