Pavimentos de cocina.
No debemos dejarnos llevar por la última foto que hemos visto en una fantástica revista de decoración o en la cocina de la vecina de abajo, es mejor elegir un pavimento para nuestra cocina, que se adapte a nuestros gustos y a nuestro presupuesto.
Reflexionar y encontrar el difícil equilibrio entre un material resistente e higiénico y nuestras preferencias estéticas, sin perder de vista el preocupante presupuesto, es tarea bien laboriosa.
Premisas a tener en cuenta y tan importantes las unas como las otras son que los pavimentos y revestimientos sean fáciles de limpiar, así como duros de pisar aunque resulten algo fríos al tacto.
Sus precios son tan variables como su resistencia al tiempo, aunque lo que más les afecta es la humedad y los golpes.
Los materiales que más se utilizan en la actualidad, como puede ser el vinilo, también resultan atractivos, a pesar de no ser tan duraderos como los naturales.
Hay que pensar que la cocina se pisa mucho tiempo al día y todos los días del año. En esta línea, la madera da calidez a las estancias y es muy agradable al tacto, aunque debe estar muy bien impermeabilizada y obliga a tener un mantenimiento continuo, ya que sus acabados pueden deteriorarse fácilmente con el uso.
En general, antes de tomar una decisión hay que pensar en los electrodomésticos y el mobiliario, para que se complementen, y es importante aunque parezca una tontería que sea un suelo no demasiado claro, o constantemente tendremos que lavarlo, pues cualquier mota que caiga se verá.
Hay que tener en cuenta también el precio de instalación, que aumenta considerablemente sobre el de la compra, y el tamaño: cuanto mayor sea la cocina, más grandes necesitaremos las losetas. Podemos encontrar cerámica de imitación.
Podemos poner losetas pequeñas de 30 x 30 cm, que resultan muy adecuadas para las paredes; mientras que la grande de 30 x 57 cm, está hecha para pavimentar el suelo. Imitan muy bien el granito, tienen una gran gama de tonalidades y son fáciles de comprar y de instalar.
Como desventaja podemos decir que la superficie donde las pongamos debe ser muy lisa, que las ranuras son difíciles de limpiar y que las piezas grandes son muy frágiles.
Si la encimera es de granito será una combinación extremadamente elegante. Además este suelo se puede lavar con lejía y tiene un brillo que imita muy bien a otros suelos de terrazo o plaqueta.
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Marisa Pérez Jiménez.http://www.alfombrasinfantiles.net
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