Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, un aliado de la MiPyME
Ha sido en la última década en que la evolución vertiginosa de las tecnologías de la información y la comunicación (T I C) ha transformado la forma de actuar y de comunicar en prácticamente todos los ámbitos del quehacer humano, ha roto paradigmas sobre la forma de hacer las cosas, eliminando barreras como la distancia, el costo y las condiciones socioeconómicas, siendo asequible hoy en día prácticamente para todos. La accesibilidad a las T I C ha facilitado su integración a los negocios apoyando en a las funciones sustantivas y estratégicas de las organizaciones, siendo el motor, en algunos casos para reinventar la forma de operar y de hacer negocios. En nuestro país ha habido avances importantes en el uso de las T I C, pero aun existen áreas de oportunidad para aprovechar en óptimamente los recursos que las organizaciones invierten en T I C. Existen oportunidades para que las T I C sean enfocadas a proporcionar un valor agregado a las organizaciones en sus procesos productivos, administrativos, así como facilitar la relación cliente-proveedor y con ello apuntalar a un crecimiento sostenido.
Incorporación de las T I C como ventaja competitiva
Para conocer el impacto de las T I C en la MiPyME se han realizado estudios basados en medidas de eficiencia y productividad, logrando afirmar que la MiPyME que involucran a las T I C tienen rendimientos en el ámbito productivo[1], Así quienes han implementado tecnologías de la información en sus procesos han logrado un crecimiento y ventajas competitivas que apoyan su supervivencia. Además es preciso decir que la introducción de T I C agiliza la generación, acceso y distribución de la información, siendo una valiosa herramienta para la toma de decisiones; apoyando sustancialmente la relación con clientes y proveedores.
Para encarar la competencia, la MiPyME requiere de tecnologías adecuada al tamaño y naturaleza de la organización que le ayuden a crear las mejores condiciones de su crecimiento, de tal manera que la información interna y externa sea de calidad y confiable[2].
La MiIPyME que hace uso adecuado de las T I C en sus procesos productivos, tiende a enfocar sus esfuerzos lucrativos en crear estrategias de negocios , creando nuevos nichos de mercado, generando una diferenciación con sus competidores a través de sus productos o servicios. Por el contrario, las empresas que no utilizan T I C como herramienta de negocio sus procesos productivos se concentran en el día a día.
Los gerentes deben llevar a sus organizaciones a enfocarse en estrategias especificas para mejorar su desempeño a través de las T I C, centrándose en los siguientes puntos: 1) Generación de capacidades: buscando ser diferente de los competidores; 2) Movilización de recursos, asegurando los recursos financieros, humanos, y tecnológicos, los cuales pueden ser accesibles para la MiPyME sobre todo para los países en desarrollo; 3)Transición negociada, la MiPyME deben hacer ajustes para adaptarse tanto a los procesos como sus miembros al entorno cambiante y competitivo[3].
La MiPyME tiene ventaja y retos para la adopción de T I C, por un lado dado su tamaño, cuentan con mayor flexibilidad lo que les permite fácilmente adaptarse a los cambios del entorno y por ende a los cambios del mercado; dadas sus dimensiones también les facilita tener una mayor cercanía con sus clientes. Entre los retos que afrontan son: el desconocimiento de las oportunidades que las T I C les pueden brindar; poco personal capacitado en T I C; dificultades para acceder a las T I C, debido a sus limitaciones financieras y los altos costos de inversión que generalmente se requiere[4] .
Las oportunidades en México
En nuestro país la MiPyME es la que mantienen activa la mayor parte de la economía, en el 2009, 98% de las empresas establecidas en el país eran MiPyME, generando el 78% de los empleos en Mexico[5]. Dada la naturaleza de estos negocios, al contar con poca solvencia económica y con una formación empresarial formal insuficiente se ven en riesgo de subsistir o con pocas posibilidades de crecimiento. Ante esta realidad el gobierno se ha dado a la tarea de crear programas que ayuden a la MiPyME a su crecimiento, generando una nueva cultura empresarial, a través de programas de capacitación y el fomento a la innovación tecnológica motivando con ello a la introducción de T I C en la MiPyME
Para conocer como se relacionan las MiPyME con las T I C en el país, resulta interesante analizar los siguientes datos: solo el 9% de las micro empresas utiliza las T I C en sus procesos administrativos, mientras que la pequeña las utilizan en un 74% y en la mediana la utilizan el 90%. Otro factor importante a valorar es el uso del internet en la relación con clientes y proveedores, pues solo el 6% de la micro empresa emplea el internet como herramienta de negocio, la pequeña lo utilizan el 52% y en la mediana el 73%. Otro factor identificado es el empleo de equipo de cómputo en procesos técnicos o de diseño, donde el 4% de la micro la utiliza, en la pequeña el 38% y en la mediana un 58%[6]
Como hemos visto existe avances considerables en la adopción de la tecnología, sin embargo, aun hay áreas de oportunidad para que la MiPyME pueda consolidar su negocio apoyándose en las posibilidades que las T I C le puede brindar, como son la información oportuna y confiable, la comunicación inmediata, y el romper con las barreras de tiempo y distancia, entre otros.
Como se puede apreciar el uso extendido de las T I C va en función del tamaño de la empresa, asumiendo que ha mayor crecimiento de la empresa y mejor conocimiento del negocio, las T I C tienen una mayor aceptación en todos los ámbitos del negocio.
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Conclusion
La T I C es necesarias en la medida en que puedan ahorrar tiempo en los procesos, permitan conocer mejor el comportamiento del negocio, y ayuden a acortar distancias y tiempos en las relaciones con clientes y proveedores. La adopción de las T I C también va de la mano con una cultura empresaria, generadora de estrategias de crecimiento y permanencia en el mercado
[1] Maldonado, 2010
[2] Fernández y Plata, 2006
[3] Amoros, Planellas y Batista, 2007
[4] Leal, 2007
[5] Secretaría de Economía, 2010
[6] INEGI, 2006
Ma. de la Luz Cornejo B.
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