Al despertar de un sueño
AL DESPERTAR DE UN SUEÑO
Teatro
Drama
“Dicen, que hay un lugar en la fantasía insondable del hombre, en el que soñando despierto también se vive. Dicen de tal soñar, que es soñar la vida. Dicen de la vida que es soñada, que no es vida, sino sueño. Dicen, que el sueño que se vive en demasía, es la única verdad que hay en la vida.”
Idea y obra originales de
ENRIQUE LOPEZ GOMEZ
S inopsis
de la obra “Al despertar de un sueño”
Personajes:
Henry Cot, hombre
Luz, mujer
Anciano, hombre
Una voz del pasado, hombre
Una voz, hombre (Solo voz – Nunca presencia física en la escena)
Obra para cinco personas, una mujer y cuatro hombres.
Conflicto: La existencia del amor. La trascendencia del alma humana, Contexto: Toda la obra transcurre en el universo. En un plano de existencia diferente al conocido
Aclaración
El estilo literario de la obra se compone de dos partes; una escrita en prosa y otra escrita en verso libre. En algunos actos se dan las dos formas a la vez, téngase esto en cuenta. Aquellas escritas en verso guardan la estructura típica de estrofa, sin estar sujetas a métrica alguna pero deben ser recitadas de tal forma lírica. No incluyo referencias de ningún tipo sobre vestuario o atrezos de escena.
Sinopsis
La obra cuenta el final de la vida de Henry Cot, un anciano soñador de ochenta y cuatro años que al morir pasa a un plano de existencia espiritual (inmaterial), en el que deja su estado de hombre y pasa a ser un “alma” que ha olvidado momentáneamente todos sus recuerdos, y su sueño más preciado. Al comienzo de la historia una voz cuenta brevemente un hecho acontecido hace mucho tiempo, y que será el motivo central de la obra. Esta, continua con la aparición de Henry Cot, que viaja a través de la inmensidad del universo sin un rumbo aparente, con una memoria imprecisa, producto de la separación del cuerpo físico y el astral. En su camino se encontrará con Luz, un alma que acude a su encuentro y que le ayuda a recordar el motivo de su existencia. Para ello viajan juntos hasta la memoria universal, el lugar donde el cosmos conserva mediante sueños el principio y fin de todo, en su esencia más pura. En ella contemplarán la visión del sueño de un hombre, mostrando el final de su vida y de cómo vivió el conflicto que presenta la finitud mortal que hace mella en el ser humano, cuando este siente que por ella expira. La visión inspira en Henry una reflexión que le hace remembrar la verdadera esencia que compone su ser y que es sentido universal de un anhelo casi siempre incomprendido, el amor. Finalmente las almas descubren quiénes son y que las une.
Recomiendo una composición musical de este estilo :
Primeara jornada Acto Primero. Klaus Badelt (La máquina del tiempo 2002) El 1º.
Primera jornada Acto Segundo. John Williams (La lista de SCHILNDLER 1993) Tema principal.
Primera jornada Acto Tercero. John Williams (La lista de SCHILNDLER 1993) Tema principal.
Segunda jornada Acto Primero. Andrew Lloyd Webber (El fantasma de la ópera 2004) Tema principal
Segunda jornada Acto Segundo. Michael Nyman El piano 1992) The promise
Acción para toda la obra
En el Universo. En un plano de existencia diferente al conocido.
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Jornada Primera
Acto Primero
Personas
- Henry Cot (Hombre)
- Luz (Mujer)
- Una voz ( Solo voz -Masculina – Nadie sale en la escena)
Puesta en escena
Se abre el telón, y una voz celestial, especialmente sedante, cuenta un secreto universal. Al concluir, en un oscuro vacio, puede verse a un alma perdida (Henry Cot) viajando a través de los tiempos hasta encontrarse con otra alma (Luz), quien mantendrá una larga conversación en un intento por hacerle recordar quien es y porque ella acude a buscarlo.
r
r
Una voz
Los recuerdos vienen hasta mí, obligándome a recordar. Esto pasó hace mucho tiempo, pero aun recuerdo ese sueño.
Una vez cuando era más joven, me separé de la parte que soy yo, y aquella parte de mí que no era yo se perdió en la inmensidad. No he conocido tragedia peor ni un incierto o una grima mayor que descubrir, que nada hay que avive más el corazón que el amor de un sueño amado. En mí búsqueda, hube de soñar la vida entera.
- Entra Henry Cot y poco después Luz -
Luz
Cuanto anhelo, no sabes cuánto alma perdida. Busque por tantas vidas que finalmente soñé, como tú lo hacías, y ya nunca he dejado de soñarte.
Henry Cot
¿Quién eres tú, cuyo brillo es semejante al de una estrella?.
Luz
No puede ser, ¿no recuerdas quién soy?.
Henry Cot
¿Debería recordarte?. ¿Quién eres?.
Luz
¡Sólo yo, pero tú ya me conoces!.
Henry Cot
Pues no te recuerdo, ni siquiera sé donde estoy o quién soy.
Luz
¿No sabes por qué estás aquí?.
Henry Cot
No, no lo sé.
Luz
Haré una cosa, te contaré que soñabas antes de estar aquí.
Henry Cot
Está todo muy oscuro, casi no puedo ver.
- Henry y Luz se mueven. Henry sigue a Luz -
Luz
Sígueme, te explicaré todo por el camino, ahora eres un ser de luz; la oscuridad no puede enfrentar el brillo de la luz, ella cae irremediablemente a ella. Úsala como si fueran tus ojos. Contempla como se abre ante ti el camino. Adelante no temas, ya no Henry.
Henry Cot
¡Oh! es fantástico, increíble, ¡puedo ver todo!. ¿Cómo puede ser?. Cuán hermoso es, ya que siendo al parecer apagado, quede rendido a la luz que emana de mi cuerpo. Los colores son de tonos divinos, siendo luces que caen, se pierden en un destello de miles de otros matices.
Luz
Es tradición del universo alma querida, la oscuridad está hecha para ser vestida por la luz, pero tú ya lo sabes.
- Se paran -
Henry Cot
¿Lo sé?. Te equivocas. Nada recuerdo de lo que me dices.
Luz
Te conozco Henry Cot, de hecho, te conocí en tu principio. Aunque ya hace mucho, hubo un tiempo en el que teníamos la misma dedicación; guiábamos a otros hasta aquello que es origen y fin de todo. Una tarea hermosa decías; la mejor.
Henry Cot
Me dejas sin palabras, ¿y qué más sabes de mí?
Luz
Sé, que hubo otro tiempo y en él, ya no reías, no cantabas, tu esencia deseó algo que una vez oímos de almas muy jóvenes. Ellas hablaron de un sentimiento extraordinario prohibido desde el nacer de los tiempos a todos los seres que estábamos por encima de él; lo llamarón amor. Una manifestación de energía formada por los sentimientos profundos y verdaderos. Inmaterial, sólo posible cuando un alma primera se separa de sí misma.
Henry Cot
Sigue, por favor.
Luz
Solo aquellos que necesitan de la experiencia la tienen. Al separar el amor, este queda dividido en dos partes, transfiriéndose una a cada alma resultante. Creando una ley de atracción sin medida incapaz de albergar la posibilidad del fin.
Henry Cot
¿Entonces, eso es el amor?.
Luz
Sí Henry. Eso es el amor.
Henry Cot
Tengo la extraña sensación de entender lo que dices.
Luz
Claro que lo entiendes. Y aun lo entenderás más.
Ellas, ahora seres semi perfectos, deben hallar la perfección última en una unión material, física, y fundirse de nuevo por siempre en ellas mismas. Pero esa dicha tiene un coste; son enviadas por separado a distintas tareas y pueden pasar miles de años hasta que consigan encontrarse de nuevo.
Henry Cot
Es increíble.
Luz
Fue en ese momento, cuando le dijiste a la parte que soy yo, que necesitabas de aquello como si fuera ya parte de ti. Que soñar, te llevaría hasta ese hermoso estado. Y entonces, te separaste de mí. ¿Eso lo recordarás no?.
Henry Cot
La verdad no, lo siento, y si esa es la verdad ayúdame a recordar más. ¡Por favor!.
Luz
¡Uf!, no recuerdas nada eh.
Henry Cot
Si te digo que sí te mentiría.
Luz
Muy bien. ¿Qué más quieres saber?
Henry Cot
¿Qué es un alma primera?
Luz
Un alma es una esencia dual e indivisible, sin tiempo ni edad. Dotada de voluntad y conciencia, forma parte de todo lo que nada ha podido imaginar. Están hechas de amor Henry. Esa es la certeza de que todo lo que es vive por siempre. Las almas viajan sin descanso allí donde se crea algo; vida, mundos, galaxias, todo, todo requiere un alma; o muchas. Las almas primeras mantienen la armonía natural, haciendo que esta prevalezca hasta lo infinitesimal. Tú, eres la parte de alma que una vez fue alma primera.
Henry Cot
Me cuesta entenderte luz, ¿o debería decir alma?.
Luz
Llámame Luz y tranquilo Henry Cot, pronto evocaras todo, mi deseo es que recuerdes.
Henry Cot
¿Henry Cot es mi nombre?.
Luz
Es el nombre que obtuvistes cuando te separaste. El nombre es el reflejo de tu propia vibración Henry, para que nunca olvides el amor que siempre has tenido. Ahora intenta ir con más premura, me encanta saborear los vientos del cosmos.
- Se mueven -
Henry Cot
No comprendo nada. ¿de qué me separé?.
Luz
De una parte de ti que te ha extrañado; y que ha sentido al sol arder en su interior durante eones de tiempo, hasta este momento. Ahora mira bien, adéntrate en la oscuridad y dime, ¿qué ves?.
- Se paran -
Henry Cot
No veo nada, salvo a ti.
Luz
Mira bien.
Henry Cot
Sí, veo una calle, angosta, vieja.
Luz
¿Y qué más?. Observa y dime.
Henry Cot
Veo un hombre, un anciano. Parece enloquecido por el tiempo. Sus barbas son grises, tal como un día triste. El pelo cae sobre su mejilla. A duras penas ve entre ellos.
Luz
Continua.
Henry Cot
Veo en que sus ropas son cuidadas con poco mimo; harapientas diría. Sus zapatillas se confunden con el azabache suelo. Puedo oír lo que dice.
Luz
¿Y qué dice?.
Henry Cot
Dice que cumple ochenta y cuatro años hoy. Se encuentra en una casa.
Luz
Mira en su interior, Henry Cot.
Henry Cot
Sí, está añejada, dejada, jaula que encierra la libertad y enmohecidos inviernos. Sienta en un butacón deshecho mientras se deleita recordando, sí, pero llora amargamente a algo que se perdió. Su voz es triste y rota. Deshace en lamentos cualquier intento de felicidad.
luz
¿Recuerdas ya por qué estamos aquí?.
Henry Cot
No, no lo recuerdo.
Luz
Entonces escucha al anciano hasta que sepas por que estas aquí.
Henry Cot
¡Espera!. ¿Qué es este sitio?.
Luz
Solías venir mucho a remembrar. Estamos en la Memoria Universal. El compendio de todo lo que ha ocurrido; cada historia, cada vida, cada vez. Cualquier obra, acto o sentimiento producido por mínimo que haya sido, se encuentra recogido aquí.
Henry Cot
No tengo palabras para describir la majestuosidad de este sitio.
Luz
No las busques. Nadie las tiene porque no existen tales palabras.
Henry Cot
¿Quién ha creado todo cuanto veo?.
Luz
El mismo que te ha creado a ti. La fuente de todo.
Henry Cot
Cuéntame, ¿cómo es?.
Luz
Nosotros llamamos a aquello que siempre ha estado presente, Deleísel, el Todo. Es un lugar donde reside todo el amor del Universo. De él surge la vida y por un misterio que sólo él sabe, no cambia nunca ni se ve alterado por nada. Es la perfección primera, la única. Cuando la energía toma conciencia de su función de amor y experimenta por ella misma el sueño que la creó, regresa a él, a Deleísel, el Todo. Ahora pon atención a ese hombre.
Jornada Primera
Fin del Primer Acto
Jornada primera
Acto Segundo
Personas
- Henry Cot (Hombre)
- Luz (Mujer)
- Una voz del pasado ( Hombre - Solo voz – Nadie sale en la escena)
- Anciano (Hombre)
Puesta en escena
Se abre el telón y aparece la visión de un anciano en la memoria universal. Esta situado en la habitación de su casa. El anciano anda por ella mientras habla consigo mismo. Las almas entran en la escena y lo escuchan atentamente.
Anciano
¡Ay pobre de mí!,
que anciano me veo pero risueño me vi.
Recuerdo bendito, porque as de venir.
Haber, como era el sueño aquel,
sí como era él, como, ¿cómo era?
¡Dios mío!, ¡ella!, sí, aquel sueño
era ella, pero, ¿porqué no está aquí?.
¡Ah!, ya, ya recuerdo, de todos los
sueños que en la vida sollocé,
aquel que no hice mío fue aquel que
más soñé. (se ríe)
Increíble es que en verdad
todo el sueño realidad y al final,
a penas puedo recordar. (llora)
- Termina Anciano -
- Entran Henry Cot y Luz (hablan) -
Henry Cot
Pero, ¿quién es éste anciano?.
Luz
¡No lo reconoces!. ¿No recuerdas tan dolorosa pena?.
Aquella que enturbiaba tus ojos en llantos y quimeras,
¿acaso ya no recuerdas la galerna de las noches que
no terminan ni velan?.
- Terminan -
- Habla Anciano -
Anciano
¡Ay menesteroso de mí!.
De todas las dichas que saboreé,
sólo una no exhalé.
De todos los deseos en los que me pude
cristalizar, no conseguí aquello
que sólo pensarlo, subyugó mi alma.
Hoy soy un viejo achacoso,
inmerso lector de obras tranquilas
que me hacen pensar la realidad
vespertina, sollozos del sueño,
que de una pálida mañana fuese mía. (piensa)
- Termina –
- Hablan Henry Cot y Luz -
Henry Cot
¿Por qué sufre tanto?.
Luz
Su dolor es desigual. Sin medida, no hay final.
- Terminan –
- Habla Anciano -
Anciano
La ancianidad me acostumbró
a la sosedad de la aceptación,
a someterme a su capitulación,
sí, a esa decepción de anhelos
evocados y entremezclados, ya
en los vientos del olvido.
Tanto es lo perdido y cuanta la tragedia,
que no soy, ni la sombra hueca de mí.
Mí historia, es compendio del tiempo,
una exaltación dramatúrgica, un poema
exclamado en el cielo de la vida
y con frecuencia, una parodia de mí.
Aquello que soñé por sentir
el nacer al morir. ¡malditos sueños,
maldito el crisol que al fundirlos
los somete a realidad!.
¡Ay desgracia de mí!,
que del principio todo vi
mas sólo importa ya un momento;
aquel instante de tiempo en que logré
mi propia percepción del sueño.
Sí, no lo niego,
fue tan real que lo amé,
sí, lo amaré hasta mí final,
de esta mí vida ya para siempre
donde quiera que ella esté.
Me conduje a un mundo sublime,
tan hermoso, tan efíme,
que quedo hilado
en finas hebras de cartón.
Condenado a deshacerse
en la tristeza de los llantos,
de aquel que en días
se creía creador.
¡ Quién puede dar lo que no es!,
¡ quién puede pedir lo que no da!.
Años buscando el sueño perdido.
Siéntome arto y perdido;
pensamientos extraviados
que me han hecho enloquecer,
¡pobre de mí, pero en que pensé!.
El eco del susurro aún se pronuncia
sobre el alma que perdí, el alma que
ella se llevó. ¡Alma sí!, de aquella que soñé.
La dama que no hallé, más que en
mis propias fantasías.
Y ya no sé si la cree
o si habitó en mí.
Sentimientos diurnos, nocturnos,
lamentación, vacio,
una vida entera se me fue. (llora)
Hube de esperar tanto que quedé
como quedan los que esperan,
esperando hasta el final.
Y aquella noche,
dormité en un profundo sueño y en él,
soñé que el mundo era de una cálida luz blanca
que hacia batirse en retirada todos
los demonios que me torturaban, que
me hacían creer que ¡ay!, del sueño que no es posible.
En aquel sueño, hallé la respuesta y
en mi aflicción, encontré la manera de
crear un forastero pensamiento, ¡uno!,
el más querido para mí.
Aquello que nadie jamás sueña, pues
su fragilidad es de naturaleza tal, que
desvanece a un sólo pensar.
En ese sueño, senté con el sentido de mí vida
y reclamé una verdad, y ella
conmovida por mí tristeza,
me recitó el secreto de algo único;
capaz de dar vida a los sueños. (piensa)
- Termina Anciano -
- Habla Una voz del pasado – No sale a escena -
Una voz del pasado
En verdad puedo darte lo que añoras,
lo que anhelas, si es sueño lo que esperas,
mas te advierto, ni de antes ni de ahora
ha habido vivo que con su empeño,
viviera como quieres tú, este sueño.
- Termina Una voz -
- Hablan Henry Cot y Luz -
Henry Cot
¡Espera!, yo conozco a ese anciano.
Luz
Lo sé, tranquilo. Escúchalo atentamente.
- Terminan -
- Habla voz del pasado – No sale a escena -
Una voz del pasado
Tendrás tu sueño, y en el día de un final
cuando duermas el silencio, dejarás de soñar.
- Termina voz –
- Habla Anciano -
Anciano
A la mañana siguiente, al despertar
de un sueño, sobre mí cama tendida,
como una estrella en el manto del cielo;
se hallaba ella. La diosa de todos
mis momentos más hermosos.
La sensación de estar completo
nunca la he vuelto a tener.
La deseé, sí,
como sólo se desea una vez.
Y aquel momento fue una vida,
y la vida, se me fue.
Hoy años después la recuerdo
y su memoria me hace arder desde dentro
hiriéndome, como ninguna otra me hiere.
Produciéndome un dolor tan inmenso,
que no deseo seguir viviendo.
Su falta, es un gigantesco vacio
un pozo sombrío que nada puede llenar.
Hoy pienso en mí afligir,
en el dolor invertido
a través de lamentos confinados
en la más alta de las torres de mi existir
y que hoy son liberados.
En la compasión que sentí hacia mí
cuando entendí que no siempre
haría realidad todo.
Es desgracia mía y anhelo insaciable
que no me deja dormir. Y a veces,
no sé si fue real o fue sólo el soñar,
que soñar lo que fue sueño es soñar
la realidad.
Ya en mí búsqueda sin fin,
hallé final y desperté. ( se aflige)
- Termina Anciano -
- Hablan Henry Cot y Luz -
Henry Cot
¿Qué sueño es ese que sólo puede soñar?.
Luz
Uno, que es parte inmanente de él.
Henry Cot
Explícame más por favor.
Luz
El alma primera queda separada a su voluntad pero no todas lo hacen en la misma proporción; esta depende del motivo de la separación. Aquellas que quedan separadas equitativamente, no manifiestan ningún tipo de atracción, quedando así libres de sí mismas, pudiendo participar en cualquier acto de creación sin la necesidad de hallar la parte que complementa la parte que son. Otras, las que han sido separadas por la experiencia deseada del amor, mantienen un vinculo existencial que hace que vallan donde vallan, siempre se necesiten.
Jornada Primera
Fin del Acto Segundo
Jornada Primera
Acto tercero
Personajes
- Henry Cot (Hombre)
- Luz (Mujer)
- Anciano (Hombre)
- Una voz del pasado ( Hombre - Solo voz – Nadie sale en la escena)
Puesta en escena
Se abre el telón. Todo transcurre en el mismo lugar y tiempo.
n
Anciano
Cómo podría yo explicarme
la sensación que fue ver en ella,
la divinidad de la hermosura
más profunda, más pura y sincera,
la más compleja y sublime
de todas las creaciones
de este universo, era ella,
siempre ella, para mí,
sólo ella.
No, nada es comparable
a tal sensación, ni desde luego,
el sollozar de mis otras fantasías.
Nada se ha podido comparar nunca
a tamaña emoción o melancolía.
Hoy, en mí tristeza,
en mí ensoñación,
en mis recuerdos y anhelos
más queridos,
me hiero, me duelo y muero,
de tanto dolor.
Tengo ochenta y cuatro años.
He pasado la vida entera soñando
el más perdido de los sueños.
He pasado la vida entera
como anacoreta del verso
que era ella.
La dicha que me llevo
es la dicha que una vez soñé,
la de ver con claridad
la verdad de mí añoranza.
Siento haber vivido demasiado
esperando la espera y hoy,
después de conseguir
de este sueño lo posible,
en este mí día de todos los sueños,
decido dejar de vivir, y
fenezco en mí. (se aflige)
Carcajeo mi desdicha (se ríe)
pues es lo único que hiero,
de ésta existencia ya poco quiero.
Maldito final funesto,
un día vida en el cielo,
y en otro, muere un ángel.
Este, es mí homenaje personal
por haber buscado hasta el final
aquello que me dio la expresión
para explicar lo que ansiaba.
El hecho es, que buscar con
tanta fuerza algo que crees maravilloso
y no culminar lo soñado,
sólo es comparable a otro hecho;
el de haber encontrado.
Exhausto me hallo y
mortecino palidezco,
de este delirio en mi vejez.
¡Dios!, como duele este dolor. (se aflige)
Mi amor, recuerdo aquella
mañana. En aquel sueño
derramaste en mí
con la voz más suave
y templada que jamás escuché,
tanto amor, que no puedo evitar
morir al recordarlo. (se aflige)
- Termina -
- Habla una voz del pasado -
Una voz del pasado
Vive o muere ya por
siempre en este sueño,
que nadie más que tú
empleo el tiempo dado al hombre
en sollozar tales momentos.
- Termina -
- Habla Anciano -
Anciano
Mi amor, yo que vivo
por el tiempo, que en el nací,
que en él me hice; y que por el
voy a extinguirme.
Sé que tengo amor un sueño
y ello es todo cuanto pido; que si no
te sueño, caigo rendido.
Mas te digo, que al perderme en
ti soñando gané cuanto persigo,
por ello; soñando lo que sueño
he soñado lo que ansió
Que sin este sueño que eres tú
en verdad no estaría vivo.
- Termina –
- Hablan Henry Cot y Luz -
Henry Cot
Se acerca alguien a él. Es una luz.
Luz
Hay muchos tipos de luz alma querida, la tuya, ha forjado el brillo de los hombres que mueren por un sueño. Escucha al anciano.
Jornada primera
Fin del Acto Tercero
n
Jornada Segunda
Acto Primero
Personajes
- Anciano (Hombre)
- Una voz del pasado (Hombre – Sale en la escena)
Puesta en escena
Se abre el telón. Las almas permanecen escondidas tras la visión, escuchando atentamente. (no aparecen en la escena)
El anciano recibe una visita en su habitación. Es la voz de su pasado.
n
Anciano
Siempre el miedo, ¿por qué he de ser
gobernado por el miedo?, si es gran dolor
en el alma. Más que dagas de hielo, más que
ladrones que roban el sueño, más con mucho
de la vida así hiere el miedo. (exaltado)
¡Que sí, que sí lo sé!.
¿Cómo puedo yo llorar, lo que nunca en
realidad fue sueño o verdad?.
Es tan triste ésta tristeza, que arrancar
puede mí corteza, haciéndola soplos
con vileza, después esta cortina
nada atisbo para mí.
- Entra una voz del pasado (hombre – Entra en escena) -
Una voz del pasado
¿Te azotas nuevamente?,
¿o te hieres ligeramente?.
Es la hora, hay que partir.
Has perdido el rumbo anciano,
que tu llorar me es conocido,
mas me pesa el verte así.
En tu alma se halla la llave de mi morada.
Te he sentido entrar.
Anciano
¡Entrar dices, en tu morada!. (exaltado)
Si por ceder mi corazón
estoy perdido y sin voz,
a ti, locura mía, que a errante
me has convertido.
Pedí que llenaras mi oquedad,
pero llevaste mí sentido con un sueño
que es fingido y me dejaste sin razón,
¡no lo entiendes Dios, hace años que muero!.
Del pesar soy afligido, del dolor de lo no habido
sólo digo, tengo miedo de morir.
Una voz del pasado
¿ De morir miedo tienes?, ¿miedo al final?,
¿miedo después de soñar?, ¿miedo en verdad?.
¡Miedo a perder!, ¡miedo a no ser!, ¡miedo a soñar!, (exaltado)
¡miedo por doquier!.
Te ha consumido la soledad.
Eres la pérdida de ti mismo.
No tienes miedo a morir anciano
acepta la verdad, tu temor va más allá.
No es sólo el dejar de vivir obligándote
a morir; que es más el dejar de soñar
que la muerte en realidad.
Tu miedo no conoce fin porque
tú eres tu final.
Anciano
Crees que es el final pero es algo más;
es desazón, es locura y dolor,
es mi alma hecha pedazos
y de los pedazos,
retales de una gran pasión.
¡Maldito seas!, ¡maldito yo!,
maldito el mundo que me enseñó.
Decirte quiero, espíritu de la vida
y sombra mía,
que arrepentido me hallo
por tenerte, que harto he quedado
de vivir, por verte.
El amor era mi consuelo (Se aflige)
y sólo a un anciano veo,
en un patético final.
No he conseguido nada
y aquello que no es conseguido,
para siempre queda apagado,
harto y olvidado, todo está perdido.
Que por amar nunca he amado,
que de soñar jamás soñé,
que no soñar es no tener
y al no tener nada se tiene.
Esa es mi verdad.
Una voz del pasado
En tal caso viejo loco todo fin es
poco, si al despertar de un sueño
te toco, será el sueño de la muerte,
y ya nunca soñarás.
Anciano
Si de este sin soñar yo muriera de
verdad, que de este sin vivir muero
en tanta cantidad, que pierdo en este sueño
lo que gano en libertad.
Si es en verdad que es sólo muerte
aquella que me espera, que de esta
desdicha muera sin calmar mi corazón.
Haz pues, de tu cometido delirio,
mientras duermo en el presidio
ya del sueño me despiertas.
Sólo siento lamentar el silencio
nada más y me atrevo a preguntar,
¿donde muerte me has de llevar?.
Una voz del pasado
Yo no soy la muerte anciano. Soy todo aquello
por lo que no has llorado. Soy tu tristeza y tú
melancolía. Te dije que era un sueño lo que
pretendías, que volvería un día, cuando
dejaras de soñar.
Que no te aflija el dolor o la tristeza
ya que te espera otra existencia,
abandona pues tu insistencia;
ya en otro tiempo la desgastas.
Aquí donde nada necesitas,
aquí donde todo parece soñable
o realizable, aquí donde mueren
los sueños, aquí donde los sueños nacen.
¡Tú!, que creastes del pesar
la nostalgia nunca vista.
¡Tú!, que por no hacer realidad
sostienes todo y más.
¡Tú!, pobre moribundo,
decaído y exiliado del mundo,
me produces la más terrible de las penas
y hasta me haces llorar.
Como a ti también me enloquece,
pero me maldices pensando que
soy tu agonía.
Por tu consuelo te digo, que no siempre fuimos
lo que ahora somos, que en otro tiempo
más liviano fuimos forjadores de sueños
mundanos; pero no soñábamos así, como tú sueñas.
Yo, lo recordaría. (piensa)
Anciano
¡Oh infeliz de mí!.
En tus palabras no hallo consuelo,
mas si quimera y desaliento,
que de oír tantos lamentos
ahora se, que nadie muere
contento.
Que me importa cuánto hieres,
ya en el lecho me echo,
no sin decirte del fuego
que hay en mí, lo que ya siento.
Quisiera saber si alguien consiguió
alguna vez su sueño. (piensa)
Una voz del pasado
No, nunca nadie, que de tanta intensidad
todos mueren al soñar, del haber
de lo no habido nada queda en realidad.
Lo siento.
Anciano
¡Oh espíritu!,
me postro ante ti, te imploro, (se arrodilla)
ayúdame, ayúdame a hacer algo,
no quiero morir así.
Deja que un hombre toque
al fin su realidad y que esta,
sea hermosa en su soñar.
Una voz del pasado
¿Pero qué es sueño?, acaso no es irreal el
parecer una verdad que en tu mente sólo está?,
¿Qué es un sueño, en realidad?
¡No has entendido nada, esta es la sensación
que buscabas, cuánto más la has de buscar!.
No me corresponde a mí, darte eso.
Anciano
¡No dejes morir en mí
todos los sueños de un hombre
que los vivió hasta el final!.
Más si es en verdad, si soñaste
alguna vez, si ese sueño fue real,
tienes por fuerza que morir más
si cada vez que al recordar la
fragancia de una flor, hechas en
falta aquel sueño. Que no soñar mira
a que te confinó.
¡Pobre de mí, sí, pero tú eres
más pobre que yo, que yo al menos
al morir soñaré más que al vivir.
Que todo lo que es soñado
vive también al otro lado,
como tú mismo has demostrado;
los sueños no tienen fin!.
Una voz del pasado
Cuanta verdad en tu boca
pero es la hora, ya te toca,
los sueños también deben dormir.
Anciano
Nadie entiende ni yo mismo, (se sienta en el butacón)
el por qué de este cariño,
colmador de pensamientos
fuego eterno de mí risa.
Soñé la vida entera por tener
de ella, lo que fuera.
Adiós mí vida, mi sueño,
mi amor. (muere)
Jornada Segunda
Fin del acto primero
Jornada Segunda
Acto segundo
Personajes
- Henry Cot (Hombre)
- Luz (Mujer)
- Una voz ( Solo voz – Nadie sale en la escena)
Puesta en escena
Se abre el telón . La visión de la memoria universal ha desaparecido. Luz gira describiendo una órbita pequeña alrededor de Henry Cot, mientras le cuenta la verdad. Henry descubre quien es y se abraza a luz. Se completan con una pasión, propia de los sueños, hasta fundirse en un solo ser.
Finalmente, la voz celestial de dos almas unidas, cuenta un secreto universal.
Luz
Jamás dejé de sentirte. He caminado todos tus caminos, soñado en todos los sueños que has tenido y llamado en todas las vidas que has vivido. Yo, soy parte de la parte que eres tú, donde tú estás, yo estoy. No puedo existir sin ti, porque tú, alma querida, completas la parte que soy yo.
Henry Cot :
Más allá de los sueños, de la extensión de sus márgenes, se distingue una frontera entre la vida y la muerte, entre el sueño y la vigilia, que prevalece al tiempo, que no muere nunca, porque que nada, muere realmente. Aún así, nada hay que haya colmado tanto lo que soy, como entender, que soy parte de la parte que eres tú.
Luz :
Soñar, te llevará hasta aquello que sueñas, siempre.
Henry Cot :
Nunca he dejado de soñarte, ¡Alma mía!.
Luz :
¡Alma querida! (Se abrazan)
- Habla una voz -
Una voz :
Dicen, que hay un lugar en la fantasía insondable del hombre, en el que soñando despierto también se vive, dicen de tal soñar, que es soñar la vida. Dicen de la vida que es soñada, que no es vida, sino sueño. Dicen, que el sueño que se vive en demasía, es la única verdad que hay en la vida.
Fin de la obra
Enrique Manuel lópez
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