Respuesta a mi artículo 'Que Dios nos ilumine'
Mi amigo Dante comenta sobre mi artículo “Que Dios no ilumine” y me dice lo siguiente:
-“¡Qué buen artículo, mi querido hermano! Efectivamente, el meterse con apasionamiento en las cosas políticas (cosas que sabemos no son santas), hace que, inevitablemente, uno salga lastimado. Te he leído y veo que te has serenado, amigo y vives ahora la lógica calma que le sigue a una noche tormentosa. Pienso que nos pasó lo mejor y, sobre todo, que conservamos nuestra dignidad. Porque en el supuesto caso que (toco madera), las cosas no salgan tan bien, lo reitero, preservamos incólume nuestra dignidad, al no elegir nuevamente a quienes integraron una cleptocracia que nos robó más de 600,000 millones, sin tener un ápice de piedad por tanta gente que vive en la miseria más extrema, por tantos seres humanos que mueren año a año en Puno, con el friaje que todos los gobiernos saben llega puntual con su terrible guadaña a cada cambio de almanaque. Con viviendas miserables y con las defensas por los suelos por la desnutrición ¿cómo podrían salir airosos de ese azote del frío? Ya lo han comentado mucho: las mismas temperaturas y en algunos casos mucho más baja todavía, soportan los campesinos pobres de Europa, Escandinavia y todas esas zonas gélidas. Nomás que no mueren porque tienen una buena nutrición y lindas viviendas que los protegen. Ojalá empiecen a solucionarse lentamente muchas de estas adversidades en nuestro país, aunque ya que dije una vez, que serán tal vez nuestros tataranietos quienes gocen de un Perú desarrollado plenamente y sin tanto dolor en sus profundidades. Como tú lo has dicho: ¡Que Dios nos ilumine!
Un abrazo y saludos a Adriana.
PD.- Ah y luego del temporal, confío en que ya no querrás vender tu casa para huir del país, sino que apostarás por un Perú mejor. De lo contrario ¿Quién realizaría mis fotovideos y posibles filmaciones? ¡Suerte, hermano!”-
Mi amigo Dante halaga mi artículo e insiste en que Dios no puede entrar en materia política. Como que Dios está excluido para ciertas cosas del mundo. Luego dice que me he serenado. Pero lamentablemente siempre, el que se ha mostrado más agresivo en sus comentarios, ha sido el. Yo trato en la medida de lo posible, analizar con la cabeza fría todos estos asuntos políticos y no caer en apasionamientos. Sin insultos ni resentimientos.
Seguidamente mi amigo Dante me cuenta que nos pasó lo mejor. Yo opino, que las cosas todavía no están claras. Falta esperar el pronunciamiento de nuestro electo presidente, el día 28 de Julio. Para mí, es como si todavía estuviera en campaña. Falta saber si dirá que se desmarca de la idea que tiene Hugo Chávez. El señor Chávez, quiere ser el líder de una Latino América “revolucionaria” que luchará contra el yugo Norteamericano. El señor Chávez quiere luchar contra la comunidad Europea.
Todos los países latinoamericanos tienen soberanía para decidir con qué países realizar tratados de libre comercio. Ningún otro país puede interferir en decisiones de economía de estado. Como repito, falta saber qué actitud tendrá nuestro virtual presidente sobre este aspecto. Si Ollanta Humala se desmarca - en su discurso de 28 de Julio - del señor Hugo Chávez; seré el primero en aplaudir esta decisión.
Sobre la pobreza extrema, yo tengo la siguiente interpretación: Nosotros los seres humanos, tenemos un inevitable comportamiento de estar en constante relación. Y en esta ontológica relación, por instinto propio, tendemos a ayudarnos los unos a los otros. Los animales tienen este mismo instinto. Nosotros como seres pensantes, lo asumimos con más convicción. Pero resulta que la consciencia en el ser humano, se cultiva. Es por este motivo que en algunas personas, el instinto de ayudar a su semejante, es más notorio que en otras.
Las culturas europeas y algunas asiáticas, tienen este instinto, educado y desarrollado de una manera significativa. Todos, - casi -, absolutamente todos saben que se deben ayudar unos a otros. Y no esperan la ayuda del Estado para resolver problemas de pobreza. Es admirable observar a la cultura japonesa levantarse de entre los escombros, luego de un desastre. Ver como todos, absolutamente todos colaboran para este fin.
Desgraciadamente nosotros los peruanos, - no todos, felizmente - estamos acostumbrados a echarle la culpa al gobierno de turno, por no solucionar el problema de la extrema pobreza. Sentaditos o echaditos en nuestros alojamientos, criticamos a todos los que se roban el dinero sin ayudar a los más necesitados. Pero no somos capaces, de ayudar al que necesita y está próximo (prójimo) a nosotros.
Mi amigo Dante usa el término “huir”. Yo no soy perseguido para huir. Salvo que el señor Humala quiera perseguir a todo aquel que no piense como él.
Esperemos pues a ver como se pronuncia el 28 de Julio y, como repito: “Que Dios nos ilumine”.
Andrés Arbulú Martínez
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