Cuando el Polo Norte esté en el Polo sur
El magnetismo de la Tierra es una especie de irradiación invisible de la que la ciencia no ha conseguido aún saber demasiado. Se sabe que se origina en el centro del planeta y se extiende hacia el espacio exterior protegiendo al planeta por ejemplo de los vientos solares. Además el magnetismo terrestre es el que nos sirve para orientarnos con una brújula o sirve a los animales en sus viajes migratorios. Sin embargo actualmente los polos magnéticos de la Tierra no coinciden con los polos geográficos pues el campo magnético de la Tierra varía según las eras geológicas. Durante los últimos cinco millones de años se han efectuado más de veinte inversiones, no sabiéndose cuando será la próxima, pues ésta no sigue una secuencia regular.
Habiéndose descubierto un debilitamiento acusado del campo magnético terrestre, se supone que no hay que descartar una próxima inversión de los polos. De hecho hay lugares donde el campo magnético está ya invertido, por ejemplo en el Atlántico Sur. El cuando, es algo que ningún científico puede afirmar con exactitud.
A través de simulaciones hechas por ordenador, se sabe que en una inversión de los polos, que no es otra cosa que los Polos cambien de posición, el campo magnético terrestre será caótico durante muchos años. Y como el campo magnético actúa como escudo protector contra la irradiación cósmica, en caso de su debilitamiento, los vientos solares llegarán a la Tierra con mucha más intensidad, con sus correspondientes consecuencias para la vida, es decir, una emisión concentrada de Rayos Gamma mataría si no a todos, sí a muchos seres vivos. Incluso no se sabe con certeza si el cuerpo humano podría seguir existiendo con la forma que lo conocemos, pues sin el magnetismo en el cuerpo, la vida no es posible. Los mundos vegetal y animal sufrirían igualmente grandes modificaciones.
En esto se puede ver que incluso con la ciencia moderna y los numerosos avances obtenidos, todavía no se puede comprender del todo lo que el Espíritu de Dios nos transmitió hace 25 años a través de la palabra profética y que podemos leer en el libro de la Editorial Vida Universal “Origen y formación de las enfermedades”, por ejemplo que las consecuencias de nuestro comportamiento destructivo con el medio ambiente, ha de verse desde una perspectiva mucho más a largo plazo de lo que nos podemos imaginar hoy. Sobre todo que las enfermedades tienen que ver con la destrucción del planeta Tierra. También que si destruimos los campos magnéticos, destruimos también nuestro cuerpo. Algo sobre lo que deberíamos reflexionar, pues el hombre es una parte de la naturaleza, un componente de la Tierra y por tanto es lógico imaginar que lo que le hacemos a la Tierra, nuestro lugar de origen, nos lo estemos haciendo a nosotros mismos.
Radio Santec
Ana Saez Ramirez
45.271.959 R
www.radio-santec.com
Registro automático