La Cienra y la cosecha

Hace algunos años la previsión meteorológica inmediata se medía por la cara que presentara la Abierta de Canalnegra , Entrambasaguas por otro nombre, o los pastores de Cuera adivinaban el temporal por el sonido de la mar mientras los de Portudera se preparaban para la llegada de las primeras nieves cuando empezaba a “jalar” el Boquerón de los Valles. Eran aquellos años en los que el viento del sur se llamaba l’arcia y las sequías trataban de atajarse metiendo a remoju el Santu de Pandarrieses, mientras se estaba bien atento a las témporas para adivinar el tiempo que vendría en los próximos meses.

Pues bien, por entonces, en primavera tambien existía una forma de prever la abundancia o escasez de las cosechas. En ese tiempo, como hemos dicho en primavera, en las tierras de labor prolifera una planta, una “ yerba mala” : la cienra.

La cienra es parecida a la cala o manto de jardín.

Para averiguar o prever la cosecha a la cienra se le quita la única hoja blanca hasta su base, de forma que queden al descubierto sus órganos reproductores.

Vemos que estos tienen un tronco central, amarillo ,que puede ser el pistilo ( no soy experto en botánica) . Este debe segregar algún tipo de toxina porque al entrar en contacto con la piel provoca un picor muy intenso. En su base y de abajo hacia arriba observamos un manojo de granos de color blanco, que según parece representaría la cosecha de patatas, según unos o la de cereal según otros. A continuación viene un cerco de “pelos” , que representarían la cosecha de “toñada “ . En tercer lugar vemos una especie de panoya con granos amarillos, que evidentemente representa la cosecha del maiz. Por último otro cerco de “ pelos”, mas abundante que el anterior, representa la cosecha de la hierba.

No todos los años los granos o los pelos son igual de abundantes, unas veces estén mas “jitos “, otras mas “ralos” . Pues bien a través de la abundancia o escasez de estos elementos en la planta se adivinaba si se iba a sacar tripa de mal añu o tocaba ayuno y abstinencia. Y me consta que era algo en lo que se creía. Lo que no consta era si la “predicción” era o no acertada.

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