Gatitos bien educados. Trucos y consejos

En sus primeras diez semanas de vida, los gatitos aprenden todo aquello que deben saber. Este proceso se basa en tres principios:

Los gatitos observan lo que hace su madre e intentan imitarla.

Aprenden a base de buenas y malas experiencias.

Cuando el gatito consigue algo de una determinada forma, a partir de ese momento lo hará siempre así; si usted aprovecha esto para la educación de su minino, seguro que tendrá éxito. De todos modos, hace falta armarse de paciencia, actuar con mucha calma y ser muy constante.

Cómo educarlo correctamente

Los gatitos solamente podrán adaptarse a nuestras reglas si nosotros estamos dispuestos a aceptar sus costumbres. Y para ello será necesario que sepamos expresarnos en su idioma, que aceptemos compromisos y que tengamos en cuenta sus posibilidades y alternativas.

Ofrecer en vez de prohibir: No se limite a prohibirle al gato que arañe el sofá. En vez de eso, ofrézcale un arañador y dele un premio cada vez que lo use.

Estabilidad en vez de cambios: para que su gato se sienta seguro y confiado deberá procurar que no cambien los lugares, materiales, sonidos y acontecimientos que le gustan. La rutina no sólo no les aburre, sino que les resulta imprescindible.

Consecuente en vez de voluble: una vez se le ha prohibido algo, se mantendrá la prohibición.

Necesidades fisiológicas

Los gatitos empiezan a ir al lavabo a la edad de tres o cuatro semanas. Es decir, que cuando usted reciba a su gato, este ya estará acostumbrado a no ensuciar la casa, aunque tendrá que ocuparse de que siga siendo así.

A los gatitos hay que proporcionarles una caja plana. O mejor varias, para que siempre tengan una cerca.

La cubeta para los gatos adultos deberá ser lo suficientemente amplia como para que el animal pueda darse la vuelta cómodamente en su interior y pueda escarbar sin problemas.

La cubeta hay que colocarla lejos del comedero, en un lugar tranquilo y resguardado, y dejarla siempre allí cuando el gato ya se haya acostumbrado a ella.

Al principio hay que emplear un material absorbente que el animal ya conozca (preguntar a su anterior dueño si es adoptado). Si se ha de efectuar algún cambio, debe ser progresivo.

Coloque una capa de arena para gatos de unos cinco centímetros de espesor. Elimine diariamente las heces, vacíe todo el contenido una vez a la semana y lave la cubeta con agua hirviendo.

Un consejo para ti y para tu mascota: no sirve de nada castigar a los gatitos por haber hecho alguna travesura. Es mejor orientar sus instintos naturales en una línea educativa.