¿Realmente quieres salir de un matrimonio abusivo?

Cuando hay violencia o abuso en un matrimonio es difícil de admitir y tomar acciones al respecto (el divorcio, la más adecuada). El problema es que hay dificultades para verse a sí mismo como una víctima pues normalmente se piensa que eso es algo que sólo les sucede a los demás, no a ti. ¿Cómo saber si elegiste a una persona que abusa de ti?

El abuso físico no sólo se da en los estratos económicos bajos, sino también en los altos y tienen como común denominador la violencia física, verbal o emocional.

En el abuso “de lujo” o en los estratos altos, podemos identificar a gente:

Inteligente Educada Mujeres hermosas y talentosas que no creen tener la mentalidad de “víctima”. Tienen éxito en la mayoría de las cosas que hacen así que es una pena que no puedan trabajar. Sufren violencia doméstica.  Muchas veces se casan con hombres poderosos y han dejado carreras prometedoras debido a la presión implacable de su cónyuge. Son madres/padres clementes que hacen todo lo posible para proteger a sus hijos del abuso emocional y/o físico del padre. Tienen casas hermosas, se convierten en supervoluntarios y hacen todo lo posible para que su marido/esposa se vea bien. Están ocupados en no ver lo que es su cónyuge hasta que un día se despiertan y se dan cuenta de que ya no pueden perpetuar el mito de “felices para siempre”. Tal vez el cónyuge haya tenido una aventura amorosa, no da el soporte económico necesario o bien ha cometido varios actos de violencia en contra de la víctima. El instinto de la víctima la hace pensar que es mejor organizar un plan de escape y luego, tal vez, hacer el trámite de divorcio antes de que sea demasiado tarde.

Si hay niños implicados, el divorcio es más complicado. Muchas mujeres (u hombres) no eligen el divorcio para proteger a sus hijos del padre abusivo. Otros muestran una culpa extrema y quebrantan a la familia; de lo que no se dan cuenta es de que la exposición de los niños a los conflictos entre los padres y que sean testigos del abuso o de la violencia los perjudica psicológicamente.

Si los niños ven a uno de los padres golpeado, insultado o criticado, lo experimentan como algo que les sucedió a ellos mismos.

Así que si no quieres el divorcio solamente por cuidar el bienestar de tus hijos, ten cuidado porque les estás haciendo más mal que bien.

Una lectura que te puede ser útil es “Not to People Like Us: Hidden Abuse in Upscale Marriages”, escrito por Susan Weitzman o bien echa un vistazo a notpeoplelikeus.com. Este libro te ayudará a saber que no estás loco/a. Saber que no estás solo/a es fundamental para salir de esta situación y obtener el divorcio.

También te ayudará a entender y asegurar el plan para cuando estés listo/a para salir. Tener un plan es necesario porque el divorcio será un camino legalmente difícil. A menudo el abusador “de lujo” cuenta con los medios, el poder y la influencia para contratar a un equipo legal de ensueño y recurrir a los tribunales para sacar ventaja del caso, pero no estás solo/a.

El divorcio por el bien de los niños

Si piensas que el divorcio no es una solución por el bien de los niños piensa en esto: ¿Por qué dar a los niños un hogar disfuncional a cargo de dos padres que no pueden mostrar amor por otros? ¿Te das cuenta de cómo los niños aprenden a amar? Ellos aprenden a amar al observar a sus padres interactuando entre sí. También es así como los niños aprenden a comunicarse cuando son mayores.

Una de las cosas más grandes que las parejas pueden hacer cuando están frente a sus hijos es demostrar amor en primer lugar. El niño que ve esto comenzará a ver cómo se trata a alguien cuando hay amor. Ellos aprenden de sus padres, ¿te gustaría que aprendieran de un padre abusivo?

¿Cuántas veces saludas a tus hijos, acaricias al perro o tomas algunos frutos secos antes de besar a tu cónyuge? Tus hijos ven esto y cada vez que lo haces. Ahora están aprendiendo de ambos padres.

Permanecer junto a una persona abusadora  “por el bien de los niños”, es uno de los errores más grandes que muchas personas han cometido porque no hay amor y eso es fundamental para dar una buena educación.

Puedes enviar a tus hijos a las mejores escuelas, llevarlos de vacaciones a los mejores lugares, comprarles los mejores juguetes, pero si tú y tu cónyuge no se aman y no muestran amor o, lo peor, solo muestran violencia entre ambos, eso es lo que tus pequeños van a aprender sobre el amor y la forma de tratar a alguien en una relación.

Los niños son grandes imitadores y son el espejo de sus padres, aprenden hasta la forma de hablar de sus padres y tratan a los demás de la misma forma en que sus padres lo hacen.

¿Alguna vez has visto a un niño que tenga una fuerte aversión por algo aunque no lo haya experimentado? Puede tratarse de una aversión de alguno de los padres; el niño solo está imitando.

Así que la próxima vez que pienses en quedarte con tu pareja “por el bien de tus hijos”, recuerda que es mejor que los niños tengan a uno de los padres para que les enseñe a amar que a dos que solo le muestran violencia e ira.

Con información de: huffingtonpost.com