La actitud: influencia principal en un pequeño negocio
Desde hace ya varios años la actitud de los empleados se toma mucho en cuenta para el éxito de cualquier negocio.
Antes nada más te daban con el látigo, pero ahora ya se siguen un poco la filosofía de que un empleado contento trabaja mejor.
Por eso hay muchas empresas, especialmente las exitosas, que invierten en entrenamiento para el trabajo y también para la actitud de los empleados.
El problema es que cuando quieres tener tu propio negocio, la actitud es lo que queda hasta el último, si es que llegas a pensar en ella.
Un negocio primero se trata de conseguir dinero para empezar, ver que vas a vender o qué trabajo vas a hacer, local, transporte, etc. Sin eso no puedes empezar y dedicas todo tu tiempo y energía a que el negocio despegue.
Después de eso hay que trabajar todos los días para que el negocio, que apenas va empezando, empiece a generar ingresos y puedas pagar las cuentas y tal vez algo de lo que pediste prestado o invertiste.
No pasa mucho para que llegues a creer que lo único que lograste al empezar un negocio es tener otro trabajo y que ni siquiera te da prestaciones y solo te puedes quejar con el espejo.
Si tú eres la principal trabajadora y quien inicia todo en tu negocio, ¿qué consecuencias crees que tenga tu actitud?
Porque si se ha comprobado que en una empresa la actitud de los empleados es vital, ¡imagínate cuando tú eres la dueña del negocio!
Así como inviertes en entrenamiento para mejoras directas en el negocio (administración, contabilidad, tecnología, etc.), también debes entrenar tu actitud, que es la que va a decidir, más que otra cosa, si tendrás éxito o no.
Mejorar tu actitud no es algo del otro mundo y hay quienes lo pueden hacer solas (hasta caen gordas porque parece que siempre están contentas), pero también es algo que puedes aprender y desde hace tiempo hay libros, audios, videos, seminarios, diplomados, campamentos y mil cosas más para hacerte una persona más positiva y efectiva.
Claro que tiene un costo, tanto en tiempo como en dinero, pero el punto no es el costo sino el crecimiento económico que puedes lograr cuando tienes la actitud correcta.
Tener una actitud positiva no es algo que solo sirve para poner sonrisas y estar a la moda con la autoayuda; es algo que vas a necesitar para tener éxito en un negocio.
Ya bastantes problemas vas a tener con la competencia, con las crisis, malos clientes, impuestos y mil cosas más, pero si le sumas una mala actitud, ¡mejor ni empieces!
Invierte en tu actitud tanto o más que en tu negocio. A fin de cuentas, eres tú quién maneja las cosas y quien decidirá el éxito de tu emprendimiento. El que tengas un negocio en casa no es muy diferente a cualquier otra empresa.
Si quieres saber cómo empezar tu propio negocio y trabajar en casa, visítanos en Mi Mamá Trabaja En Casa para descubrir lo que puedes lograr.
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