Aprendiendo a Decir NO
A todos los seres humanos nos cuesta trabajo poner límites y a veces no sabemos como librarnos de situaciones o compromisos que no podemos o no queremos asumir, pero debemos aplicarnos y aprender a decir como respuesta clara y firme NO, para que las demás personas no rebasen nuestros límites y nosotros no nos sintamos mal. Con nuestros hijos y la familia puedes poner esto en práctica y definir bien los límites de sus acciones.
Comencemos por darnos cuenta que cada vez que aceptamos algo que no queremos hacer nos sentimos molestos o mal por no decir una negativa como respuesta. Por ejemplo, cuando alguien lejano te pide constantemente que le dejes a tu hijo un momento y tu no quieres hacerlo por que no los conoces o no te inspiran confianza, a veces terminas accediendo por no ser grosera o por compromiso, pero en ese momento no le quitas la vista de tu bebé y al menor síntoma de molestia de tu hijo lo alejas de esa persona. Pero aunque sean 2 minutos tu te sientes incómoda y todo por no decir claramente: No, muchas gracias, es que no está acostumbrado a que lo cargue nadie más.
Puedes decir a algo que NO, de manera muy educada, sin ofender a nadie. Otro ejemplo es que cuando tu hijo está recién nacido y llegan personas a conocerlo, debes poner límites para protección de tu bebé, por ejemplo pedirle a una persona que si está enferma de gripa o con las manos sucias no se acerque mucho porque no tiene defensas, debes buscar la forma de pedirlo sin que la otra persona se ofenda, pero si esta persona no lo comprende a pesar de que le expliques las razones, no te sientas mal, estás protegiendo a tu bebé, él depende totalmente de tus cuidados, es tu responsabilidad.
Pon límites con tus hijos, cuando crecen van teniendo independencia y capacidad de expresar lo que quieren, enséñales a decir que NO cuando no quieran hacer algo o se sientan incómodos con lo que les piden, de igual manera explícales que cuando tu te niegas a hacer algo es por cierta razón, para que comprendan. Sé firme y si decides que no es la respuesta, no cambies de opinión aunque llore porque él o ella aprenderán que por un berrinche acabas cediendo, mejor explícales que en ese momento no les puedes comprar determinada cosa para que entiendan las razones, tal vez más delante se pueda hacer.
Aprender a decir que no, es un proceso largo y se pone a prueba todos los días, pero hazlo poco a poco, te sentirás mejor, no tendrás presiones por compromiso y pondrás en claro las reglas de tu vida, de tu familia y como enseñarles a tus hijos a hacerlo.
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