La Marcha de los Mandiles Blancos
Estábamos muy cerca de iniciar nuestro internado Médico, una promoción de la Universidad Villareal, había invadido toda la región norte, porque en ese lapso de un año, no hubo alumnos de la UNT que hagan dicho Internado…pero amenazaban quedarse.
Así que con mucha anticipación, nos pusimos a trabajar, empezamos con sendas cartas a las Autoridades nuestras, para que defiendan el “Área geográfica” Norte, de Tumbes a Huacho, además de las plazas en Cerro de Pasco.
Con el paso del tiempo aseguramos las plazas, se firmó los convenios con todos los Hospitales, en estas tareas participaron activamente los referentes de la promoción como Bromley, Namoc, Montalbán, Arrese, Huancas Cruz Venegas, el recordado Cholo Sanjinés y tantos compañeros más, ruego me disculpen si los olvido en esta nota.
Pero una vez resuelto el problema de las plazas, surgió otra amenaza, decían que por falta de fondos, el Internado sería Gratuito, a esas alturas varios compañeros llegaban casados y con hijos, así que iniciamos una fuerte lucha que incluía Marchas por las calles, las famosas Marchas de los Mandiles Blancos (tengo fotos de aquellos momentos), primero nos movilizábamos dentro de la Universidad para atarantar…perdón para sensibilizar a nuestras mismas Autoridades, para que vean nuestra decisión firme, una vez conquistadas nuestras Autoridades de la Facultad, junto a ellas iniciamos una lucha para sensibilizar a nuestras autoridades de la UNT y a las Autoridades Políticas, en aquellos años ya gobernaba Belaunde, así que marchamos hacia la prefectura una mañana y le entregamos un sendo memorial al Prefecto de aquel entonces Dr. Mario Rozzasa, recuerdo que me trataban de ablandar preguntando mi nombre, edad, dirección (Por cierto nunca daba mi dirección, para esos fines yo daba la de Ravelo Peláez en 5 esquinas el Provenir, donde él vivía, haber si atreven a ir a buscarme allá- pensaba yo-).
Las Autoridades de Salud, finalmente cedieron, el Internado sería rentado, siempre y cuando así lo solicite el Rector y el Consejo Universitario, dadas así las circunstancias, es que organizamos una Gran Marcha de los Mandiles Blancos hacia el paraninfo de la UNT, donde se reunía el Consejo Universitario, de lo cual yo Presidía el tercio Estudiantil, había un tercio de los Docentes que lo presidía el Dr. Armas Benglieri y un Tercio de lo Trabajadores que lo presidía un Sr. Guarniz, de esta reunión dependía el pago del Internado, así que nuestra misión era persuadir, convencer a las Autoridades, la marcha fue minuciosamente planificada, tal vez era la última- pensaba yo- y fue la última de cientos de marchas callejeras que había participado, partimos de la Facultad en columna de tres, estaban casi todos (Tengo fotos) recorrimos las calles Salaverry, Almagro, dimos una vuelta alrededor de la ¨Plaza de Armas y llegamos al mencionado local, era como a mediodía, el Ingeniero Héctor Luján Peralta Rector de la UNT, presidía la Asamblea, entramos gritando, con el puño en alto, irrumpimos el aula magna, los asambleístas intentaron pararse, cuando se dieron cuenta que la marcha la presidía el suscrito se sentaron (Yo había pedido permiso por escrito para que nos oigan, el Rector lo sabía y me lo había prometido), una vez en el interior del Paraninfo, se hizo de un momento a otro un silencio sepulcral, yo estaba delante de toda la Promoción y los Asambleístas nos miraban, lucho Bromley se acercó a mi y susurró…¡Vamos Cholito Tú puedes!, Neptalí Santillán que estaba a mi lado me dijo…¡Ahora o nunca Cholo… hazlo! Tomé aire y empecé a Hablar, me salió un discurso desde el fondo del alma, no me tembló la voz, hablé sereno, firme, dije entre tantas cosas que hablaba en nombre de nuestros padres, en nombre de nuestros hijos presentes y ausentes, hablé con las ansias contenidas, lleno de sudor y lágrimas que disimuladamente por ahí discurrían, en medio de aplausos me acerqué al Rector y le entregué formalmente nuestro pedido, lo recibió, estrechó mi mano y me dijo ¡Muy bien Miguel !, esa Asamblea Universitaria tenía fogosos oradores, como Rodolfo Armas Benglieri, Guillermo Guerra Cruz(Hoy Rector de la UPAO), Steban Ilich, Carlos Vásquez Boyer, entre otros, tuve la sensación que no había defraudado, dimos las gracias y nos retiramos en medio de aplausos, gritos y hurras, teníamos la convicción que nos pagarían el Internado.
Afuera era un loquerío, todos me abrazaban, menos los envidiosos, recuerdo nítidamente que Mañuquito Montalbán era el mas efusivo, me abrazaba con gran emoción, igualmente Carlos Morante, Violeta Tapia, Paico, quien repetía “Muy bien pulpo”, nos quedamos un rato en las inmediaciones haciendo un rápido balance con Bromley, Huancas, Santillán, Sanjinez y luego nos dispersamos con la seguridad que habíamos cumplido, ya llevábamos 10 años en la UNT, era justo que el Internado sea Rentado…me retiré a mi casa y mi viejita me premió con un rico almuerzo, eran ya las 3 de la tarde.
Yo siempre pensé que ese era el último regalo que le hacía a mis queridos compañeros de la emblemática XVI Promoción de medicina y efectivamente fue el último.
Semanas después el Internado empezó y todos cobraron a fin de mes, como todos los meses durante un año.
Durante toda la carrera, habíamos conseguido nuestros logros, con lucha y organización y el Internado no fue la excepción

Miguel Palacios Celi





































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