¿En qué es distinto el formato de texto para web del impreso en papel?

Escribir para la web no es lo mismo que escribir un libro, o un paper teórico, o hasta un email para un amigo. Eso lo entendemos intuitivamente. Desde 1994 que se han estado realizando estudios, edición tras edición, particularmente los estudios de Eyetrack, realizados por el Poynter Institute en Florida (USA), tratando de encontrar patrones o comportamientos característicos de lectura de los textos web.

Eyetrack es una metodología de estudio mediante la cual se toman voluntarios y se los aprovisiona con unas cámaras especiales –montadas en sus cabezas- que rastrean el movimiento de los ojos. Entonces se les pide que visiten distintos sitios web, y se registra el patrón de “mirada” del usuario común.

Hasta el la versión 7 del Eyetrack, se creía que la gente leía de manera superficial los textos online. Es decir, al leer textos web, no era posible alcanzar el mismo nivel de profundidad en el significado del texto, el mismo nivel de concentración, que cuando leemos textos en soportes tradicionales –por ejemplo periódicos de papel o libros impresos. Sin embargo, el Eyetrack 7 (http://eyetrack.poynter.org/), dio por tierra con estos supuestos tan firmemente arraigados en la mente de quienes producían textos web. Se encontró que la gente leía los sitios de noticias online con más profundidad de lo que se leían los periódicos impresos.

Creo que este es un excelente ejemplo de la capacidad adaptativa del ser humano. Apuesto que los primeros sms que envió a sus contactos, le habrán llevado un buen rato de elaboración. Nadie estaba acostumbrado a comunicarse con ese formato. Y de hecho muchos aventuraban que los mensajes de texto “no iban a andar”, tan incómodos e incompletos que parecían. Sin embargo, siguen entre nosotros, y gozando de excelente salud. Todos enviamos y recibimos mensajes de texto todo el tiempo, lo hacemos con total comodidad y encontramos la información en ellos altamente significativa.

Con el contenido web sucede lo mismo. Tal vez los primeros sitios con alto grado de contenido textual no se “sentían” cómodos para el usuario. Nadie estaba acostumbrado a la letra en la pantalla, a leer con esos patrones visuales, y a decodificar efectivamente lo que veíamos. Sin embargo, ahora todos nos hemos acostumbrado. De la mano de los posteos, los períodicos online y los artículos de los temas que nos interesan, nos enfrentamos con textos complejos, largos y “duros” todo el tiempo. Y sin embargo, somos perfectamente capaces de comprenderlos, leer entre líneas y extraer todo su significado.

En consecuencia, escribir contenidos complejos, signficativos y relevantes para la web es posible. He aquí un par de recomendaciones para asegurarnos la máxima efectividad a la hora de poner en palabras nuestras ideas.

Respete el formato de pirámide invertida. Esta manera de redactar las notas, importada de los textos periodísticos, propone colocar en el primer párrafo la idea central, para luego ir desplegando las ideas auxiliares o secundarias en los párrafos sucesivos. Es un tanto esquemática, pero ideal para quienes no tienen mucha “disciplina” a la hora de componer un texto. Pruebe redactando con esta estructura, y sus textos ganarán en claridad y legibilidad. No haga oraciones interminables –vale para el texto en papel también. Respete el formato sujeto+predicado verbal simple. No invierta el orden, a menos de que lo considere realmente importante para dar un cierto efecto –por ejemplo “Grande fue mi sorpresa…”, cuando el orden natural es “Mi sorpresa fue grande…” Sea coherente. Si comienza el texto hablando de un tema, termine con el mismo tema. En el último párrafo incluya alguna conclusión, o idea a la que ha arrivado, luego de exponer su idea principal y las ideas secundarias.  Divagar déjelo para su blog personal. Si comienza hablando del nuevo modelo de iPhone, y sus características, no concluya el texto con un razonamiento ideológico acerca de por qué Apple tiene el monopolio del software de sus productos. Matice. Largos párrafos no son buenos. Use todos los recursos que su gestor de contenidos le permite, que seguramente son varios. Sin ir más lejos, Word Press, uno de los gestores de contenidos más populares, permite aplicar complejos formatos a los textos (estilo de párrafo, color de letra, negrita, citas, etc…)

No tema exponer sus ideas en formato web. Los usuarios ya están acostumbrados, y si el tema es realmente interesante, y relevante, no tendrán problema en llegar al punto final de su artículo, tal como usted lo espera.