Zenúes: su aporte al desarrollo de Maicao
Maicao es tierra de gente que ha llegado de todas partes del país y de varios rincones del mundo con tres propósitos fundamentales: trabajar, vivir y construir. Así arribaron los árabes, algunos españoles, un reducido grupo de italianos, una minúscula colonia china y colombianos de Antioquia, los santanderes, Buenaventura, Chocó, el Magdalena grande y la Sabana de Bolívar.
Una de las colonias más numerosas y organizadas está constituida por los indígenas zenúes quienes vieron a la tierra de la frontera como un lugar desde donde se les facilitaría viajar a Venezuela en búsqueda de mejores oportunidades laborales y económicas. A una buena parte de ellos el viaje se les terminó en Maicao porque descubrieron que en esta tierra acogedora podían establecerse, conseguir algún trabajo y permanecer en la propia patria, lo que aumentaba las posibilidades de regresar alguna vez a los campos hermosos y amplios de donde habían salido.
En el año 2.000, cuando ya se constituyó el primer cabildo local, fueron censadas más de trescientas familias, cuyos jefes están dedicados a labores propias de la economía informal: ventas estacionarias, remontadoras de calzado, artesanías, pequeños negocios familiares y, una amplia mayoría, a la venta de café en los barrios y zona del comercio. El número ha crecido cada año y hoy se encuentran establecidas y contadas más de cuatrocientas ochenta familias, todas ellas inscritas en su tradicional organización y regidas por la autoridad colectiva representada, entre otros, por el capitán y el alguacil.
La colonia se ha ganado el respeto de la sociedad por varias razones entre las cuales podemos mencionar las siguientes:
1. Por su condición de personas trabajadoras. Para un zenú las palabras pereza, desempleo, inactividad. Todos encuentran algo qué hacer, todos se encuentran ocupados, todos están dedicados a producir y así tienen siempre algo que llevar a casa para el sustento de la familia. No los asustan ni las crisis, ni los días lluviosos, ni el calor, ni la mala situación. Cada día lo consideran como una oportunidad para laborar y sostener a sus numerosas familias. Para un vendedor de tinto, por ejemplo, el día puede comenzar a las cuatro de la mañana y terminar doce o dieciséis horas después
2. Por su carácter pacífico. A pesar de que arribaron a la zona más violenta de la región se han mantenido al margen de enfrentamientos y actividades que impliquen riesgo para sus vidas o sus familias.
3. Su honradez y seriedad. Un zenú depende de su trabajo o de la ayuda de los suyos pero no de de la picardía, la trampa y lo ilícito. Cuando uno de ellos dice Sí hay que creerle y también cuando dice no. Para ellos blanco es blanco y negro es negro. Por ello se han ganado la credibilidad y la confianza de las personas con quienes interactúan.
4. Son respetuosos. Lo son tanto que equivocadamente podría tomárseles por sumisos. En sus relaciones con vecinos, clientes y amigos tienen un trato decente, en el que la ofensa al otro está totalmente excluida.
5. Una solidaridad a toda prueba. Quienes llegaron primero ayudaron los que arribaron después y así sucesivamente. Las dificultades de un zenú son motivo para que haya una movilización inmediata de amigos y familiares para ayudarlo a encontrar la solución y si la solución es desprenderse de algo para ayudar al menesteroso, lo hacen sin pensarlo dos veces.
Hoy no puede concebirse a Maicao sin los zenúes hijos buenos y nobles del Maicao multicultural que palpita y crece día a día.
Alejandro Rutto Martínez es un prestigioso periodista y escritor colombiano, vinculado como docente a varias universidades colombianas. Es autor de cuatro libros y coautor de otros tres en los que se aborda el tema del liderazgo, la ética y el Desarrollo Humano. Con frecuencia es invitado como conferencista a congresos, foros y otros eventos académicos. Póngase en contacto con él a través del corrreo alejandrorutto@gmail.com o llámelo al celular 300 8055526. Visite su página www.maicaoaldia.blogspot.com
Lo bueno que vaya a hacer hoy, hágalo bien, por usted, por su familia y por su país. ¿Ya leíste Maicao al Día?
MUY BIEN PROFE, USTED COMO SIEPRE, DESTACANDO LO BUENO DE NUESTRO PUEBLO; ES MEJOR HABLAR Y RECORDAR LO BUENO Y MEJOR DE LAS COSAS Y ECHAR A UN SACO ROTO LOS MALOS.
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