Crisis financiera: Un estímulo para el cambio

Algunos de nosotros observamos los extraños acontecimientos en los mercados financieros y sus efectos en los fondos mercantiles, pero sólo movemos la cabeza y nos impresionamos. Otros tenemos un riesgo mucho más personal en este asunto. Quizá hayamos visto disminuir nuestras cuentas de retiro y nos preguntemos cómo sustentaremos nuestra jubilación. Quizá nuestros fondos se pierdan de manera lo suficientemente dramática como para causarnos noches en vela y depresión. Quizá te encuentras postergando la compra de la nueva casa que siempre habías soñado, o incluso peor, quizá la casa de tus sueños esté siendo devuelta al banco y te preguntes dónde dormirá tu familia mañana.

Hay muchas opiniones acerca de las causas del colapso de los mercados financieros en los Estados Unidos y sus potenciales ramificaciones en todo el mundo. ¿Será que las directivas y los altos ejecutivos comparten su culpa por centrarse sólo en ellos mismos? En todo caso, no fueron los únicos en hacer dinero. La búsqueda de dinero fácil o quick dollar fluyó por todos lados. La codicia corrió desenfrenadamente. Muchas personas compraron casas porque vieron que se hacía tanto dinero que no quisieron quedar afuera.

Como hemos visto muy a menudo en el pasado y recientemente en la "Burbuja de Internet", todas las especulaciones llegan a su fin cuando no hay ninguna base real. Cuando se hace dinero en proporciones tal irreales, sin ninguna base sólida, todo lo que sube debe bajar.

En la raíz de todo esto está el egoísmo y su deseo de placer para "mí". Vivimos en una cultura que glorifica la riqueza, la fama y el poder a pesar de toda la evidencia contraria de que éstos dan felicidad. Todos podríamos estar de acuerdo en que la falta de dinero puede causar tristeza, ¿pero puede alguien señalar algún estudio que relacione la riqueza con la felicidad? Todo lo que tenemos que hacer es observar las vidas de los ricos y famosos y ver la miseria que se provocan a sí mismos y a los demás.

Se dice que se necesita un acontecimiento emocional significativo para generar un cambio. ¿Nuestra actual situación financiera podría provocar un acontecimiento así? ¿Es posible que estemos comenzando a ver que esta codicia no es buena? ¿Es posible que estemos comenzando a ver que la felicidad no está relacionada con la riqueza, la fama y el poder? ¿Y si el exceso llegara a ser vergonzoso? ¿Y si enaltecemos a la gente que es "desinteresada" y degradamos a los "interesados"? ¿Cómo sería el mundo si cada uno le diera más importancia a los demás y no sólo a nosotros mismos?

Este concepto es un principio básico en la Cabalá auténtica. Por eso ha llegado la hora de revelar esta sabiduría ancestral, de manera que cumplamos la regla “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. En realidad, es mejor dar que recibir. Toma un momento para cerrar tus ojos e imaginar todas las posibilidades y potencial si todos nos centráramos en ayudarnos unos a otros. ¿Qué parecería nuestro mundo? ¿Cómo se sentiría ser parte de un todo maravilloso? ¡Unidad