Primero la estrategia, luego el sitio web

La estrategia es básica para ganar cualquier guerra, porque eso nos permite tener un plan al que apegarnos para poder saber cómo proceder y reaccionar ante diferentes situaciones. Y cuando hablo de guerra no me refiero únicamente a la que pasa entre naciones, sino también entre empresas intentando captar la mayor cantidad de clientes.

He visto empresas con campañas offline bastante buenas, pero entonces voy a su sitio web y me encuentro que no concuerda con nada de lo que hace en el resto de sus relaciones públicas y publicitarias. Entonces te das cuenta de que no toman en cuenta las estrategias para sus esfuerzos en Internet.

De hecho el típico caso que he escuchado a la hora de contratar diseño web, es simplemente decirle al diseñador los colores que quieren, que logo usar y ya. Dejan todo en manos de la persona que hará la página pues después de todo “él es el experto” Obviamente no, es experto en diseñar, pero no necesariamente en hacer estrategias.

Y aunque fuese bueno para hacer dichas estrategias, en realidad no conoce el negocio de su cliente. La persona que se encuentra encargando la página es la que debería de haber tenido en mente la estrategia para hacer su sitio web. Pero normalmente la razón que los motiva es porque está “de moda” y ha oído que debe estar en Internet.

La lección de todo esto es no entrar a Internet sin ninguna razón. Es verdad que es mucho más útil tener una página de Internet que no tenerla, porque de alguna manera comienzas a dar el paso a utilizar este medio para tener una presencia en línea. Pero las páginas no son económicas y hacerlas mal puede significar perder el dinero simplemente.

Piense que es lo que quiere con la página, ¿captar prospectos? ¿Qué hagan llamadas? ¿Qué se inscriban a su grupo en Facebook, a su boletín electrónico? ¿Dar información sobre su empresa o educar a sus posibles clientes sobre las ventajas de sus servicios? Tenga la estrategia en mente y luego busque el mejor medio para aplicarla en Internet.