¿Dónde Inicio?
Mucho se ha hablado sobre la falta y perdida de valores en la sociedad actual, desafortunadamente todos tenemos culpa en ello con nuestras actitudes.
A la familia se le considera como el núcleo de la sociedad, y es en ella donde se da vida y se forma a los nuevos ciudadanos que tomaran sus roles dentro de la sociedad.
Cuando hablamos de personas deshonestas, corruptas, en general de todas aquellas que rompen con la armonía y el respeto de sus semejantes, quizás deberíamos preguntarnos en que parte de su vida inicio con ese tipo de actitudes para comportarse de esta manera, tal vez fue en el ambiente laboral, donde resulta ahora que hasta para poder agilizar un tramite “derecho” de un proceso, se tiene que requerir de alguna “propina” fomentando así la corrupción. Tal vez fue durante su formación académica, donde descubrió y vanamente se convenció que con la ley del mínimo esfuerzo podría salir adelante, sin importar ni medir las consecuencias que ello pudiera traer en su vida personal.
Pero lo mas triste y complejo, sería descubrir que el origen de todo esto fue durante su niñez, en su hogar, donde se supone debe de haber tolerancia, justicia, amor, respeto, perdón, compromiso, etc., valores y virtudes que todos y cada uno de los miembros que integran esa familia experimentan viven y comparten mutuamente. Tal vez todo esto se ha quedado en un cúmulo de buenas intenciones más no de acciones, pues como todos sabemos una acción dice más que mil palabras.
Paradójicamente las nuevas generaciones de niños están llegando cada vez más abiertos a la aplicación de la tecnología y a una cada vez mas impactante cultura Light, donde sin duda alguna se busca obtener una mayor satisfacción.
Es aquí donde las familias se convierten en cómplices por no fomentar en ellos la vivencia de valores universales en ellos, pues tal parece como si estuvieran fuera de contexto en nuestra sociedad actual.
Vale la pena reflexionar como perciben los niños nuestras actitudes, pues de esta percepción que tengan ellos de nosotros, formaran su personalidad y carácter que desarrollaran en la sociedad en un futuro no muy lejano y sino estamos dando buenos ejemplos hacia ellos, no quisiera imaginarme como sería el mundo durante algunos años.
Juzgo yo, aun estamos a tiempo de enderezar el camino, o de reforzar el paso, conscientes de que solo una educación fundamentada en valores y acciones nos permitirá obtener la sociedad que todos queremos.
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