Los reyes en la lectura de las cartas

La presencia de los reyes en la lectura de las cartas suele tener un significado más bien poderoso. A pesar de ser arcanos menores, los reyes tienen una relevancia superior a la de otras cartas. Son figuras de poder, y cada una de ellas presenta matices propios de los palos a los que representan. El rey de copas en la lectura de las cartas es una figura más bien ambivalente. Esta condición no sólo está dada por las dos copas que lleva en sus manos. Es una poderosa figura, sentada en un trono que representa su nobleza, junto con su corona, pero este trono se encuentra flotando en el agua, lo cual da por tierra con toda sensación de firmeza. Puede querer indicarnos de alguien que se ve calmo exteriormente, pero que interiormente acarrea una tormenta de pasiones, que por imposibilidad propia de la circunstancia, o por su propia personalidad reservada o reprimida, es incapaz de expresar abiertamente. Todo lo que no es para sí mismo, es para los demás: consejero, figura de referencia, protector, aunque con una debilidad interna bien escondida.El rey de oros es una especie de Rey Midas, convirtiendo en oro todo lo que por sus manos pasa. Dentro de la lectura de las cartas es un arcano muy auspicioso, y puede ser considerado como la conclusión lógica de toda la serie de los oros: el bienestar material debe venir acompañado de crecimiento espiritual que sostenga esa riqueza. El poder económico en manos de alguien que no es noble, solo puede traer deparado un enorme vacío existencial, y consecuentemente sufrimiento. El rey de oros es una persona que, tal vez por la madurez que posee, no desea experimentar nuevas formas de proceder, está conforme con lo que ha logrado hasta ahora, y con sus métodos, por lo que descarta las innovaciones. Esto no quiere decir que sea testarudo o necio, simplemente es conservador.El rey de espadas es un juez imparcial. Al salir expuesto en la lectura de las cartas nos habla de una persona que puede tomar la distancia necesaria para medir la consecuencia de los actos y puede analizar las causalidades de los eventos sin dejarse llevar por las pasiones; en este sentido es similar a la Justicia, de los arcanos mayores. Pero el rey de espadas no es un líder pasivo, que sólo se conforma con aconsejar. Si hay que ir a la batalla, tenga por cierto que el rey de espadas marchará al lado de sus soldados. Finalmente, el rey de bastos en la lectura de las cartas es una especie de Henry Ford, un visionario que tendrá ideas que cambiarán al mundo, y su desafío no es llevarlas a cabo, sin o convencer a los demás de que sus ideas son las adecuadas. Se trata de alguien que disfruta de la adrenalina que le genera superar los desafíos. No es un rey pasivo, es un luchador, pero no al estilo del rey de espadas, con actos, sino con pensamientos. Su aparición en la lectura de las cartas nos invita a pensar para resolver nuestros problemas, a apelar a nuestra lógica antes que a la espada. Deshacer el nudo, en vez de cortarlo con la espada.