El tarot gitano y el Ermitaño
El Ermitaño es uno de los arcanos mayores del tarot Gitano que más intriga a los consultantes. Nunca se sabe qué actitud tomar cuando el Ermitaño sale revelado en la tirada. Por un lado, es una figura que causa cierta inquietud, es un viejo, vestido de negro. Nadie con esa apariencia puede ser benévolo y comprensivo. Pero no hay por qué alarmarse. El Ermitaño es en realidad, una imagen de uno mismo. Y ante la propia imagen no es sabio temer.
Cuando este arcano queda expuesto, es un llamado de atención. Los arcanos nos están queriendo decir que es necesario reflexionar, hay que mirar un poco más adentro de uno, sobre todo cuando los caminos se ven cerrados, y no se encuentran las soluciones. El secreto para que todo se destrabe lo tiene uno mismo, ni más ni menos. Si se quiere, es un llamado de atención, una admonición para retirarse del mundo y dejar de prestar tanta atención a las cosas que nos rodean y empezar a focalizarse en uno mismo. Existe una solución, eso es seguro. Y nosotros mismos somos los poseedores de la clave para salir del embrollo en el que nos encontramos.
La lámpara en su mano es un gran indicio. Por fuera, el mundo está en oscuridad, y es uno mismo el que tiene la luz salvadora. Cuando la luz se ha retirado del mundo, y este cae presa de la oscuridad, son los propios valores personales los que nos ayudarán en este brete. Es necesario poner luz donde ahora hay oscuridad. En consecuencia, este es un llamado a la reflexión, nos pide que nos retiremos del mundo oscuro y que miremos dentro de nosotros pues ahí está la respuesta.
El Ermitaño es un sabio. Es alguien que ha sufrido, y ha perdido cosas, pero más ha ganado. Todos sabemos que la experiencia es un don difícil de conseguir, y que solo se logrará por medio de la experiencia, valor intransferible. Podemos educar bien a nuestros hijos, y prevenirlos, pero no podemos darles nuestra experiencia, y el Ermitaño lo sabe. Todos debemos caminar ese difícil camino de la vida, que nos va dejando marcas, y nos hace sufrir en muchos trayectos, pero el resultado solo puede ser positivo. Hemos aprendido algo que nadie más puede darnos, algo que solo nosotros poseemos, la experiencia de la vida. Y en esto, el tarot gitano es muy sabio: nadie es mejor mentor de uno que uno mismo.
Jesus Morrison
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