Claroscuros de la guerra de Chiapas
El Ejército Mexicano tuvo la aprobación presidencial para constituir equipos militares a cargo de promocionar grupos armados (paramilitares) en las áreas de conflicto de Chiapas. La intención fue “ayudar” al personal indígena local en la resistencia al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Esa grave acusación -asentada en un documento clasificado como “secreto” de la norteamericana Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA por sus siglas en inglés), que ha sido desclasificado- involucra al gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) y tendrá que ser aclarada y los responsables políticos, juzgados.
El cable-documento que lleva por título “Military involvement with Chiapas paramilitary groups” o “Participación de los militares con los grupos paramilitares en Chiapas” va calzada de la clave MRN: 5042341, ICNbr: TED8258 y fue despachado “de rutina” desde la ciudad de México por la embajada americana a las 09:01:55 AM del 5 de mayo de 1999, cuando se cumplían 137 años del ataque y defensa del Fuerte de Loreto y del Fuerte de Guadalupe, durante la invasión francesa de México que tuvo lugar en Puebla. En el documento se revela abiertamente la participación castrense en esa especie de “asesoría” militar.
Durante los actos de la masacre de diciembre de 1997, los oficiales de inteligencia del Ejército estuvieron involucrados en "cubrir" a esos grupos armados (paramilitares) en las montañas de los altos, en Chiapas, reza el informe.
En el verano de 1994, el Ejército creó equipos de personas especializados para recoger información de las comunidades indígenas, principalmente en Los Altos y Las Cañadas, pero con la intención de tener otras unidades similares operando en áreas del entorno de las comunidades zapatistas en Chiapas.
Estos grupos estuvieron compuestos principalmente de jóvenes oficiales en el rango de primer y segundo capitán, así como sargentos seleccionados que hablaban el dialecto regional.
El equipo Humint (inteligencia humana especializada) estaba compuesto de 3 a 4 personas, quienes fueron asignados para cubrir comunidades seleccionadas por un periodo de tres meses.
Después de esos 3 meses, los oficiales miembros del equipo fueron rotados a otra diferente comunidad en Chiapas. La preocupación por la seguridad y recaudo de los equipos fueron razones primordiales para la rotación cada 3 meses.
Con el fin de obtener el apoyo de las comunidades locales y recolectar información de inteligencia, el equipo Humint (human intelligence humint) del Ejército ayudó a los grupos armados con el entrenamiento y les dio protección contra la detención por parte de los organismos encargados de la aplicación de la ley y unidades militares que patrullaban la región.
Los reportes de la prensa sobre la masacre de Acteal incrementó la atención pública hacia la ayuda que el Ejército brindó a los grupos armados, pero sin embargo, ninguno de sus miembros fue encontrado directamente culpable, ni tampoco la existencia del equipo Humint fue revelado.
Adicionalmente, mientras la práctica de ayuda directa a los grupos armados fue reducida, los equipos Humint del Ejército continuaron operando en las áreas de conflicto de Chiapas.
El equipo también continuó confiando en la ayuda de los grupos armados para proveer al Ejército Mexicano de información sobre los simpatizantes del EZLN.
La Guerra en Chiapas
Guerra total y enemigo total. Todos son enemigos. El objetivo destruir: los pueblos indios. El estorbo: el EZLN. El subcomandante Marcos (Rafael Sebastián Guillén Vicente), principal ideólogo, portavoz y mando militar del grupo armado indígena mexicano sabía que algo se tejía en contra de su movimiento.
Denunció que detrás del conflicto había una intención de la conquista del territorio y el botín de guerra era su cabeza y dijo que el Ejército Mexicano era de “ocupación” y denunció el control del poder político local como una extensión de la guerra.
El golpe quirúrgico y el golpe total nunca llegó porque el ambiente político era poco propicio. Los GAFE (Grupos Aerotransportados de Fuerzas Especiales) de 90 a 105
soldados en cada unidad no pudieron doblegar a los indígenas porque estos estaban pertrechados en la inexpugnable selva chiapaneca, el cuartel general de la inconformidad.
El 1 de enero de 2006, Marcos, ahora Delegado Zero, empezó una gira en los 32 estados mexicanos para promover la Otra Campaña con la que buscaba escuchar al pueblo mexicano, a los organizados y a los que no lo están, “a todos aquellos que desde abajo y a la izquierda busquen cambiar el actual estado de la sociedad”.
Su marcha no tuvo el fruto esperado y el Subcomandante pareció haber sido olvidado. Lo que no se olvida es la matanza de Acteal, resultado de una incursión paramilitar en la zona zapatista de Los Altos de Chiapas, realizado el 22 de diciembre de 1997.
Presuntos miembros del grupo Máscara Roja atacaron a indígenas tzotziles de la organización Las Abejas, que se encontraban en el interior de una capilla rezando. El resultado fueron 45 muertos, incluidos niños y mujeres embarazadas. Por estos hechos fueron encarcelados 26 indígenas identificados por los deudores de las víctimas como los autores de los crímenes.
Veinte de estos acusados fueron exculpados el 12 de agosto de 2009 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México (SCJN), bajo el argumento de que la Procuraduría General de la República fabricó evidencias para inculpar a los presos.
A la distancia, Ernesto Zedillo cuyo gobierno estuvo marcado por la crisis financiera o “Efecto Tequila” tendrá que aclarar la cuota que le corresponde por el conflicto de Chiapas, el paramilitarismo y la masacre de Acteal.
Las responsabilidades penales por violaciones a los derechos humanos no prescriben.
joseluiscastillejos@gmail.com
José Luis Castillejos Ambrocio
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