Perritos que crecen
El perro es un animal de crecimiento mucho más rápido que el niño. Algunos perritos como el pinscher vienen al mundo con 200 g, pesará 2 kg a los 8 meses y un pastor de 400 g al nacer pesará de 20 a 25 kg antes del año. Mientras un niño pesa al nacer aproximadamente 3kg y al año pesa 10 kg.
Los perritos pasan a ser adultos más o menos a los 8 meses, por lo que hasta esta edad se le deben procurar los medios para que se le formen bien los huesos y los músculos.
Los dos elementos indispensables son los minerales y las proteínas. Los minerales son esencialmente el calcio y el fósforo. El pan no contiene casi nada; se aumenta la porción de fósforo si se les da pan integral, pero aún así no se satisfacen más que las necesidades de un cachorro de raza pequeña. El arroz y las pastas contienen asimismo muy poco y la carne aún menos. Los únicos alimentos que poseen minerales son la leche (1,25 g de calcio y 800 g de fósforo por litro) y los huesos (10 a 20 % de su peso).
En lo que respecta a los huesos, no deben ser demasiado duros y tampoco deben tener esquirlas que se puedan tragar sin ser vistas. Hay que excluir los huesos de conejo, de cordero y todos los huesos de costillas y de pollo, a excepción del caparazón.
Asimismo, los perritos necesitan algunas vitaminas, especialmente las A y D, pero éstas no producen los efectos adecuados si los elementos minerales necesarios no son suficientes; ayudan a su fijación en los huesos, pero no hacen nada cuando no existen elementos que fijar.
Las vitaminas A y D se encuentran en el hígado y en la yema de huevo y la vitamina A, en las zanahorias crudas. En su defecto se les puede administrar por medio de medicamentos, pero, dada su concentración, hay que tener cuidado de no abusar. El exceso de vitaminas no mejora nada e incluso puede ser causa de raquitismo. No hay que sobrepasar la dosis de tres a diez gotas por día de los principales preparados comerciales. Existe una vitamina, la C, que es indispensable para una buena elaboración del sistema óseo del perro. Se encuentra en las verduras crudas o, mejor aún, en el jugo de naranja o de limón que se incorporará una vez por semana a la pasta.
Si estos cuidados no se hacen bien puede ocurrir que un cachorro se coma sus excrementos o que, por no tener huesos, muerda los objetos más diversos o coma la hierba del jardín.
Las proteínas constituyen el segundo elemento; son las que ayudan al cachorro a elaborar sus músculos y sus órganos y a desarrollar de forma paralela sus tejidos blandos.
En el pan, en las pastas y en el arroz existen muy pocas proteínas; la sémola de avena es muy superior sobre todo si se cuece o si se hincha con agua caliente Las dos fuentes más importantes de proteínas son también la leche (40 g por litro) y la carne (20 a 30 g p100 g).
La carne no debe ser demasiado grasa. Las mejores son las de res o cordero; la de cerdo, mucho más grasa, es de menos valor y, por tanto, poco aconsejable. Puede ser un trozo de carne de segunda calidad pues, más o menos sabrosa o más o menos tierna, la carne tiene siempre el mismo valor alimenticio.
Si no quieres complicarte preparando la comida, existen preparados alimenticios para tu mascota con todo el valor nutritivo necesario, no obstante, es bueno de vez en cuando gratificar a tus perritos con algo distinto.
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