La Muerte en la tirada del Tarot Gitano
Una de las cartas más temidas en la tirada del tarot es la del arcano 13. El número no es casual. El trece, históricamente ha sido de mala suerte, como lo expresa tan bien la creencia de los hombres de mar. A ningún marino de la antigüedad se le ocurriría zarpar un día trece, pues es el número asociado con los malos augurios. Trece eran los comensales en la Última Cena, y un viernes trece murió Jesús. La misión a la luna a bordo del Apolo XIII fue un rotundo fracaso, pues nunca pudo llegar a destino y debió ser abortada. En muchos hoteles se evita el piso trece, pasando del 12 al 14.
Esta noción de mal augurio asociada al número trece se transmite al arcano de la Muerte. Sin embargo, en la tirada de las cartas no siempre es así. Este naipe tiene una compleja simbología, que nos ayuda a elaborar más finamente su significación final. De hecho, en algunos textos no se refieren a este arcano como la Muerte, sino como la Transformación, noción mucho más positiva. Si lo consideramos más profundamente, las transformaciones pueden ser muy beneficiosas, pero en toda transformación hay una muerte. El pasaje de un estado de menor evolución a otro de mayor desarrollo, donde se pueda alcanzar la realización de las potencialidades de cada persona, implica dejar de lado objetos, etapas o personas de nuestro pasado, a los que podemos estar muy unidos. Pero esta dependencia de cosas viejas no siempre es buena.
Para evolucionar, la oruga debe morir, para dar lugar a la mariposa. Y en la historia del mundo, los individuos más viejos mueren, para dar lugar a las nuevas generaciones, de otro modo no habría supervivencia posible. En consecuencia, la muerte no siempre es negativa. También es bueno cuando cosas negativas mueren. Cuando muere el captor, el prisionero puede quedar libre. Es su oportunidad de probar la libertad, pero la libertad también puede ser atemorizante para algunos individuos.
La imagen de este arcano tiene dos versiones. En una de ellas, nos muestra al esqueleto, a la muerte como es concebida en el imaginario cristiano, con una enorme hoz en sus manos, segando las cabezas que van brotando de la tierra. Sin dudas, esta imagen remite a la escena del Apocalipsis, cuando este mundo llegue a su fin, y solamente las almas puras prevalezcan. Los justos no tendrán nada que temer.
En otras versiones, la Muerte es un caballero feudal, que viene a traer un nuevo orden a la sociedad. Cayó un gobierno, pero se instaura otro orden, un orden nuevo, situación en la que algunos sufrirán, pero otros saldrán favorecidos. Cuando esta carta sale revelada en la tirada del tarot, muy pocas veces implica que habrá una muerte en el futuro del consultante, o que su muerte se avecina. Más bien, una interpretación más justa sería que ocurrirán profundas transformaciones, ya sea que la persona las busque voluntariamente o no.
Jesus Morrison jesus_morrison@yahoo.com
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