Cannabis Business
Ya se oye hablar de una "cultura de la marihuana". Hace rato se ven en el mundo camisetas con slogans como el de "LEGALIZE IT", cachuchas con el símbolo "corrido" de una hoja de cannabis sativa, llaveros con el motivo, collares y en fin toda una serie de artículos para uso juvenil alusivos a esa "droga dulce", tanto así que hasta la carátula de unos de los discos de Carlos Vives tiene grabada la figurita. Sólo estos pocos ejemplos nos dan a entender ¡cuán grande es ya el negocio de la "mariguana"! No el negocio de los llaveritos sino el enorme negocio de la producción, distribución y consumo de la "yerba". Iniciemos en Holanda. Allá la marihuana está legalizada, se comercializa en los Coffee Shop y se consume abiertamente, inclusive por los agentes de la Policía. Antes, la llevaban de Tailandia, Colombia, Jamaica o el Líbano. Ahora los holandeses, no obstante la prohibición gubernamental de la siembra en grandes extensiones, producen mucho más de cien toneladas al año, lo que representa una cifra de negocios de varios billones de pesos, a precios de consumidor. Se montaron muchas "boutiques", llamadas allá "Grow Shops" (Greenpoint, Positive Grow, Interpolm, son algunas de las más famosas), especializadas en proveer todo lo necesario para el cultivo de la droga, incluida la suscripción a un voluminoso periódico especializado en el tema, llamado ESENCIA. Es más: un hombre llamado Ben Dronkers fundó el Museo del Hachís, ubicado en el Barrio Rojo y el cual es visitado anualmente por ochenta mil personas al año, a razón de ¡4 dólares la entrada por cabeza! Pero el hombre no se quedó ahí, pues posee un verdadero grupo económico que mueve en el negocio de la marimba entre cuatro y cinco millones de dólares al año, controlando, también, el Sensi Seed Bank, hoy por hoy el mayor productor de semilla de Holanda cuyo mercado anual representa más o menos otros veinte millones de dólares y cuya inversión en investigación científica para el mejoramiento de la calidad del cannabis llega a los cuatrocientos mil dólares anuales. Por esa razón la Sensi Seed ha ganado unas ocho veces la CANNABIS CUP (Torneo del Cannabis), cuya última edición tuvo lugar en Amsterdam del 21 al 28 del mes de noviembre de 1998. Obviamente, ¡también ha incursionado el empresario en el comercio electrónico!
Por otro lado, en Francia, aunque prohibido el consumo, el porte y la siembra de cannabis, las estadísticas oficiales muestran un incremento de más del 2,000% de consumidores, pequeños cultivadores clandestinos y/o cultivos hidropónicos de la yerba. La motivación de todos esos productores es el consumo personal, pero también el comercio nacional y las transacciones con Holanda y Bélgica. En París, por ejemplo, los jóvenes, aunque repito, está prohibido el consumo, fuman sus "baretos" en la Plaza Pompidou o en el Sacre Coeur o en Les Halles o en cualquier sitio céntrico de la ciudad sin ser molestados por ninguna autoridad, salvo si se trata de un árabe. Como en Holanda, las cifras del negocio son bien importantes.
¡Y en los EEUU, ni hablar! Todos sabemos la cantidad de marihuana producida y consumida en ese país. Todos nos podemos imaginar las cifras fabulosas del negocio allí, en donde el mercado es cien veces el de los Paises Bajos.
Mejor dicho, el cannabis es para el mundo desarrollado ¡un gran negocio! En cambio para nuestro país,todo lo contrario. Basta sólo con leer sobre los diálogos de las FARC con los representantes de EEUU, para saber ¡cuan desactualizados estamos en el mundo de los business! Pero la pregunta central es la siguiente: ¿el cannabis es solo un negocio? ¡NO! Es más que eso. Es muerte, masacres, guerrilla, secuestro, sangre, vidas arruinadas, juventud botada a la caneca de la basura, paises empobrecidos, capital humano asesinado o envilecido. Los que tienen al cannabis como un simple "business" no tienen el derecho. Sea legal o no en su país, no tienen el derecho.
Carlos Mauricio Iriarte Barrios http://carlosmauricioiriarte.blogspot.com
Registro automático