Mi Pug

El 1 de Septiembre de 2007 llegó a mi vida y a la de mi chico Uva, una Carlina o Pug, que a penas tenía 2 meses y medio.

Mi chico y yo habíamos discutido mucho a cuenta de traer otro perrito a casa, ya que él había tenido que sacrificar a un Coker de 15 años hacía muy poco tiempo porque estaba muy malito.

Sin embargo, cuando Uva, que así le pusimos al Pug llegó, me enamoré de ella.

Su carita de pena, su pequeñito cuerpo y esa arruguita que tenía en la cara justo por encima de la nariz era para enamorase, sin duda...

Uva llegó malita, y creo que si no la hubiéramos acogido en nuestro hogar, no estaría hoy viva.

Cuando llegó, venía con una gastroenteritis, y casi se desidrata. Por suerte, el veterinario supo como controlarla, y pronto se recuperó.

Sin embargo, ésto no fue lo único, porque cuando parecía que ya estaba recuperada, vino la bronquitis. Pobrecita!! Por las noches se ahogaba!! A esta bronquitis le siguieron los ácaros en los oidos, y lo que es peor, el Demodex...

Uva se quedó casi pelona, porque la cogió de lleno. Estuvimos tratandola un montón de meses, y ahora, por fin, está totalmente recuperada, aunque la verdad, no lo quiero ni decir muy alto, ya que dicen que los Carlinos son una raza muy delicada. Ésto ya lo sabía yo, pero no sabía hasta qué punto!!!

Ahora Uva está preciosa, y todos los veterinarios dicen que, dentro de la raza, es un gran ejemplar!

Nosotros estamos orgullosos del esfuerzo que hemos hecho para que así sea!!!

Pero un consejo, si estáis pensando en compraros un pug, pensároslo bien, porque no es un perro cualquiera! Aunque merece la pena...