Teoría de cuerdas: ¿Entonces el universo está hecho sólo de cuerdas?...

En días pasados me reuní con un buen amigo, el cual me platicó sobre espiritualidad, yo le explicaba la forma de cómo yo veía las cosas. Que para todo existía un porque y todo estaba relacionado. Que todo lo que observo o incluso lo que no alcanza la vista a visualizar, tiene un origen, hace miles de años en la explosión del BigBang. Y cada partícula provenía de esa explosión. A lo cual me comentó, “No podría estar más en contra, tienes toda la razón, de hecho, no sé si has leído o escuchado acerca de la teoría de las cuerdas, esta dice que todos tenemos una cuerda, incluso el libro, todo lo que observamos y cuando pedimos u oramos hacemos que esas cuerdas oscilen de tal forma, que generan una reacción en cadena, que hace que las cosas sucedan”.

Ya que le comentaba que en alguna ocasión, pedí un deseo y éste se cumplió. Ir de viaje a Japón en seis meses, cabe mencionar, en ese entonces, yo estaba estudiando la universidad y tenía una especie de financiamiento, ya que mis padres no podían pagarme mis estudios. Para ese financiamiento, era necesario presentar un proyecto con impacto social cada seis meses. En lo personal, me preocupaba, que al salir de mi carrera, iba además de ser parte de las estadísticas de desempleo, ser acreedora a una deuda con intereses que no iba a poder pagar.

Sin embargo, había escuchado que había dos formas de poder condonar dicha deuda, una era manteniendo un promedio de 9.7 en el semestre y dicho semestre te lo condonaban. Un total de $18,000.00 pesos aproximadamente, ya que un porcentaje pagabas durante el semestre, en resumen sólo te prestaban el 60% del semestre. Sin embargo, al final de la carrera iba a tener una deuda de aproximadamente $120,000.00 pesos. Lo cual, me asustaba y me parecía imposible poder cubrirla, ya que dependía de factores como contar con un empleo. Y la segunda opción, era hacer un proyecto, con tal impacto social que mereciera se condonara dicho semestre.

Como soy un tanto realista, me gusta tener siempre tener varias opciones, por sí una de las dos no se logra. Entonces pensé que las dos opciones no resultaban descabelladas, y sí por alguna razón, no alcazaba el promedio tenía aún el proyecto. De todas formas, el semestre anterior había sacado un porcentaje total de 9.45, así que subir a 9.7 no era tan complejo. En fin, al finalizar el semestre logré el puntaje que se requería para condonar de 9.7. Por lo que fui a ver de mi condonación, pero cuál fue mi sorpresa que ese semestre se había suprimido dicho beneficio, y ya no iba a ser posible condonar dicha deuda. Entonces me acordé que aún tenía una segunda opción, mi proyecto y pregunté al respecto. Y me dijeron, no a los proyectos los llevamos a un intercambio a Japón. Por lo cual pregunté cuando era, y me dijeron que a finales de diciembre, en ese entonces era a mediados de junio-julio. Pensé por lo menos tengo esa opción, ojalá lo pueda vender y así pagar mis estudios. Pero unos minutos antes de retirarme de donde estaba, tuve un pensamiento, yo estaré en diciembre en Japón.

Pasaron los meses hasta que llegó diciembre era casi 23 de diciembre cerca de navidad. Recuerdo que ya era noche, pasaban de las ocho de la noche, sonó el teléfono y contesté. Una joven de voz muy dulce la cual no recuerdo su nombre me dijo lo siguiente: “Buenas noches, soy Georgina (por ponerle nombre), hablo de parte del sistema de financiamiento. Queremos externarte una felicitación, ya que tu proyecto fue elegido dentro de 3000 proyectos que recibimos para un viaje a Japón, pero primero deberás presentarte en un evento el próximo 10 de enero donde expondrás tu proyecto ante jueces, donde sólo 8 participantes podrán hacerse acreedores al viaje.

Es importante, que tu presentación sea impecable y presentes tu proyecto de tal forma lo validen los jueces de manera positiva. Sólo tendrás 5 minutos para exponer tu proyecto. ¿Tienes alguna duda?.. Por lo cual, le respondí, no, no tengo dudas, estaré el 10 de enero como me comentas exponiendo mi proyecto. Le agradecí la atención prestada y me despedí.

Al colgar el teléfono, me acordé de aquel momento, lo que había pedido, que estaría en Diciembre en Japón.  Aún no era un hecho, pero mi proyecto había sido elegido. Me sorprendió mucho, ya que prácticamente se estaban dando las cosas.

En el evento del 10 de enero, presenté mi proyecto ante 5 rondas de jueces, un total de 25 jueces. Por cada ronda, como me lo había explicado la señorita del teléfono sólo tenía cinco minutos. Por lo que organicé mi tiempo, un video de introducción de dos minutos, así tenía dos minutos para exponer la idea y un minuto restante para aclarar dudas. Recuerdo en una ocasión, uno de los jueces me comentó, que mi proyecto me parecía no tener razón de ser.

Cabe mencionar, que mi proyecto se trataba de generar la cultura de la donación de sangre en los jóvenes. Esto a razón, de que nadie está exento de necesitarla en algún momento de la vida. Ya sea por un accidente o por alguna intervención, será necesario que tengas donadores sanguíneos. También aunque supuestamente existen bancos sanguíneos para sufragar esta necesidad, son pocos los países a nivel mundial, que realmente tienen un banco como tal. Ya que no existe la cultura en la donación, mucho menos cuando en algunos países, se pagaba monetariamente por la donación.

Esta carencia, ha traído consigo que los pacientes busquen entre sus familiares y amigos donadores, pero al encontrarse en una situación de emergencia, presionan de tal forma, que algunos familiares tienden a mentir u omitir información, con tal de que su enfermo obtenga la donación. Ya que existen una serie de requisitos para poder donar, como no tener tatuajes y conductas sexuales de riesgo. Sin embargo, hay ocasiones donde dicha información se omite, esto es causante de enfermedades y un riesgo enorme, ya que existe un periodo de ventana, donde la persona puede estar infectada, pero no presentar ningún síntoma y esto no sale en los estudios. Sin embargo, la persona está infectada y es transmisor del virus. Por ello la importancia de mi proyecto. Eso yo exponía a grandes rasgos, pero al recibir la opinión de esta última persona, y en general de varios jueces, me topé con que no eran capaces de comprender la importancia de generar la cultura.

Honestamente, después de la ronda de jueces y al ver que no obtuve una reacción positiva, me entristecí. Porque al final de cuentas, veía la importancia de mi proyecto y aunque era una exposición para ganar un viaje a Japón, estaba también promoviendo la cultura y creando en ellos la conciencia de esto. Al no haberlo logrado, mi reacción fue tomar mis cosas y salirme del recinto. Recuerdo que me acompañaba Iliana, la trabajadora social del Centro Estatal de donación de Sangre, una persona que me apoyó incansablemente durante mi proyecto, le comenté que nos fuéramos, ya que no tenía caso quedarnos más tiempo ahí.

Al llegar a la puerta alguien me comentó que me hablaban en el estrado. Volteé y vi que era una de las organizadoras, y me estaba haciendo señas para que me acercara al estrado. Al caminar hacia allá, se me acercó un conocido que fue juez de los proyectos, y me comentó: “Te digo algo, pero no vayas a decirlo a nadie, te acabas de ganar un viaje a Japón”. En ese momento, volteo a ver a la chica que me estaba esperando y acentuó la cabeza con un sí y una sonrisa. Me acerqué a ella, y me comentó que en un momento me nombrarían para recibir el premio. Estaba un poco atónita, porque aún no podía creerlo, ya que según yo, la mayoría de los jueces no les había gustado mi proyecto.

En fin, pregunté si era posible vender el viaje, ya que me comentaron que tenía un valor aproximado de 80 mil pesos, pero me dijeron como todo concurso, es intransferible, así que no pude condonar la deuda de mis estudios (Por cierto, recién pude finiquitarla). Entonces, para principios de Marzo yo volé rumbo a Japón me quedé 15 días, como un viaje a la playa, pero con la diferencia que el vuelo dura 16 horas. Y a todo esto, retomo lo que inicialmente hablaba sobre las cuerdas y lo que me explicaba mi amigo. Sí es esa teoría cierta, entonces cuando pedimos algo, o lanzamos una plegaria, el universo conspira para que esto se haga realidad, desde las partículas más pequeñas que la componen, haciendo una reacción en cadena, que hace que las cosas sucedan. ¿Y tú qué opinas?... Espero no haber aburrido a la persona que esté leyendo este artículo, y si es así, una disculpa.