Los Bancos Centrales y la Estabilidad Financiera
Durante los últimos 3 años hemos asistido a un cambio de cultura o de paradigma dentro de los Bancos Centrales del mundo. Estos organismos (sobretodo en los países desarrollados) inéditamente han asumido como unas de sus prioridades la estabilidad financiera en sus sistemas económicos. Esa estabilidad financiera que un tiempo atrás era considerada una consecuencia directa del crecimiento económico ahora es considerada una determinante estructural del sistema económico mundial.
Cabe recordar como, hace muy pocos años atrás, las distorsiones financieras (llámense burbujas financieras) eran vista con desden por la autoridades de los Bancos Centrales, quienes no hacían absolutamente nada por corregirlas argumentando que supuestamente eran difícil de identificar y de evitar por las vías de políticas económicas, mas específicamente por la vía de las políticas monetarias.
Cuando estas burbujas explotaban, los Bancos Centrales procedían a “salvar” la economía mediante la inyección de liquidez al sistema y… ¡listo asunto resuelto! Es decir, bajaban las tasas de interés y se sentían héroes económicos.
En el fondo esta medida era la más adecuada, sin embargo, esta reducción no llevaba implícito un análisis mas profundo sobre la conducta frente al riesgo que asumían los agentes económicos que interactuaban en ese mercado.
Aceptamos el hecho de que el entorno de las burbujas financiera siempre ha estado lleno de definiciones y de “contradefiniciones” que han hecho difícil (casi imposible) identificar cuantitativamente el efectos de los tasa de interés sobre las misma. No se había podido establecer cuanto debe ser el ajuste en los instrumentos de política monetaria para obtener efectos significativos sobre las burbujas.
Es ahora, cuando los Bancos Centrales, frente al crítico panorama mundial han entendido que solo la política monetaria no es suficiente y que se necesitan profundizar en todos los elementos subyacentes a las burbujas si quieren garantizar la estabilidad financiera dentro de sus economías.
Así pues, ha pasado a ser prioritario para los Bancos Centrales, el monitoreo constante sobre la información financiera que los agregados monetarios puedan proveer para tener un margen prudencial frente a las potenciales crisis.
El tacómetro central para este monitoreo ha de ser los precios. Cualquier incremento en los precios como consecuencia de la elevación en el nivel de crédito ha de ser considerado como una alarma para el sistema, esto podría ser un indicativo de que el mercado (y los agentes económicos) están asumiendo un elevado riesgo. La elevación de agregado monetarios, crediticios y de precios, nos indican la existencia de una burbuja.
Otra área a monitorear son las interrelaciones entre las instituciones financieras y en las transacciones de liquidez que se realizan entre ellas. Esta es la red por donde se contagia la crisis financiera.
También ha sido incluido dentro de este programa de monitoreo, el impacto de los ciclos económicos para así acumular suficientes reservas en la parte altas del ciclo y asegurar un menor impacto en las parte baja de los ciclos.
Hoy lo Banco Centrales despertaron frente a las reiteradas explosiones de burbujas y han entendido la importancia de la estabilidad financiera y han generado defensas, que aun no podemos prever si serán efectivas o no, pero que han sido aceptadas por todos como medidas necesarias para frenar los daños de la propagación de las pandemias financieras.
Héctor Escalona Carvajal
Econ. Héctor Escalona
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