¿Sería posible que los EEUU llegaran a ser lo que son hoy, sin la ayuda de América Latina?
Soy latinoamericana con mucho orgullo, pero también sé que somos una comunidad que ha cometido y sigue cometiendo muchos errores, los que nos tienen padeciendo las circunstancias actuales.
Uno de esos errores es seguir creyendo que somos las víctimas de la historia, y que tenemos una corona por la cual todos los demás tienen que ayudarnos, protegernos, regalarnos dinero y conocimientos, darnos todas las ventajas en la carrera al éxito, porque nosotros no somos capaces de lograrlo por nuestro propio esfuerzo(discapacidad mental crónica). Que la culpa de nuestras desgracias la tienen países, como Estados Unidos, que sólo quiere nuestro mal y que, como no tiene otro motivo de preocupación, todos los días dedica unas horas de su valioso tiempo para pensar cómo puede fastidiarnos mejor.
No nos ponernos de acuerdo en ser creativos para el bien, ser solidarios con nosotros mismos, tener noción de comunidad antes que de individualidad, por eso seguimos en ese estado lastimero en el que muchos quieren estar, porque es más fácil echar culpas que asumir los propios errores y responsabilidades, para cambiar.
Los países latinoamericanos somos contemporáneos a los Estados Unidos y, sin embargo, en el tiempo en que ellos fueron capaces de independizarse de la "Madre Patria" y ocupar el liderazgo que ella tenía en el mundo, nosotros seguimos haciendo berrinches, engañando a las personas sin educación, y desangrándonos en luchas intestinas que sólo nos traen más pobreza.
Cuando nos referimos a nuestra "Madre Patria", también tenemos a mano la excusa de que no se podía esperar que fuéramos inteligentes, pues los conquistadores que se adueñaron de estas tierras, eran ambiciosos buscadores de oro, que sólo querían enriquecerse rápidamente, poco dados al sacrificio y a las ideas creativas, y que nos dieron muy mal ejemplo, aprendido muy bien por nosotros.
Los latinoamericanos sí somos víctimas, pero de un enemigo más cercano, de nosotros mismos, de nuestras ideas paternalistas, de nuestros antepasados, que cuando tuvieron la oportunidad, no supieron negociar y jugaron siempre a la pérdida, prefiriendo la venta de materias primas en vez de agregarles valor para obtener mayor rentabilidad. Prefiriendo llenar los bolsillos propios y el de sus amigos en vez de hacer políticas de educación e investigación que mejoraran el nivel de vida de la comunidad en general. Rechazando al "hermano" porque el color de la piel o los rasgos físicos no eran los "adecuados", sin importar sus ideas. Incapaces de ponerse en los zapatos de los demás, para no sentir la angustia producida, que ellos mismos ayudaron a crear con las prácticas corruptas.
Con respecto a la relación que mantenemos con Estados Unidos, en ningún momento se puede mencionar invasión, robo, ataque, obligación, sino apoyo, pago, seducción, convencimiento, quiere decir que en todo este tiempo, la habilidad para negociar de los norteamericanos, y las reacciones infantiles, inocentes, egoístas y con un alto grado de idiotez, de los latinoamericanos, hicieron posible acuerdos nefastos para nuestros intereses y hoy nos tienen sumidos en este atraso y pobreza. Pero eso sí, en cuanto podemos, nos falta el tiempo para salir corriendo del país, en búsqueda del "sueño americano", porque allí sí se cumplen las reglas, allí sí hay trabajo, allí sí la educación es de alto nivel, allí sí hay tecnología, allí sí soy mejor persona...
Ese es el grave problema que tenemos, nos subestimamos, no somos ni europeos, ni africanos, ni indígenas, ni "americanos", no sabemos qué somos, y en el peor de los casos somos latinoamericanos. No hemos sido capaces de crear una identidad de la cual enorgullecernos, donde quiera que vayamos somos mirados por el rabillo del ojo, con desconfianza, a ver qué se nos ocurre traficar o robar. Si somos sospechosos, somos culpables, después se averigua. Esa imagen la creamos nosotros mismos, no es inventada por otros países, es lo que mostramos al exterior, y lo único que ellos quieren ver, ya que hay algunas excepciones individuales que poco hacen a la identidad de un país.
Los Estados Unidos en cambio siempre tuvieron bien claros sus objetivos, llegar a ser el país más poderoso del mundo, uniéndose, aceptando al diferente siempre que tenga buenas ideas y aporte al desarrollo del país, formando, como su nombre lo dice, un grupo de estados, unidos por los mismos intereses, cosa que nosotros no hemos podido hacer en el sur, somos uno montón de "estados desunidos" luchando individualmente y siguiendo sus propios intereses.
El hecho de que nosotros tengamos problemas, no quiere decir que ellos no los tengan y que vivan felices gozando por el mal que nos hacen. Ellos tienen cosas más importantes en que pensar, como:
- el problema de salud pública por la forma de vida "desarrollada" que llevan, lo que provoca obesidad en el 60% de sus población,
- el grave problema que aqueja a su juventud que no tiene ideales y deben llenar ese vacío con drogas alucinógenas,
- el problema de las guerras que deben mantener casi constantemente, en diferentes partes del mundo, para conservar su poderío, lo cual mata un gran número de sus ciudadanos,
- el problema de la amenaza de ataque terrorista continuo que no los deja vivir tranquilos,
- el problema de mantener una economía basada en un combustible que ellos no producen, por lo que dependen de los países productores, y otros problemas que hace que ellos se programen y trabajen pensando en el largo plazo para estar preparados y poder sobreponerse, sin ser tan afectados.
Ellos, no sólo llegaron a ser lo que son hoy, por la ayuda de América Latina, sino por la ayuda de todos los países débiles mentalmente, y aunque fuertes en recursos naturales, dependen de los Estados Unidos.
La mejor manera de cambiar la relación Estados Unidos - América Latina es inteligentemente, como lo hicieron países asiáticos y europeos, que se levantaron del suelo, se secaron las lágrimas, maduraron y se pusieron a trabajar con sacrificio, encausando sus energías para ser cada día más competitivos en un mundo en el que nadie regala nada, todos luchan por sus propios intereses, como lo hacemos nosotros, pero sabiendo que cuanto mayor equilibrio haya, mejor serán las relaciones internacionales, porque nada hacen unos países, devorándose a otros, que pueden ser sus mejores clientes.
Silvia Atrio
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