Reflexiones en el día del Paciente
Los Médicos, como los profesionales encargados de velar por la salud de la comunidad, no estamos exentos de cruzar la frontera indistinguible y convertirnos en pacientes de enfermedades leves o graves y cuando así ha ocurrido, hemos sentido en toda su magnitud la necesidad de levantar la voz para precisar algunas falencias que resquebrajan la relación Médico-Paciente, relación que se basa en la Confianza y la Conciencia, relación que se basa en la unidad indisoluble con nuestros paciente.
El Dr. Fernando Cabieses, solía decir, que antes que un oficio o profesión, la Medicina era una Religión, cuyo ejercicio descansaba en la práctica irrestricta del Humanismo.
El Dr. Hugo Pesce, solía decir que al Paciente hay que atenderlo, servirlo y no utilizarlo
La época actual ha debilitado estas bases milenarias del ejercicio médico, ha resquebrajado Definitivamente, la razón de ser del Médico que no es otra que el Paciente y desde esta óptica, nuestro Decano Nacional, el Dr. Ciro Maguiña, ha tenido la feliz iniciativa de impulsar el 13 de Agosto, como el día del Paciente, tal vez asesorado en sus noches de meditación, por los espíritus inmortales de nuestros epónimos que nacieron un 13 de agosto o muy cerca de ella y que a su vez representan democráticamente las tres regiones del País, como son Daniel A. Carrión, el Centro (La Oroya), José Cayetano Heredia Sánchez, el Norte (Piura) e Hipólito Únanme Pavón, el Sur (Arica-Tacna), todos ellos, como bien sabemos, Hombres buenos, que ofrecieron su existencia y hasta sus vidas a favor de nuestros semejantes, lo que convierte a esta fecha propuesta por don Ciro, como una fecha emblemática que permitirá a los Médicos de Hoy y de siempre, hacer una evaluación critica y autocritica de nuestra relación con el Paciente, buscando permanentemente encontrarnos con nuestras raíces inmortales de Humanismo y servicio, pues la Medicina exige a sus médicos una práctica social, solidaria, para la inmensa mayoría de médicos llena de sacrificios, riesgos y privaciones, casi siempre encima y al margen de nuestra justas reivindicaciones laborales y sociales, jamás atendidas por los diferentes gobiernos de turno.
Retomar nuestra esencia filosófico de humanismo, es la mejor defensa, para seguir engrandeciendo a nuestra profesión y dejará en nada la práctica amarilla de un sector de la prensa sensacionalista que busca desprestigiar el ejercicio impoluto de nuestra profesión a partir de hechos aislados y puntuales, hechos y circunstancias que desafortunadamente ocurren en la diaria y cotidiana lucha contra las enfermedades y la muerte, pretendiendo marcar la gestión de nuestro Decano justamente con esos hechos aislados, los Médicos del Perú debemos cerrar filas en torno a nuestro Colegio, sentir orgullo por ejercer la Medicina, orgullo por ser médicos y gritar aquel lema gremial tantas veces gritado MEDICINA UNIDA…¡JAMAS SERA VENCIDA!
Miguel Palacios Celi
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