Las Reglas de Muldoon
¿Quieres que las personas cooperen? ¿Sabes cómo dirigirte a ellas para obtener una respuesta afirmativa? ¿Buscas conseguir un nuevo cliente, un nuevo socio, un nuevo afiliado, un nuevo proveedor, etc.?
Me ha dejado sorprendido el mensaje tan razonable y cierto de las reglas de Xavier Muldoon que leí en el libro “Cómo conectarse en los negocios en 90 segundos o menos”, de Nicholas Boothman. Por ello, decidí hacer un artículo que comparta esta grandiosa enseñanza.
Generalmente cuando nos encontramos con una persona por primera vez, decidimos en los primeros 2 segundos cómo responderemos a ella en un futuro. Y de igual manera, esa misma persona decidirá cómo se comportará ante nosotros. Los otros 88 segundos se utilizan para cimentar y confirmar la relación, así como definir la manera en que ambos nos comunicaremos más adelante.
Te has fijado que cuando le caes bien a la gente ellos ven lo mejor de ti. Pero si no les caes bien, tenderán a ver lo peor de ti. Por ejemplo; si una persona a la que le caes bien te encuentra saltando mientras haces tu trabajo, pensará que eres divertido y que desbordas entusiasmo. Pero si te ve una persona a la que le caes mal, pensará que eres un inmaduro y que estás haciendo el ridículo. De la misma manera, podrás ser amable para unos pero débil para otros, podrás demostrar seguridad para unos pero parecer arrogante para otros, podrás ser responsable para unos pero aburrido para otros, etc. Todo depende de cómo te reflejas en la imaginación de la otra persona. Y son estos 90 segundos lo que te permitirán causar o no una buena primera impresión.
Por esta razón, Muldoon ha creado 3 reglas que te permitirán establecer relaciones y conectarte con la gente de una manera más rápida y exitosa. Si bien son una base muy efectiva, no se te garantiza el 100% de éxito en todos los casos, pues existen diversos factores que no dependen de ti y que pueden disminuir dichas probabilidades.
Regla número 1; al encontrarte con alguien, míralo a los ojos y sonríe.
La manera más simple y efectiva de conectarte con los demás, es mirándolos directamente a los ojos y sonreír. Sea quien sea la persona, le estarás comunicando honestidad y confianza, y lo más importante; demostrarás interés por esa persona.
Además, tu mensaje irá donde vaya tu voz, y tu voz irá donde tus ojos la envíen. Piensa cómo te sientes cuando te presentan a alguien y esa persona no te mira a los ojos, se fija en otra persona o en otra cosa. Ahora, piensa como te sientes cuando si hacen contacto visual contigo. Es grande la diferencia ¿no? Esto se debe a que los ojos emanan autoridad y dan dirección, enfoque y significado al mensaje. Si se clava una mirada penetrante pueden reflejar hostilidad, si se levanta la cabeza pueden reflejar superioridad, si se aparta la mirada puede significar debilidad o evasión. No por nada dicen que los ojos son la ventana del alma. A través de ellos puedes ver si te están prestando atención, si le agradas a la otra persona, o si se está sintiendo incómoda conversando contigo.
Del mismo modo, una sonrisa refleja confianza, felicidad y aceptación. Te sorprenderás cuando veas la cantidad de personas que te regresan una sonrisa cuando tú se las das primero.
TIPS:
Para mirar a los ojos; durante el día pon atención al color de los ojos de toda persona que te encuentres. No tienes que acordarte del color, sólo tienes que fijarte bien. Para practicar una verdadera sonrisa; ponte frente al espejo y di la palabra “fabuloso” de todas las maneras que puedas; gritando, seduciendo, susurrando, enojado, como cantante de ópera, como comediante, etc., hasta que revientes de la risa. Y la próxima vez que te reúnas con alguien, di tres veces “fabuloso” y quedarás sonriendo.Regla número 2; cuando quieras que la otra persona sienta como si ya la conocieras, sé un camaleón.
La sincronización es muy común en los seres humanos; inconscientemente desde pequeños hemos aprendido modales y hemos moldeado nuestra conducta de acuerdo a lo que observamos en la sociedad. Es por eso que nos sentimos más cómodos con personas que son semejantes a nosotros; nos sentimos en un ambiente más familiar y amigable. Lo mismo pasa cuando alguien copia lo que hacemos o dice lo que alguna vez dijimos; nos sentimos halagados porque nos gustan las personas que son como nosotros, nos hacen sentir especiales.
Muldoon dice que es hora de hacerlo a propósito para lograr una conexión inmediata; si adaptas conscientemente tu lenguaje corporal; conductas, expresiones y actitudes, a las de la persona que está contigo, la harás sentir más relajada y a gusto. Le parecerás familiar, amable y amigable, y por tanto le caerás de maravilla.
Regla número 3; cautiva la imaginación y capturarás el corazón.
Puedes lograr convencer a una persona despertando sus emociones con la imaginación. Es decir, si estimulas la imaginación de tal manera que la otra persona pueda ver, escuchar, oler, probar, sentir o tocar aquello que quieres comunicar, podrás conseguir lo que deseas. Si logras hacer que la otra persona pueda imaginar que sus sueños se harán realidad con lo que le propones, querrá cooperar contigo.
“La imaginación es la llave de las emociones. Después de todo es en ella donde vivimos la mayor parte del tiempo, porque cuando no nos estamos imaginando el futuro, estamos creando fantasías del pasado. Cautiva la imaginación, y capturarás el corazón”.
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