¿Fiel reflejo de la realidad o imagen estilizada? La fotografía Sevilla publicitaria.
Cuando se trata de la publicidad, el viejo cliché ‘una imagen vale más que cien palabras’ es cada vez más significativo hoy en día. Nuestra sociedad moderna, tan acostumbrada a absorber información visual rápidamente, se influye fácilmente con imágenes publicitarias, que suelen afectarnos de manera subliminal. A diferencia de la palabra escrita, se perciba la imagen inmediatamente; atraviesa el nivel consciente para llegar directamente al inconsciente, cortocircuitando el intelecto. Por lo tanto la imagen resulta un método perfecto para los anuncios, pero presentar el producto de manera adecuada es un arte en si mismo, y no todos los fotos publicitarios nos afecta de manera subliminal o igual. Hay dos tipos principales de imágenes publicitarios, los que demuestran el producto exactamente como es, y otros que venden una imagen estilizada del producto, el dilema para los fotógrafos Sevilla es ¿cuál se vende mejor?
Es un tema polémica, y una cuestión que, me alegra decirlo, se pregunta cada vez más en los últimos años. Si estamos más dispuestos a examinar los técnicos del marketing y anuncios es porque después de décadas de anuncios y consumerismo hemos empezado a cuestionar la ética de vender. Pero por eso no quiero decir que vender es necesariamente poco ético, como seres humanos hay algunas cosas imprescindibles que tenemos que consumir, y necesitamos empresas que nos proporcionan esos servicios. Lo que ha cambiado recientemente es que el público es mucho más informado con respecto a los anuncios y los técnicos que utilizan para vender. Una empresa que intenta ‘engañar’ al consumidor creando una imagen falsa de su bien o producto se captura con las manos en la mesa con mucho más frecuencia, gracias a la nueva habilidad del consumidor de detectar exageraciones en los anuncios, y los numerosos sitios web que publican opiniones y críticas de consumidores. Hoy en día el público desea realidad, y las empresas publicitarias, si quieren ganar dinero, tienen que reflejarla, o una versión aproximada de ella, en sus anuncios.
Se puede citar a los fotógrafos Sevilla que trabajan por hoteles o compañías que organizan guías turísticas como ejemplo de fotógrafos que intentan conseguir este objetivo. Sería ilógico, y casi imposible, modificar sus imágenes de la cuidad hasta un tal punto que no reflejan la realidad de ella, pero sin embargo, al mismo tiempo no pueden ser tan reales como las fotos de vacaciones de un visitante, porque la turista, cuando piensa en su visita a Sevilla, quiere escaparse de su realidad diaria, y si no, ¿para qué vamos de vacaciones? Así que la tarea difícil del fotógrafo Sevilla es lograr un término medio, mostrar la ciudad como es, pero darla un aire de romance que le distingue de sus homólogos españoles.
En resumen, el verdadero arte de vender con imágenes es alcanzar al sutil punto medio entre la realidad del producto y el beneficio intangible que promete.
Elizabeth Goodwin
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