Compartiendo opiniones
Como de costumbre quiero compartir un artículo escrito por un buen amigo mío. Del cual – como el ya lo sabe – discrepo en varios de sus párrafos. Pero es que de eso se trata. No podemos todos pensar igual. Quiero aprovechar también esta oportunidad para contarles que otro amigo me dijo que utilizara todo este tiempo en publicar mis artículos, porque después no se podrá hacer. Yo creo que en estos tiempos de Internet, está bien difícil que ocurra una mordaza de esa naturaleza. Pienso que sería imposible controlar todas las redes sociales. Bueno, pero mi amigo Dante escribe lo siguiente:
- “Mi querido hermano, a ver si logro ganarle a mí tiempo en esta cabina pública. Bueno hago uso de la amplia tribuna que sueles dar a tus lectores y la total libertad de discrepar, lo cual he aplaudido siempre.
Lo que pasó este domingo, verdaderamente, no me ha causado sorpresa alguna. Dice el dicho ese, tan popular entre nosotros: ‘la voz del pueblo es la voz de Dios’ y, bueno, para no ser irreverente y no mencionar más al Creador, diré que el pueblo, nuestro pueblo expresó su total repudio a ‘más de lo mismo’, a los mismos de siempre, a los políticos tradicionales que invirtieron a raudales con la esperanza de ‘sacar’ fortunas a lo Montesinos. No le interesó lo de ‘salto al vacío’, ni una supuesta pleitesía a Chávez, Morales o Lula, no. ¿Y sabes porque, hermano? Porque los pobres del Perú, no tienen nada que perder, así con mayúsculas, porque lo único que llevan es su inmensa miseria sobre sí.
Es posible que a nosotros nos asuste. Y digo ‘nosotros’, sin ser personajes adinerados, empresarios prósperos ni mucho menos, pero… al menos… gracias a Dios, amigo, comemos todos los días, lo cual no hacen millones de peruanos que viven de forma infrahumana, en chozas de material reciclado, donde realmente no saben que llevarse a la boca a la hora en que el hambre llega. Y no digamos: ¿Para qué hicieron tantos hijos? Porque ya están hechos. No digamos: ¡Vagos! ¿Por qué no venden aunque sea caramelos?... Porque todos no nacen con esa iniciativa, hermano, porque si eso fuera así, ya no podríamos vender ni siquiera caramelos, porque todos estarían haciendo lo mismo o algo parecido. ¿Surgiría nuevamente el trueque que dicen tenían los Incas? Pues no nos quedaría otra cosa. “Amigo, pásame unos caramelos que yo le doy un vaso de refresco” o, “pásame ese maletín que aquí tengo un buen pantalón a cambio” la locura si todos nos volvemos ‘recurseros’ de golpe.
Con este sistema de cosas que Hildebrandt le llama ‘capitalismo salvaje’, la nueva hornada ‘neoliberalismo’, pero que es la misma chola que siempre conocimos con el nombre de conservadurismo, es muy posible que nosotros nos sintamos bien porque nos defendemos con nuestras habilidades, pero… la brecha entre pobres y ricos crece, crece, y crece cada minuto que pasa, siendo la gran tajada siempre para los otros y el mendrugo para las grandes mayorías pauperizadas de nuestro querido país. Esos, esos, hermano Andrés, son los que han hecho catarsis el domingo expresando su profunda angustia. El dolor de su condición, el que sus niños en mayoría no lleguen a los cinco años y mueran arrojando los pulmones por la boca sin poder evitarlo por una tuberculosis que, incluso, se ha hecho súper resistente a los antibióticos que jamás podrán comprar. ¿Es posible que aquí cerca, en Pisco ocurriera aquel devastador terremoto y… los que dicen: “El Perú avanza”, los tengan hasta ahora sin poder reconstruir totalmente su hábitat, mientras que las comisiones que se crearon se llenaron los bolsillos, se fueron y dejaron todo igual ¿Es posible que el hospital general de Ica siga atendiendo en carpas a casi cuatro años del sismo? Esa es la clase política de la que, tú lo sabes, no me gusta hablar porque los considero demoniacos, pero hago la excepción por la coyuntura que vivimos. Esos que, repito, dicen que “Avanzamos”, mientras que el mentiroso anterior, ese que se llama asimismo “Pachacutec” le decía ‘chorreo’, mientras la gente muy pobre no siente ni que avanza ni que chorrea ni chorreará mientras esos sigan al frente del país que jamás llegarán a amar de verdad.
Desgraciadamente debo ejercer una vez más mi obligación ciudadana de sufragar y, esta vez lo digo sin ambages, que no votaré por la hija del que nos robó en forma tan miserable. Peor aún, las Marthas Chávez, las Cuculizas, Lozadas, etc. Ni siquiera hacen una mea culpa para “barajarse”, no. Dicen con la frescura de siempre que todo lo hicieron bien y que el único culpable es Montesinos que ya está preso. (¿¿¿???) ¿Y no es una ofensa peor que nos crean débiles mentales?
Lo más grave: la señora Susana Huguchi, ignorada por sus hijos en los momentos más difíciles, y que está en precario estado de salud, fue llevada por ellos al mitin para decir “que toda la familia está unida y que su madre los apoya”. O sea, no les interesa ahora tampoco su salud, con tal que esto favorezca sus intereses políticos.
No sé qué hará el señor Humala, pero al menos… me engañará uno nuevo y no los mismos de siempre. Aquí digo yo también como tú, mi querido amigo: “Que Dios nos coja confesados”. Gracias por tu paciencia y por tu pluralismo, amigo. Un abrazote y cariños por casa.
Dante.
Pd.- último minuto: Quiero creer que es solamente un “bola”, pero ha empezado a circular un rumor entre la gente. Parece que el Dr. García evalúa seriamente darle el indulto humanitario a Alberto Fujimori, lo cual sería para evitarle la ‘papa caliente’ a la señora Keiko, de tener que liberar a su padre si llega a gobernar. Parece que se muere de miedo y tiene en la mencionada señora, su última esperanza de quedar en la impunidad. Lo más risible: Mercedes Cabanillas acaba de anunciar que su partido está dispuesto a entrar en las conversaciones para decidir su apoyo, cuando el Apra ha quedado desmembrada el domingo y no tiene ni voz, ni fuerza moral alguna para intervenir en nada de nada. Sencillamente desapareció”
Estas son opiniones de mi buen amigo Dante. Quiero invitar a todos los que me siguen en la lectura, a compartir sus impresiones sobre estos temas. Como sabrán, yo tengo un espacio en Internet que muy gentilmente permite que cuelgue mis artículos – claro con ciertas condiciones éticas en la expresión – entonces, invito a todo el que quiera compartir sus opiniones, enviarlas a mi correo electrónico y yo los publicaré en el lugar que les menciono, pero por supuesto pasando por una revisión.
Andrés Arbulú Martínez
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