Responsabilidad Social Empresarial Estado-Legislación vs Empresa- Filantropía
Responsabilidad social empresarial, se refiere al compromiso que tiene la empresa con todos sus grupos de interés, es responder al empleado, al cliente, al proveedor, a la comunidad por medio de planes estratégicos de manera que estos planes se conviertan en ventaja competitiva para el negocio que se desarrolla. Ahora bien, unos dicen que no es filantropía y que no es sólo el cumplimento de las leyes ¿pero… no será el amor a hacer las cosas bien por el bienestar del otro, teniendo como base, el deber a través de la legislación una manera de empezar a ser socialmente responsable? es decir, ¿amor y legislación no serán el punto de partida para ser socialmente responsable?, descartarlos me parece absurdo. El Estado, como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las normas que regulan una sociedad , tiene el deber de promulgar y promocionar leyes, normas y reglamentos en pro del bienestar colectivo, por supuesto la empresa debe cumplirlas ya que es un deber no una opción. Sin las normas no hubiesen leyes, por lo tanto la anarquía imperaría y descartar la compasión, el amor y la voluntad que emana de la filantropía, seria aún mas anárquico e inmoral, en lo que si estoy de acuerdo, es que debe gestionarse esa legislación con esas ganas de hacer, es decir diseñar planes estratégicos competitivos, lo que se traduce en planes responsables sustentables , todos estos planes giran al entorno social y ponerles un coto seria ambiguo, regular lo social a través de normas certificables no seria conveniente es como decirle a la empresa,” hasta aquí”, teniendo en cuenta otro factor que estas normas, la mayoría están diseñadas para grandes corporaciones ¿que pasa con las PYMES o empresas familiares que son socialmente responsable desde su radio de acción? , a este respecto aflora la norma más novedosa la ISO 26.000 a los cuales se le ha unido comentarios tales como: según Camacho “..en ningún momento la ISO 26000 hace referencia a lo que es “hacer un uso eficiente”, lo cual podría prestarse para confusión e interpretaciones erradas.”.- Los empresarios consideran que el texto resulta “demasiado complejo y de difícil lectura” y que “no se aplica a todo tipo de organizaciones y está claramente centrado en grandes empresas, otro comentario lo realizó la presidenta de Acción RSE, Janet Spröhnle, quien manifestó abiertamente que la ISO 26000 “es lo más irresponsable socialmente que he visto”., su postura se sustenta en que, a su juicio, “la Responsabilidad Social es un tema de todos y no solamente del empleador”, por lo que “todavía no veo dónde están las regulaciones para las personas que están dentro de una empresa”.
Cabe destacar que este tipo de controversia se ha suscitado a los largo de los años, tal es el caso en los años 80 con las normas ISO 9000 donde la principal objeción era que la calidad no podía certificarse o formalizarse, eso se decía, hoy en día la calidad se certifica . El problema no es si se puedan certificar la RSE la cual lleva implícito programas sociales, ambientales éticos sino ¿cómo?, es bueno contar con indicadores de gestión como los propuestos por ETHOS o normas Certificables SGE21, pero ajustado a nuestra realidad como país específicamente Venezuela donde hay diversas leyes que ayudan a hacer el camino mas visible y otras inclusive que nos dan libertad tal es el caso de la LOCTI , el problema radica en el panoptismo del Estado y la timidez del empresario venezolano para creer y arriesgarse en planes gerenciales, que aun cuando su rostro es social es netamente competitivo, ni hablar de la satisfacción ética que produce y el retorno de la inversión que genera.
Si tomamos en consideración la función Estado-Empresa ambos tienen el compromiso de responder, el primero como órgano facultativo para establecer las normas que guiarán una determinada sociedad, y el segundo como unidad económico-social con fines de lucro, en la que el capital, recursos naturales, el trabajo y la dirección se coordinan para llevar a cabo una producción socialmente útil, de acuerdo con las exigencias del bien común.
Estamos en un momento crucial, al menos en Venezuela, donde la sociedad demanda al Estado mejoras en su calidad de vida, pero también: los trabajadores, proveedores, clientes demandan mejoras en condiciones laborales, productos de calidad, relaciones transparentes, es momento de unir esfuerzos y dejar de ser panópticos -filantrópicos sin planificación o peor aun no cumplir las leyes, y no darle seguimiento a las mismas.
La empresa debe aliarse estratégicamente con el Estado, esta sinergia es necesaria en un mundo cada vez mas globalizado y competitivo donde las alianzas estratégicas están a la orden del día, donde la única opción para superar las limitaciones que demanda una sociedad compleja es la vinculación con las partes interesadas. Las empresas y los gobiernos deben ser los guías para alcanzar la calidad de vida de sus habitantes”.
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