Mantas de Grazalema. Lavado y mantenimiento.
Cuando compramos una manta de Grazalema, fabricada en pura lana virgen y de forma tradicional, la pregunta que va implícita en la compra suele ser la misma ¿Cómo la lavamos la manta de lana, en seco, a máquina, la llevamos al tintes? A lo que siempre se responde como si de un relato se tratara...
En Grazalema, tierra donde se han fabricado mantas durante generaciones, siempre se han lavado sumergiéndolas en un barreño o bañera con abundante agua a temperatura ambiente, tibia ni caliente ni fría, con un poco de amoniaco o con un detergente muy pero que muy suave, cuando decimos suaves nos referimos a que no haga espuma, si la hiciera sería imposible quitársela después... La manta se deja reposar un par de horas en la bañera o recipiente donde hayamos decidido depositarla y lavarla. Pasado este tiempo, procedemos a cambiar el agua de la bañera para enjuagar las mantas, para lo cual repetimos el proceso de dejarlas otro buen rato "a solas" a fin de que el enjuague sea eficiente. Abrimos a continuación el tapón de la bañera y dejamos que el agua sola abandone a la manta (no es necesario escurrir, las propiedades físicas y químicas de la lana hacen que la manta desprenda la mayor parte del agua de forma natural, apenas reteniendo algo de humedad final).
Llegados a este momento, estamos en disposición de tenderlas ¿Qué momento? Pues, la tarde y la noche! Las horas de sol no son recomendables, la temperatura puede hacer que el poco agua que las mantas conservan se caliente y las haga encoger, aunque realmente esta posibilidad es poco probable, no obstante conviene respetar las lecciones tradicionales...
Una vez seca, de bonita forma doblada la guardamos y en esta ocasión se establece como recomendación final, acompañar la manta con un antipolilla, (por seguridad). No hayq eu olvidar que la lana es natural y orgánica por lo tanto sirve de alimento a ciertos insectos como la polilla. El mejor que hemos comprobado es el cedro, sí, trozos de madera de cedro, (de venta en grandes superficies). Hay quien prefiere las famosas "bolitas de alcanfor" aunque de forma generalizada se puede decir que cada vez somos más susceptibles a su fuerte olor... Así hasta la próxima temporada, aunque no todos los años es necesario lavarlas, algunos años es suficiente con tenerlas de cohe para airearlas simplemente.
Así se mantienen las mantas de Grazalema en estado óptimo, así se cumple el refrán de una manta de Grazalema, una manta para toda la vida, pero también hay que saber las cosas que son para toda la vida.
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