La cesta de Navidad. Desde los romanos hasta nuestros días

Sin meternos en reflexiones sobre consumismo en Navidad que nos daría para más de un artículo, el hecho es, que si en Navidades te falta en casa la Cesta de Navidad, parece que no disfrutas de las fiestas de la misma manera, te falta algo.

Vemos como año tras año toda la parafernalia que rodea a la Cesta de navidad se repite. Frases como "este año no tendremos cesta", "me da igual", "seguro que es peor que la del año pasado", etc, pueden ser tan típicas de navidades como lo es la lotería de navidad o la paga extra.

Descubrimos en nosotros mismos reminiscencias de nuestros antepasados cuando después de haber cazado un buen mamut lo llevaban a casa con orgullo. Tanto el cazador como los que no habían cazado debían de tener sensaciones parecidas a las nuestras. Los que no habían cazado una mezcla entre envidia del cazador y de esperanza de que mañana será un día mejor, y el cazador una mezcla de orgullo por llevar comida a casa y de "no me quites el mamut que la tenemos" por otro lado. Todo ello traducido al siglo XXI lo único que debemos cambiar es el mamut por la cesta de Navidad y observamos que no hemos cambiado tanto, ¿verdad?.

Buscando conexiones a lo largo de la historia, parece ser, que la primera pista nos la dan los romanos (seguro que si alguien escarba encuentra conexiones anteriores, es más, seguramente llegaría hasta la época del cromagnon), cuando Rómulo recibía de la diosa Strenia ramas de árboles frutales en señal de buen augurio para los siguientes 12 meses, - observamos como el significado del presente es dar buena suerte a Rómulo para que tenga buenas cosechas (a lo mejor le hacía falta), por otro lado aquí vemos que el emisor del regalo y receptor del mismo son una diosa y un monarca, no esta mal -. La siguiente pista que nos dan se traslada ya a la época feudal - en este caso tanto los regalos como los que dan y reciben son más terrenales, y vemos además como los roles de receptor y emisor se pueden cambiar entre los siervos y los señores (que majetes eran los siervos, o les obligarían, no lo sé)-. Por último, remontándonos a nuestros tiempos, ya en el siglo XX, vemos como el regalo ha tomado un carácter más de agradecimiento y como habitualmente el emisor suele ser una empresa y el receptor de la Cesta de Navidad suele ser el trabajador.

Actualmente, y siguiendo el hilo argumental expuesto arriba, vemos en los últimos tiempos como el significado puede mantenerse en cuanto a que al final la Cesta de Navidad es un gesto de agradecimiento, pero vemos como va cambiando algo en cuanto al contenido de la cesta y también en cuanto a que se ha ampliado el abanico de quien obsequia con este presente.

En cuanto al contenido, vemos como aparecen cestas mejor seleccionadas con productos de toda la vida como Jamones Ibéricos y lomos ibéricos y se incorporan otros nuevos como pueden ser legumbres o productos delicatessen, tendiendo a desaparecer productos "relleno" como pueden ser botellas, polvorones y turrones. Es decir, se tiende a cestas "de menos peso" y más calidad.

Respecto del que obsequia, vemos como se han añadido a las empresas, particulares que ven en la cesta una bonita manera de mostrar el cariño y que se acuerdan de su gente querida, sumando a estos últimos los que ven en la

Cesta de Navidad

una oportunidad de mostrar su agradecimiento al que recibe de ellos el presente.

Un saludo a todos ...

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