Venezuela: Se busca un Estadista

Poco a poco se han notado ciertos cambios que indican que la oposición no es un bloque monolítico alrededor de la realización de primarias para la escogencia del candidato que enfrentará a Chávez el 2012. Ya están habiendo voces que se alzan en relación a que el próximo candidato debe ser un candidato de transición que debe ser apoyado por todos los partidos en una especie de nuevo Pacto y realizar, una vez electo, un gobierno que permita estabilizar la situación económica, política y social del país. No es descabellada la idea. A mi modo de ver no están dadas las condiciones para desgarrarnos en una lucha interna de los factores de una oposición golpeada por el gobierno y matizada por los intereses mezquinos de personajes que aun pretenden tener influencia de gobierno habiendo sido los responsables y culpables principales de este desastre que ha sido la administración de Hugo Chávez. Todos conocen quienes son los personajes, no es necesario mencionarlos, pero si es necesario decir que aun existen factores que se niegan a realizar los cambios que son necesarios en la administración del Estado y la política a fin de dejar atrás el tradicional “quítate tu pa’ ponerme yo”, sin pensar en las necesidades evidentes del colectivo venezolano.

Hemos leído de la inconveniencia de celebrar las primarias sin la definición del CNE en relación al cronograma electoral, ya que esto nos deja al descubierto y al arbitrio de unos Rectores alineados con el gobierno. Asimismo, un candidato al margen de la diatriba interna uniría a todos los factores desde el inicio y les daría tiempo a los factores opositores para la confección de un pacto de gobernabilidad que será ultra necesario una vez que Chávez huya del país, como en efecto hará, una vez que se conozcan los resultados electorales y lo abandonen las fuerzas que lo sustentan.

¿Que será necesario para que los partidos políticos entiendan que están a punto de repetir el error del Referéndum Revocatorio del 2004? ¿Será posible que sean mayores las fuerzas del oscurantismo político que controló las vidas de los venezolanos y dio al traste con la segunda presidencia de CAP, dando paso a esta pesadilla que ahora llamamos chavismo? ¿Dónde están los Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Jóvito Villalba, que entiendan que ahora no es su tiempo y que deben sacrificarse en aras de salir primero de este estado de cosas para luego volver a un estado de normalidad y sanidad política? Todos ahora están concentrados en preparar sus maquinarias para las primarias y el debate de si son o no son este año concentra su atención, sin darse cuenta que están jugándole el juego al gobierno. Sólo imagínense que el gobierno hará todo lo posible para que la oposición elija a su candidato en las peores circunstancias: les hará difícil la utilización de la logística del CNE, haciendo que esa elección sea en la peor fecha y circunstancia, no les dará el cronograma electoral, no les facilitará las cosas para que el candidato opositor tenga un pobre respaldo de ese 52% que sacamos en las ultimas elecciones. Imagínense solo que voten por ese candidato el 10 o el 15% de los electores habida cuenta de todas estas dificultades. Ya eso solamente le pondrá un plomo en el ala a nuestro candidato desde el inicio. Después de eso, imagínense entonces la campaña de descrédito del gobierno.

No hay manera de explicar lo obvio. Lo obvio a veces no es evidente. Pero también lo obvio no es conveniente. Habría que analizar a quienes no les es conveniente. Puedo decir, responsablemente, en este caso, que lo obvio no es conveniente a quienes han negociado y administrado la renta petrolera y desean volver a hacerlo. No les es conveniente a aquellos que, haciendo negocios con el gobierno bolivariano, están negociando quedarse y seguir haciendo negocios con sus posibles sustitutos, luego de que Chávez se vaya. Es duro decirlo pero es así. Pero eso siempre ha sido así. ¿Cual ha sido la diferencia entonces? Que antes teníamos Estadistas y no políticos negociadores. Y creo que hay personajes de la política actual que tienen mucha madera de Estadistas pero tienen miedo a dar ese paso trascendental porque pasarían por encima de una pléyade de intereses y por eso temen quedarse sin apoyos económicos o políticos, es decir en la calle. Y por eso actúan pensando en cálculos políticos y no en la gente que cree en ellos. A ellos les digo que se equivocan, que eso no es así.

Creo que el mayor capital de un político es la gente que lo respalda, pero la gente de verdad. La que no espera nada sino un mañana mejor, la que cree que si existen dirigentes en los cuales se puede confiar para salir adelante, aquella gente que al darle su respaldo para llegar a las posiciones de control político de la Nación no se les voltearán y resolverán, o al menos harán el intento honesto y serio de resolverle sus problemas por encima de todo y de todos, incluso de aquellos que les dieron su apoyo económico o político. Es por eso que Hugo Chávez llegó a Miraflores y es aun la esperanza de mucha gente pobre. Cuando apareció por primera vez a la arena política, la gente vio y, más importante aún, sintió sinceridad en sus palabras. De allí a que fuera abordado por calculadores de la política, no hubo más que un paso y el resultado es lo que estamos viendo. Tuvo su oportunidad de convertirse en Estadista pero no tenía la madera política y la condición humana personal para serlo. Y perdimos todos. Perdió Venezuela.

Debo insistir en hacer un llamado a la reflexión de nuestros dirigentes antes de adentrarnos a la vorágine que significa una elección y los posibles resultados. Y digo de nuestros dirigentes y no de nuestros partidos políticos porque a veces los intereses de los partidos no coinciden con los de sus dirigentes. Y los partidos no son más que la entidad abstracta que reúne a la gente preocupada por el país. Sres. dirigentes políticos: Despójense temporalmente de su condición de militantes de partido y acuérdense que los llevo allí: dar un aporte a la sociedad para el bienestar de todos. Es la hora de pensar en todos nosotros. Cualquier decisión que tomen sellará el destino del país para la próxima generación o generaciones. No pierdan la oportunidad de convertirse en Estadistas…

Caracas, 8 de Abril de 2011