Los hombres que estan solos y esperan

Citando al titulo de un conocido libro de Raúl Escalabrini Ortiz: "El hombre que esta solo y espera", quiero definir así, la imagen que tengo de la situación del pueblo argentino, del cual soy parte.

La crisis del 2001, logro, lo que otras no pudieron; expulsarme a tierras lejanas y extrañas.

El sentido de pertenencia, a juzgar por mi experiencia, pereciera ser un estado permanente y, es por ello, que me incluyo dentro de los hombres que "están solos y esperan".

Que esperamos­?:

"Que hay que pasar el invierno" ? : como nos decia una y otra vez Álvaro Alzogaray; uno de los tantos ministros de economía que intentaron su magia y fracasaron. Más recordado por esta frase que por sus aciertos.

"La casa esta en orden": dijo alguna vez Alfonsin…, y le creímos.

"El que apuesta al dólar pierde" y, lo único que perdí fue su nombre de mi memoria.

"Síganme que no los voy a defraudar": todavía suena en mis oídos cuando Menem, emulando al flautista de Hamelin, nos llevo como ratas al precipicio.

"Yo me borro": salio de la boca de un Casildo Herrera asustado y apurado que guardando "violín en bolsa" o no precisamente un violín, nos dejo sin decir chau.

O, cuando el muy conocido dirigente gremial Barrionuevo, haciendo gala de sus conocimientos económicos, hizo publica la estrategia para terminar definitivamente con los males de la economía Argentina.

Resumiendo en pocas palabras su plan, dijo : "dejemos de robar por 2 años y se resuelve todo". Lamentablemente, también fracasó, porque el periodo propuesto era demasiado largo.

El muy conocido filosofo español Ortega y Gaset se animo a darnos un consejo diciendo: "argentinos, a las cosas", y desde luego tampoco lo escuchamos.

Mientras tanto, los argentinos que "estábamos solos y esperábamos" le oímos decir a Juan Domingo Perón, en otra de sus celebres expresiones : "La única verdad, es la realidad".

Debo reconocer que en cuatro palabras resumió el concepto de

que no existen dogmas, teorías, planteos, proyectos, solo existe la realidad y, mientras tanto los argentinos: "estamos solo y esperamos".

Imagino a la política argentina como un gran tablero de ajedrez, y a nuestros políticos, divididos en blancas y negras con sus: peones, alfiles, torres, caballos, reina y rey.

Se plantean y ejecutan innumerables estrategias y movimientos pero, a diferencia del verdadero juego: nadie sale del tablero y tampoco nadie ingresa. La jugada por excelencia es el enroque.

El mundo nos observa de lejos; la partida no es interesante; las estrategias y jugadas no terminaran en ningún libro; el reloj se activa y reactiva sin fin. Solo somos objeto de la curiosidad y de la originalidad.

Mientras tanto los argentinos : "estamos solos y esperamos".

Por Marcelo Keselman

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