el metro de 100... años
Mientras Bogotá lleva discutiendo, estudiando, proyectando y especulando sobre la construcción de su Metro, sin haber despejado en lo más mínimo el camino para su ejecución real, el Metro de París se apresta a cumplir sus primeros cien añitos. Y digo "añitos" porque su existencia se mantendrá muchísimas decadas más, lo que significa que dicho Metro es aun muy joven. No fue el primero de Europa, pues Londres se adelantó a construir el suyo en 1863 y Budapest en 1896. La primera línea del Metro de París, entre la Puerta de Vincennes y la Puerta de Maillot, se inauguró en julio de 1900, después de una gran controversia entre el Estado Francés y el Municipio de París, no en torno al simple costo, como sucede actualmente en nuestro país, sino en razón de dos concepciones diferentes de transporte masivo. La controversia terminó con la Ley del 30 marzo de 1898 que declaró de utilidad pública "el establecimiento dentro de París de un ferrocarril metropolitano de interés local, de tracción eléctrica y con una distancia entre rieles de 2,40 metros". Esa primera línea era subterránea, salvo la travesía del canal San Martín a la Bastilla, y fue construida por el pionero Fulgencio Bienvenu en un tiempo record de diez y siete meses. Al principio, los trenes estaban compuestos de tres pequeños carros: la locomotora halaba dos pequeños vagones, uno de los cuales era de primera clase en madera, con dos puertas y una sola ventana. En abril de 1903 se acabó la segunda línea que iba desde la estación de Dauphine a la de Nation. Entre esas dos se encontraba la tristemente célebre estación de Couronnes, en donde ocurrió la tragedia que cobró la vida de 84 personas al incendiarse, por un corto circuito dentro de una locomotora motriz, varios vagones llenos de gente.
Después de la construcción de la segunda línea se aceleró de manera sorprendente la ejecución del proyecto, lográndose dar al servicio en siete años las líneas 2 sur (Trocadero a Passy y de allí a la Place d´Italie), 3 (de la Place de Villiers a Gambetta), 4 (de la Porte d´Orleans a la Porte de Clignancourt, con la famosa estación de Saint Michel en el Barrio Latino) y 5 ( de la Etoile, donde está el Arco del Triunfo, hasta la Gare du Nord). Posteriormente vino el complemento con el sistema de tren regional llamado RER, con el cual el metro de París se conectó definitivamente con el resto de Francia, saliendo de su concepción inicial de tren intramuros parisino.
Hoy, el centenario Metro es un maravilloso modelo de transporte masivo que dentro de los 20 distritos (arrondissements) clásicos de la ciudad cuenta con una estación casi cada 500 metros, brindando a los turistas y a los nativos una comodidad increible y la imposibilidad de perderse o desorientarse. El servicio se presta hasta la una de la mañana con una precisión inconcebible, pues nadie dura más de cinco minutos esperándolo en cualquier estación. Creo que lo único detestable de su recuerdo es el olor particularmente fétido que se respira en su interior, lo cual tal vez solo quiera significar que allí se mezclan los malos humores de todas las razas del mundo o, simplemente, que se trata de las propias entrañas de la ciudad más hermosa del globo terrácleo.
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Carlos Mauricio Iriarte Barrios http://carlosmauricioiriarte.blogspot.com
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