SEGUN PASAN LOS AÑOS....
Estar en el transcurso y construcción decisivo del cambio es posible) El paradigma más camuflado, cuasi invisible y efectivo, es el de la instalación subrepticia de la cultura del antienvejecimiento y, esa presencia es la confirmación de que la exclusión existe y es preciso huir de ella para no discutirla.- Este intento de huida es una fragmentación, psíquica y con consecuencias sociales. Entonces, el cuerpo es el único – se pretende - estado del “anuncio” de la exclusión que existe y solo eso es dotado de disvalor, no el contenido, no el espíritu- La crisis se valora entonces como lo que se ha restado de la memoria y lo que de ella se mantiene se lo mide como residuo y no como valor.- Entonces, se habla de reinserción desde fuera del proceso de las pérdidas, pérdidas que se suplantan en la persona por las reflexiones sobre la muerte, tema que se instala como una pérdida y, no lo es.- Es en realidad una revalorización del resto de la vida y de las modificaciones de la axiología de las agendas, de sus últimas páginas.- Lo mas dañino es no percibir que las primeras y casi la mitad de las páginas de esa agenda no son post modernas, son anteriores y, lo “post” es en realidad el intento de clausura de los que vienen detrás en actitud que se pretende reparadora. Denle a ese hombre más dinero y recursos y será menos angustiado, será mas seguro, más creativo para decidir sobre los propósitos del resto de su vida, es como si la revitalización de esas pocas páginas a ser llenadas, lo fueran como si se tratara de las primeras.- Lo que algunos llaman el “acto creador” esa persona lo puede construir mejor, quizás mucho mejor que los cultores del antienvejecimiento, que en realidad es la cultura de la rendición anticipada.- El sistema previsional vigente no es culpable, lo son quienes lo han posibilitado y, la revisión totalizadora de esos actos antiguos, es lo que la sentencia de la Corte Suprema de Justicia ha señalado en el caso “Badaro”.- Así debe leerse tal fallo, en las barricadas también pueden ayudar los que metabolizan el concepto de la muerte, y no se trata de cualquier barricada, se trata de la que confirma la posibilidad de que el futuro es también construible por todos, realmente por todos.- A mí, todo esto me sucede y tengo vívidos los sueños y las esperanzas de que sere parte del cambio que se sueña - donde se trabaja y donde se vive, que es mas o menos lo mismo - , aún con los ojos mirando hacia la nada, que nos ponen delante de ellos para que cerremos esa puerta que otros, no se atreven a cruzar. Yo sí, y allí estaré y el final no lo será, es solo el deseo del adversario y no lo hago mío.- Y, cuando ya no recuerde lo esencial, el resto de mi memoria dirá que debo hacer y, lo haré.- El que tiene la suerte de tener un trabajo, tiene también la fortuna de escribir, hablar o reflexionar sobre él, aunque sea llano, repetitivo, carente de arrojo o de creación, siempre nos permite conocernos más, y a los demás, que es más que importante para saber hasta donde se llega, porque esto es útil, gratificante y construye aún nuestra estima y nuestro juicio sobre los demás y sus acciones y omisiones; nos ayuda a ser parte de un todo inacabado, mutado, defectuoso y con virtudes mas extensas que nosotros mismos en el seno del egoísmo que nos lleva toda una vida para conocernos.
Dr Juan de Dios Romero Buenos Aires, Diciembre 19, de 2007.-juandediosromero@hotmail.com
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