La UCR en la Argentina: halcones herbívoros, palomas carnívoras, teros y aves de corral
Que la Convención partidaria presione a favor de una postura señalará una vez más que la aritmética no siempre encuentra una asociación con lo político.
La información política argentina da cuentas del grave proceso de crisis que atraviesa el principal partido político de oposición en la República Argentina, la Unión Cívica Radical. En forma cada vez más desembozada surge públicamente una polémica que, desde lo aparente, describe a un escenario férreamente polarizado entre posturas relacionadas con la adhesión o el rechazo a la gestión y a la continuidad del presidente Néstor Kirchner, o su esposa, Cristina Fernández..
Sin embargo, y como se afirmara anteriormente, esta situación es tan sólo aparente. La realidad es mucho más compleja que la puja entre los defensores de Kirchner o su ex ministro de Economía, Roberto Lavagna. La diversidad de posturas alternativas y matices entre ambas posiciones hace suponer que la crisis trasciende la perspectiva electoral.
Una caracterización típica a la que se suele recurrir toda vez que se intenta describir una situación crítica como la que sacude al centenario partido, es clasificar a los contendientes entre halcones y palomas. En este caso, los primeros serían aquellos que fundados en lineamientos doctrinarios o conducta partidaria sostienen una postura vinculada con el establecimiento de un marco decisorio desde un punto de vista orgánico. Los segundos, por el contrario, serían los que niegan, o ven agotadas las instancias como para someterse y aceptar una deliberación de carácter interno.
Sin embargo la cuestión no resulta tan sencilla. Sucede que analizando la cuestión con mayor profundidad, es posible reconocer que a lo señalado se sumarían nuevas especies aviarias, como halcones herbívoros o palomas carnívoras. Y ello es así luego de analizar los argumentos de muchos de los que amenazan con una ruptura institucional, justificando la postura asumida desde los principios históricos del radicalismo, como también los fundamentos de muchos de los que proponen un respaldo institucional a la candidatura de Lavagna, sin lograr disipar los fantasmas que se asocian con la manipulación de la estructura partidaria para conducir a la UCR a una alianza con sectores retrógrados del peronismo bonaerense. Unos y otros, lejos de ser la causa de la crisis, tan sólo constituyen un penoso indicador de una penosa debacle.
No basta con apelar a un ingenio que trata de ganar la pulseada desde juicios históricos fácticos o contrafácticos. Acusar a los radicales kirchneristas como una reedición de los seguidores de Hortencio Quijano suena tan ridículo como pretender volver a escribir la historia afirmando que la adhesión a Néstor Kirchner es equivalente a materializar la alianza no consolidada entre Juan Domingo Perón y Amadeo Sabattini, o entre aquel y Ricardo Balbín. La chicana política sólo sirve para solapar la realidad patética realidad.
Por otra parte, también resulta falaz creer que el alineamiento de las bases radicales se establece conforme a esta divisoria. La atomización partidaria es capilar y preexistente, sólo que en este caso, se trata de una divisoria a nivel de superestructuras. O acaso, ¿no existen radicales que actualmente se identifican con el ARI de Elisa Carrió? ¿o con diversos partidos provinciales como el Partido Nuevo cordobés de Luis Juez? ¿o con el CPC de Mauricio Macri? ¿o con el Partido Socialista como el radicalismo santafesino? ¿o con Recrear de López Murphy? ¿o con movimientos sociales como la CTA? ¿o los que se definen como independientes al no sumarse a ninguna estructura? ¿o aquellos que siguen apostando por plasmar una fórmula presidencial con candidatos "genuinamente" radicales? ¿No resulta esto una señal de clara implosión política con eje en la crisis de los partidos políticos convencionales? Siguiendo con la metáfora aviaria, se podría decir que hace tiempo que el alambrado del gallinero ha dejado de contener a las aves de corral. Las pocas ponedoras que quedan ya casi no producen huevos y todos se ven entre sí como teros usufructuando del radicalismo, pero para poner los huevos en otro lado.
¿Tiene solución esta situación? La tragedia griega enseña a aceptar que no siempre los problemas tienen solución. En este caso, el triunfo de un sector, a expensas del otro, marcaría eventualmente ocasionales ganadores y perdedores pero lejos señalará una solución de fondo.
Tal vez, por respeto a ese sentimiento radical que todas las expresiones dicen mantener, la alternativa pase por jugar a la dilación. Como aquel que jugando a los naipes, al no verse favorecido por el azar, decide pasar a la mano siguiente, forzar una decisión probablemente resulte equivalente a negar la fortuna. En este caso, la dilación se denomina libertad de acción. Que la Convención partidaria presione a favor de una postura señalará una vez más que la aritmética no siempre encuentra una asociación con lo político.
A pesar de las diferencias, puede advertirse un denominador común. Éste se vincula con la dialéctica trazada entre la pretensión de que la UCR no se extinga y las formas de afirmarse como referencia para el mantenimiento o acceso al poder, lo que puede ser el insumo básico para una recomposición a mediano plazo.
Aunque en el futuro nada será igual en la UCR, la única alternativa frente a un probable resurgimiento es la de no adoptar medidas extremistas. Al fin y al cabo, la historia no termina en 2007. Lo auténticamente de fondo es y será volver a configurar una trama que restituya el affectio societatis perdido.
Lic. Esteban Crevari
Director de PaísGLOBAL
http://www.pais-global.com.ar
Estos son artículos de distintos escritores, que no tienen perfil, originalmente añadido por la administración de artículo.org.
Registro automático