El sistema Oseo del pie y su importancia en el diseño de zapatos
Desde los inicios del oficio en la antigüedad hasta finales del siglo XVIII, los zapateros se concentraron en la confección de zapatos teniendo en cuenta exclusivamente la forma exterior del pie, a la que deseaban proporcionar una capa protectora. El sistema ósea y la musculatura, es decir "la forma interna", eran completamente ignorados. Fue en el siglo XIX cuando los zapateros se dieron cuenta de que precisaban conocimientos anatómicos. Aparecieron numerosos manuales del zapatero que resumían los valores cognitivos del oficio, a menudo acompañados con descripciones de detalles anatómicos del pie.
Actualmente, los conocimientos sobre las características óseas, la musculatura, las articulaciones, los nervios y la piel del pie forman parte de la formación general del oficio del diseñador y del fabricante de zapatos. Al tomar las medidas, y de acuerdo con las reglas derivadas de la práctica, se toman como referencia puntos anatómicos fijos reconocibles y característicos que tras varias mediciones muestras pocas variaciones.
Es cierto que no existen dos pies completamente iguales. Sin embargo, la estructura anatómica es idéntica para todas las personas y surgió hace unos dos millones de años, cuando el antepasado del hombre moderno, el Homo Erectus, empezó a desplazarse sobre dos piernas.
De los 208-214 huesos del esqueleto, los más pequeños se encuentran en los miembros más móviles: las manos y los pies. Los huesos, las articulaciones, los músculos y los tendones del pie forman la construcción mecánica más compleja del cuerpo humano. Cuando un hombre está de pie, la superficie de sus plantan apenas alcanza los 300 cm2, pero debe soportar con estabilidad un peso medio de 70 a 120 kg. Al andar, el pie se adapta con flexibilidad a los desniveles de la superficie. Los ligeros cambios internos de la planta del pie nos permiten andar descalzos por la suave e inestable arena de la playa o por caminos accidentados y pedregosos.
Así pues, el pie es una estructura que debe soportar mucho esfuerzo, capaz de ofrecer unas prestaciones extraordinarias. Un europeo medio, según un estudio realizado en Inglaterra, camina de media unos 150.000 km. durante su vida.
Podemos concluir que cualquier fabricantes de zapatos y zapatillas, es indispensable un acabado conocimiento de la anatomia de los pies
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