Analizando la reflexión
El día 10 de diciembre del año pasado (2011), cumplí dos años de haber publicado mi primer artículo en Internet. El sitio que hasta la fecha tiene a bien publicar todos mis artículos es: ‘articulos.org’, del cual estoy muy agradecido.
A lo largo de estos dos primeros años, he aprendido, y sigo aprendiendo muchas cosas sobre este oficio de escribir. Lo último y principal que he aprendido; es que el que escribe artículos y los publica en Internet o, en algún medio de comunicación más “popular” (diarios, revistas, etc.), no tiene que interactuar con sus lectores. No tiene que entrar en dialogo escrito con sus lectores – salvo que quiera hacer un libro con todos los comentarios y replicas de los interlocutores – por ejemplo: -“…yo escribí lo siguiente, y fulano me dijo esto, y luego yo le dije, a lo que él me contesto… etc.”-
Y esto lo puedo apreciar a lo largo de todos los días, cuando entro a Internet y veo en los diarios ‘Perú 21’, ‘El Comercio’, etc. Como los periodistas que escriben artículos, los escriben y punto. Nadie entra en diálogo con el columnista y, mucho menos él (columnista), está trascribiendo lo que la gente le comenta sobre lo que ha escrito. Esto no lo hace nadie, y como buen novato en el asunto, yo, lo he estado haciendo. Mal, muy mal.
Hice muy mal, al estar transcribiendo comentarios de personas que discrepaban conmigo de una manera visceral. Sobre todo que estaba (erróneamente) utilizando mi espacio, para publicar estos comentarios. Comentarios de personas que no se han molestado en buscar un sitio en Internet, y publicar ellos mismos sus artículos.
Cuando abro en Internet las páginas de los diarios, veo en los comentarios que hacen los lectores de las noticias, que muchos de ellos tienen palabras subidas de tono. Malas palabras (lisuras), expresiones procaces, e injurian a las personas. Y ojo, que esto lo publica el diario en su página oficial de Internet. Pucha, ¿y yo?, que me cuido de no decir, ni ofender a nadie, en mis escritos, tratando de ser lo más sobrio, prudente y objetivo en mis apreciaciones; algunos, no todos, comentan mis artículos, de la manera más ruin y miserable que se pueda esperar. Y yo sonsonaso, los publico.
Pero se aprende pues en el camino. Se aprende, que de ahora en adelante, solamente leeré las críticas a mis artículos, recogeré lo bueno de las críticas, y chau. Y entender también, que todos no querrán leer lo que publico; algunos dirán: -“…ya me volvió a enviar sus artículos este patita…”- y simplemente, lo borraran y no lo leerán.
Mientras yo sepa que estoy seguro de lo que escribo, y sepa que no estoy ofendiendo a nadie, que trato de ser sobrio, prudente y objetivo en mis apreciaciones, seguiré escribiendo sin detenerme.
Andrés Arbulú Martínez
Registro automático