Negligencia Médica que ocasionó una lesión medular
La pérdida de la movilidad y la sensibilidad en la mitad inferior del cuerpo puede resultar una experiencia traumática. Pero, ¿Qué sucede cuando ésta sucede como consecuencia de la negligencia de un facultativo médico?
Luis trabajaba en el Sector de la Construcción, motivo por el cual tenía que desarrollar buena parte de sus funciones en lugares elevados. Un día perdió el equilibrio mientras subía por una escalera a un andamio y se precipitó al suelo.
Inmediatamente fue trasladado al Hospital, donde el equipo de facultativos que le atendió le sometió a diversas pruebas. Cuando el médico las examinó verificó que todo estaba correcto, salvo por diversas magulladuras y por la fractura en una de sus vértebras (denominado ello médicamente “fractura por compresión de la espalda”).
Tras dos meses de convalecencia, haciéndose patente que el estado de Luis no mejoraba, se evidenció la necesidad de someterlo a una intervención quirúrgica. Sin embargo, al ser ésta realizada, el cirujano encargado de la misma causó con la aguja que iba a insertar en la vértebra comprimida un daño irreparable en la médula espinal.
Ésta, consistente en una ramificación de nervios que discurre en el interior de la columna vertebral, es la encargada de trasmitir las órdenes desde el cerebro al resto de nuestro cuerpo, de tal manera que al quedar dañada queda imposibilitado el tránsito de información a partir del punto en que dicha lesión se produjo, impidiéndose así mismo registrar sensaciones a partir del mismo.
Las terribles consecuencias que para Luis tuvo esa actuación negligente
En efecto, Luis quedó parapléjico como consecuencia de la defectuosa intervención a la que fue sometido.
Su vida quedó seriamente trastocada a partir de la misma, perdiendo el control de su vejiga e incluso su función sexual. Además, se le comunicó que su esperanza de vida sería más corta por causa de su lesión. Todo ello le ocasionó un tremendo trauma psicológico, ocasionando un gran trauma en su hogar.
Como es lógico, tuvo que dejar su trabajo, siéndole otorgada una Invalidez permanente por la Seguridad Social, que le permitiría contar con una base de ingresos constante que le permitiría suplir la falta de ingresos.
Además, decidió interponer una Reclamación por Responsabilidad Civil contra ese cirujano que le practicó la intervención, fundándose en su actuación negligente al llevarla a cabo, y que fue lo que le causó esas secuelas irreparables.
Finalmente, pudo obtener una cuantiosa indemnización, que tuvo que satisfacer la Entidad Aseguradora del Hospital en que se realizó la operación. Y si bien ésta nunca podría paliar el daño que se le causó, sí le permitió afrontar el futuro con menor incertidumbre, quedando así paliado en parte su sufrimiento.
Jose Alberto Andrío Espina
www.aa-indemnizaciones.com
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