Perspectivas poco alentadoras para la mejora del desempleo en España
La reforma laboral operada a través del RDL 10/2010 y de la Ley 35/2010, gozando ya de plena vigencia, parece no ser la solución al grave y perentorio problema del paro en nuestro país, al menos a corto o medio plazo.
Si bien, a juicio de quien suscribe, abogado laboralista entre otros quehaceres; la nueva normativa es cuando menos congruente y deja ver a su través un notable esfuerzo integrador. Ello aún cuando la reforma operada “ab initio ” fue objeto de ataques por doquier, sin la más mínima aspiración ni justificación analítica.
Lo cierto es que el número de parados continúa próximo a los cinco millones de personas, afectando por igual al que se encuentra cualificado como al que no lo está.
Ya no es un problema al que nos enfrentamos de reconversión de “trabajadores del ladrillo ”. Va mucho más allá y no se vislumbra mejoría. Personalmente me preocupa comenzar a percibir en nuestro país, necesidad. Lo cual me resulta increíble, toda vez que yo ahora no voy a ser de los que niegue que en algún momento creí que todos podíamos ser clase media, previo fracaso de las teorías marxistas.
Descartado el mito de crear un millón de “empleos verdes ”, España si volviese sus ojos hacia soluciones de antaño, descubriría que tampoco son viables.
Usted recordará como hace décadas, llamaban a nuestro país “la despensa de Europa ” por la pujanza de su agricultura y capacidad exportadora. Sin embargo este sector con el paso del tiempo adoleció de una importante pérdida de competitividad en favor de países emergentes como Marruecos, cuyas tierras se encontraban menos “batalladas ”; contando simultáneamente con mano de obra peor remunerada y menos reivindicativa de derechos laborales.
El turismo también cedió su testigo en el ámbito internacional. Nosotros mismos nos encargamos de acabar con el atractivo de nuestro extenso litoral, enterrándolo bajo toneladas de cemento. Tampoco nos esforzamos mucho por conservar nuestro patrimonio histórico y cultural, todo sea dicho.
Los pretendidos visionarios aducen que la salida es el turismo de calidad. Aunque puestos a ser sinceros, notaremos cómo ese nicho de mercado está reservado a minorías. Tampoco nuestra planta hotelera es competitiva con los desarrollos ultralujosos que allende los mares se construyen por “cuatro duros ”. Ni nuestro nivel de servicio, por cuanto en destinos emergentes la productividad también es mayor, por los mismos motivos que antes traíamos a colación: sueldos inferiores y menores aspiraciones en materia de derechos. De otra parte bien sabrá quien haya estado por aquellos lares, que en cualquier hotel del Caribe los efectivos humanos quintuplican los que aquí se hallan al servicio del turista. Con un indudable valor añadido, como es el dominio de al menos dos o tres lenguas extranjeras por cualquier camarero de mesa o barra.
Tampoco la emigración será ahora una solución, como en tiempos de posguerra. Si lo que sabemos saber es poner ladrillos uno encima de otro, en eso también hay quien lo hace mejor que nosotros. Por ejemplo los paquistanís que trabajan hasta 18 horas por un sueldo mísero, viviendo hacinados y poniendo todo su empeño en crear paraísos de la nada, como pueda ser Dubai, como ejemplo tan fotográfico como reciente.
Pinta mal, qué duda cabe. Y lo cierto es que el Estado no podrá aguantar por más tiempo la sangría en prestaciones sociales ¿Cuál es la solución? Ciertamente yo no la tengo, pero estoy convencido que si existe, ella pasa por enaltecer y proteger la figura del trabajador autónomo, al tiempo de incrementar la velocidad del dinero, si el dinero en sí mismo no puede ser. Y con la embriaguez que ello genera, fomentar un renovado optimismo nacional.
Phara-on.net. Directorio líder de abogados laboralistas
Rafael Linares Membrilla. Abogado.
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