La creatividad disruptiva motor del aprendizaje
La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte.
La primera pintura fue sólo una línea de la sombra de un hombre proyectada sobre un muro. Cuando no se utiliza el hierro se cubre de herrumbre, sí no se utiliza el ingenio se deteriora. Leonardo da Vinci
La creatividad es la parte más fecunda del ser humano. ¿Cuándo es que el hombre se hace a sí mismo a la imagen y semejanza de Dios? La imagen ya la tenemos, el problema es lograr la semejanza. ¿Quién es Dios? Es el creador. ¿Dónde hereda Dios al hombre su poder? En el poder de la creación; cuando el hombre y la mujer están creando, en ese momento se asemejan a Dios, ahí está la parte bella, la parte fundamental, la parte creativa: crear un sistema, crear un trabajo, crear una vida.
Imagínese a la mujer y al hombre que pueden con sus cuerpos hacer germinar un nuevo ser, y se hace la creación magnífica, magistral, magna y extraordinaria, la obra maestra: ¡un ser humano!
Cuando a Miguel Ángel Buonarroti le comentaron: "Maestro, su obra es perfecta, su David vibra, su mármol parece que va a hablar, parece que se va a mover, ¿no diría usted que es la máxima creación del ser humano?", contestó: "¡No! Ve a una mujer dando a luz, ésa es la belleza más grande, la creación más maravillosa, la perfección más extraordinaria está en la creación de un ser humano". Y todos sin excepción poseemos ese valor, tenemos esa cualidad en nuestra naturaleza humana y nos negamos a ser creativos, nos negamos a pensar, nos negamos a usar nuestra imaginación y -lo más importante- nos negamos a descubrir la forma de aprender a crear.
Sócrates decía: "Si quieres ser escritor, escribe". Así de simple: si quieres ser creador, crea. La fórmula es probar para hallar. Vamos a fallar, posiblemente; va a salirnos bien, regular o mal, no lo sé, pero ése es el proceso fecundo de la creatividad: atreverse a hacer algo, correr el riesgo, aprender a arriesgarse, atreverse al fracaso, ahí está el proceso creativo.
Los administradores desarrollan únicamente las destrezas analíticas y los líderes carismáticos las creativas; los que intentan alcanzar aparentemente lo inalcanzable saben que la creatividad es un proceso de aprendizaje, no un proceso administrativo. El sistema que utilizan para llegar a su estrategia total es fragmentado y evolutivo.
Los líderes carismáticos son impulsores naturales de las ideas de otros; un mito popular es el creer que el líder carismático es siempre el originador de las ideas, pero en realidad a menudo toma prestadas las ideas y experiencias de otros, las dinamiza y las echa a andar con la ayuda de los demás. En esencia puede ser un promotor efectivo de ideas, no necesariamente un inventor. Erudito es aquel que sabe mucho, genio es aquel que combina los conocimientos y da origen a un nuevo concepto; ésta es la esencia del líder carismático.
Los líderes tienen la cualidad de reabsorber sus experiencias personales, lo que los hace más sensibles en relación con las necesidades de sus seguidores y del medio ambiente. Utilizan muchas fuentes de información que aparentemente no tienen relación entre sí, pero en su mente encuentran vinculaciones que dan origen a una nueva idea. Pasan mucho tiempo leyendo, buscando, hasta que encuentran un nuevo concepto para enriquecer su visión y saben que del cambio provienen muchas oportunidades; por eso promueven permanentemente que las cosas deben cambiar.
Mucha gente identifica las ideas del líder como producto de la intuición, cuando en realidad son el resultado de la reflexión, de la combinación, de la síntesis y de la conceptualización, que dan en consecuencia un cuadro coherente, diferente y audaz. Esencialmente en esto consiste el proceso creativo: más que producto de la genialidad es el resultado de la observación y se rige más por el propósito que por un proceso sistemático; es el resultado de un esfuerzo para hacer algo en forma diferente y mejor ya veces el azar juega su papel facilitando las cosas, siempre y cuando el creativo esté preparado para aprovecharlas.
Los líderes carismáticos son promotores permanentes de la rotación horizontal, están cambiando constantemente a su gente en diferentes puestos para enriquecer a la empresa con la creatividad natural que esto provoca, mediante la visión de los casos desde un ángulo diferente, y cada subordinado tiene la oportunidad de enriquecer la tarea con nuevas ideas. A medida que se amplía la experiencia de un individuo, se amplía su capacidad para resolver problemas y se le sensibiliza para comprender mejor la operación. Cuando se le da la tarea de buscar mejoras se comprueba que los retos constituyen una poderosa experiencia para incrementar el talento de una manera que apoya la formación de líderes en toda la organización.
Saben que seleccionar a una persona por su creatividad, su visión, audacia y falta de convencionalismo no es tarea fácil, y para ello plantean, más que exámenes de aptitudes, situaciones a resolver para poner a prueba la destreza e imaginación del candidato.
Los líderes carismáticos estimulan permanentemente los esfuerzos creativos de su gente y evitan el castigo o la desaprobación social de los audaces que intentan nuevas fórmulas, y aunque fracasen son siempre alentados para encontrar nuevos caminos, son fabricantes de campeones. Apoyados en su estímulo y comprensión, están dispuestos siempre a correr los riesgos en la búsqueda permanente de hacer mejor las cosas.
Hermel Balcázar Campoverde © www.aicad.es
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