El derecho que quita derechos...

¿Donde terminan los derechos de una persona y donde comienzan los derechos de otras?Comienzo con esta pregunta porque es muy frecuente aguantarse incomodidades en algunos sitios públicos como por ejemplo:Caso uno: el que suene un celular en plena misa mas de 5 veces, en toda la misa y con timbres escandalosos y melodías que dan ganas de todo menos de rezar... hay sitios donde definitivamente el celular no es necesario; si bien las personas son libres de llevar su celular a la iglesia si así lo desean, pero por favor respeten a las personas que realmente van a la iglesia a tener un encuentro personal con Dios. Es muy desagradable que mientras una persona esta tratando de comunicarse con EL TODO PODEROSO, existan este tipo de interferencias que realmente desconcentran a cualquiera, y no solo el timbre del bendito celular, si no también la conversación que realizan por él en plena misa, que tal usted buscando un momento de paz interior, y mientras esta de rodillas haciendo su plegaria, su vecino de banca, se olvida del sitio de donde está, y empieza hablar por el celular y a dar instrucciones y a recomendar cuidados asta para el perro de la casa, como si esas cosas no pudieran esperar hasta que termine el corto tiempo que realmente dedicamos al señor.Caso dos: el único día que se tiene para quedarse en casa descansando, llega el vecino y se levanta mas temprano que de costumbre y comienza a quemar basuras, este hace un esculque en su casa de todas esas cosas obsoletas e inservibles que tiene por allá en el rincón del olvido, y de las cuales a un le cuesta despedirse, y cuando usted cree que ya la se apago el fuego, ras, le avienta todas aquellas cosas, y comienza el humo de nuevo, la ropa que lavó, le queda “aromatizada” y su casa con ambientador gratis; si pensó que ese día sus pulmones iban a respirar menos contaminación, por el mero hecho de no salir a la calle se equivoco…Segunda escena del mismo caso: usted llega cansado del trabajo, y, se va temprano a la cama porque al día siguiente tiene que madrugar; llega el vecino forma tremendo parrandon, saca los parlantes, y uno lo coloca justo para la ventana de la habitación donde usted trata de dormir, que asta su cama se estremece del tremendo escándalo…Caso tres: usted necesita viajar, toma un autobús donde se va reimundo y todo el mundo con mascotas incluidas y todo… encuentra en la puerta del autobús un letrero que dice: “prohibido fumar” “not smokin”, y entra el chacho de la película y enciende su cigarrillo y comienza a esparcir humo por todos lados, al cual no se le puede decir nada porque termina siendo él el ofendido y el que se enfada… y usted que no ha pensado nunca en fumar termina siendo un fumador indirecto…Entonces yo me preguntaba que si los derechos de una persona terminan donde comienzan los de la otra, porque cuesta tanto entender y respetar este principio tan fundamental para una sana convivencia y una vida socialmente libre de conflictos…