¿Alguna vez pediste un autógrafo?

¿Te acordás qué es eso?  Esa firmita que alguna persona famosa o alguien que para nosotros era famoso o digno de serlo,  nos daba en algún papelito de emergencia. Esa era la prueba táctil e increíble, para quienes la conseguíamos, de que habíamos estado cerquita cerquita de esa persona importante para nosotros. ¿Te acordás?  Bueno, ya no existen más.

Cualquier papelito servía, el más romántico y a mano era la servilleta de algún bar o restaurante, pero había también autógrafos ya planeados.  Agendas mimosas, llenas de corazones, florcitas y poemas, que ahí, en un lugar preferencial, después de horas de espera de nuestro artista amado, tenemos su firma!! Y si teníamos mucha mucha suerte hasta un “con cariño” o si el artista era más serio un “con afecto” y ni te digo si lográbamos un “con amor” paaa qué impresión y qué envidia para nuestras amigas.  Reconozcámoslo, sólo una adolescente puede tener una agenda llena de dibujos y colorcitos, sólo una adolescente espera a su ídolo del momento por horas, solamente por un flash de atención.

Bueno queridas y queridos adolescentes, esos papelitos ya no corren más, por más enmarcado que le hagamos, hoy en día lo único que importa es una foto. Sí, una foto. Pero no cualquier foto, tiene que ser una foto sacada por ti y si logras que tu estés en la foto, esa es la cúspide del mundo!  Ahí ya no sería sacada por ti, queda mejor que la saque otra persona, si la sacas tu es muy probable que no quede bien encuadrada y que se te vea el brazo.

De última los corazoncitos y flores que antes estaban en la agenda ahora son stickers en tu cámara.

Así que, estimado, si ya tienen su objetivo famoso, ese personaje que les quita el sueño, el hambre y hasta las ganas de estudiar,  agarren su cámara digital y alguna amiga que les pueda sacar la foto y estén prontas!