La importancia de un colchón para un buen descanso
- Cambiar el colchón cada diez años como máximo: Aunque pueda parecer una frase hecha, tiene un fundamento real basado en años de experiencia de fabricantes y usuarios. Pasado ese tiempo (en algunos colchones incluso antes), la firmeza deja de ser la apropiada, es entonces cuando solemos levantarnos con la sensación de ‘haber dormido fatal’ sin saber porqué, o con contracturas o agujetas. Por otra parte, está el tema de la higiene, años de sudar, estar enfermo, ¡o cosas peores en el caso de los niños!, hacen que la suciedad y los ácaros se vayan acumulando, hasta llegar incluso a provocar alergias. Además, tu cuerpo también cambia: Lo que era bueno para nosotros hace unos años puede que ya no lo sea hoy. Aparecen y/o desaparecen lesiones, enfermedades, y aunque no lo hagan, un cuerpo de 20 años no es igual que uno de 30, ni uno de 40 igual que uno de 50.
- Dormir bien para vivir mejor: Llevar una vida sana nos ayuda a tener un descanso reparador, y viceversa: un buen descanso hace que nos sintamos mejor y abordemos con más energía nuestras actividades diarias. Así, los consejos habituales de una vida sana, son especialmente importantes para que logremos dormir mejor. Entre ellos destacan el ejercicio físico moderado, que ayuda a eliminar el estrés y por ello contribuye a la mejora del descanso (ojo, se trata de una actividad que puede resultar excitante y por ello debe realizarse al menos dos horas antes de la hora de acostarse); una alimentación saludable y ligera, especialmente en la cena; y llevar una vida relajada, o al menos intentar desconectar en las horas previas al descanso
- La belleza y el descanso: El dormir bien aporta multitud de beneficios a nuestro organismo, entre ellos algunos que afectan directamente a nuestro aspecto físico, de tal modo que una imagen saludable depende directamente de la cantidad y calidad de nuestras horas de sueño. A nadie se le escapa que una mala noche tiene como consecuencia la aparición de las antiestéticas ojeras y la hinchazón de ojos, pero no son éstos los únicos efectos que dormir mal va a tener en nuestro aspecto. La piel se torna más pálida y las arrugas de expresión se marcan más profundamente. Durante el sueño se ralentizan todos los procesos corporales, favoreciendo la oxigenación de las células y activando su metabolismo, con lo que se mejora su capacidad sobrevivir y multiplicarse. Así, un sueño largo y reparador va a implicar el disfrutar de una piel más sana y joven y de un aspecto más saludable.
- Colchón viejo y dolor de espalda: Según una investigación realizada por el Dr. Bert Jacobson, de la Universidad de Oklahoma y avalada por la European Bedding Industries’ Association (EBIA), a la que pertenece la Asociación Española de la Cama (Asocama), existe una relación muy estrecha entre un buen colchón y el descanso reparador nocturno. Un nuevo colchón puede mejorar hasta en un 63% los dolores en la parte alta de la espalda. Siempre se ha comentado que muchos de los problemas de sueño podían estar relacionados con un colchón o superficie de descanso viejo y poco confortable, pero no estaba científicamente probado. Sin embargo este estudio —publicado en la edición de invierno del Journal of Chiropractic Medicine— establece una relación irrefutable entre los colchones nuevos y las mejoras en el dolor de espalda, la calidad del sueño y la comodidad durante el mismo.
- Ergonomía: La cama debe ser ergonómica para adaptarse a la perfección a nuestra fisonomía a través de dos aspectos fundamentales: la sustentación y el confort. La correcta sustentación debe garantizar que nuestra columna vertebral descansa totalmente alineada. Por otro lado, necesitamos un colchón que se adapte a nuestro cuerpo de forma confortable y sin generar puntos de presión que nos hacen cambiar de postura, provocando unos micro-despertares que reducen la eficiencia del sueño.
- Estudio: Cuántas horas duermen los españoles y en qué posturas (cifras del estudio cuando estén)
Manuel Monreal
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